El premio Nobel es el galardón a la excelencia humana. Su fundador, Alfred Nobel, expusó en su testamento que repartiría la fortuna que había amasado durante tantos años en los años sucesivos para homenajear el saber humano y su beneficio a la humanidad. En 1901 comenzó la premiación y, hoy, más de 100 años después, es uno de los referentes más importante para descubrir a los grandes pensadores de la historia contemporánea. 

Este año 2020 la ceremonia se vio interrumpida, como era de esperarse, por la pandemia por covid-19. La celebración en Estocolmo, Suecia, no pudo ocurrir y se decidió hacer los ajustes necesarios para salvaguardar la vida de los galardonados. El primer premio se conoció este 5 de octubre de 2020 a las 11:30 am y fue dirigido al área de la Fisiología y Medicina. Sus ganadores fueron: Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice por el descubrimiento del virus de la hepatitis C.

Ganadores del premio Nobel de Medicina
Foto: cortesía

Los ganadores en las distintas áreas del conocimiento humano serán anunciados en el transcurso de la semana. Primero serán revelados los premios correspondientes al área científica y luego vendrán los de literatura, paz y economía. El martes 6 de octubre se dará a conocer el ganador del Nobel de Física y el miércoles se conocerá el premio correspondiente al Nobel de Química. Luego, el Nobel de Literatura se anunciará el jueves 8, el de la Paz el viernes 9 y, por último, el de Economía, el lunes 12. 

Premio Nobel de Fisiología y Medicina

La hepatitis C tiene una estadística de 70.000.000 de personas afectadas y 400.000 muertes al año. El reconocimiento del virus que produce dicha enfermedad fue primordial para establecer nuevas maneras de tratarla y salvar a millones de personas en todo el mundo. Esto le valió al equipo de investigadores el galardón al Nobel de Medicina. La Academia Sueca expuso que Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice fueron galardonados este año por “su contribución decisiva a la lucha contra la hepatitis de transmisión sanguínea, un importante problema de salud mundial que causa cirrosis y cáncer de hígado en personas de todo el mundo”.

La investigación realizada por este triunvirato de científicos, en distintas partes del mundo, permitió reconocer las características de ARN del virus que produce la hepatitis C a través de transfusiones de sangre. La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta el hígado. En 1940 se descubrió la existencia de dos tipos: la hepatitis A, que se transmite a través de alimentos o tomas de agua contaminadas y tiene una afectación mínima en los pacientes. El segundo tipo se transmite por la sangre y por los fluidos corporales. Es una gran amenaza para la salud de la población y produce más de un 1.000.000 de muertes al año en todo el mundo.

Baruch Blumberg, científico estadounidense, descubrió en la década de los sesenta que una de las formas que permitía la transmisión sanguínea de la hepatitis B provenía de un virus. Esto permitió el descubrimiento de nuevos tratamientos eficaces y de una vacuna. Por su investigación Blumberg fue galardonado con el premio Nobel de Medicina en 1976. Esto redujo significativamente la cantidad de infectados por el virus de la hepatitis B, pero Harvey J. Alter descubrió en esa época, junto a un equipo de investigadores, que seguía existiendo una gran cantidad de personas afectadas por la enfermedad. Era un nuevo virus desconocido que fue nombrado como hepatitis “no A, no B”. 

El virólogo britanico Michael Houghton, galardonado este año con el premio Nobel, logró aislar la secuencia genética del virus. Esto permitió reconocer el virus del hepatitis C bajo una características individuales, sin tener relación con el proceso del virus de la hepatitis B.

Ahora, después de la sectorización del virus quedaba una pregunta en el aire: ¿podría el virus provocar la enfermedad? Es decir, sin otro punto de contagio externo, el propio virus sería capaz de ser el génesis de la enfermedad. Aquí aparece la figura de Charles M. Rice, el tercer ganador del premio. Tomó un genoma del virus de la hepatitis C que podría ser replicado a través de la genética artificial de ARN. Luego, para finiquitar las pruebas se inyectó este ARN en el hígado de algunos chimpancés, que tienen similaridades con el cuerpo humano, se notaron cambios patológicos parecidos a los vistos en los enfermos que habían desarrollado la enfermedad crónica. Este proceso despejó las dudas y confirmó que el virus sí puede provocar por sí solo la enfermedad de la hepatitis C. 

Los tres ganadores del premio Nobel de Medicina 2020
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Este descubrimiento, bajo la investigación de estos tres científicos, permitió reconocer la presencia del virus de la hepatitis C a través de un exámen sanguíneo. Muchos países han erradicado la hepatitis producida por transfusiones de sangre. Además, por primera vez en la historia la enfermedad se puede curar, lo que sería el inicio para su erradicación. Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice cumplieron con la máxima impuesta, hace más de 100, por Alfred Nobel y lograron un trabajo importante para el bien de la humanidad. 

Premio Nobel de Física

El académico inglés Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez resultaron galardonados con el Premio Nobel de Física 2020 por su investigación sobre los agujeros negros. 

Foto: R. Penrose, R Genzel y A. Ghez
Los laureados de este año han revelado los secretos de los rincones más oscuros del universo. Pero esto no es solo una antigua aventura llegando a su victorioso final, es un nuevo comienzo a medida que nos acercamos cada vez más a los horizontes de los agujeros negros”, puntualizó la Academia Sueca.

Cada uno de los ganadores tuvo una participación importante en el avance investigativo en un área que muestra incertidumbre y en el cual, según un vocero de la Academia, se esconden los secretos más oscuros del universo. El inglés Roger Penrose es, entre los tres, el más reconocido en las últimas décadas por su exhaustiva investigación en esta área. En 1965, una década después de la muerte de Albert Einsten, Penrose demostró que la teoría de la relatividad conduce a la formación de los agujeros negros, un espacio masivo que extrae todo lo que está a su alrededor, incluída la luz. 

El corazón de estos fenómenos desconocidos guarda, según Penrose, todas las leyes conocidas de la naturaleza. Cumple con la paradoja del todo y la nada como elementos que convergen continuamente en un solo ente. Su artículo sobre la investigación se considera uno de los avances más significativos en la física. Por esto mismo la mitad del premio económico se queda con él.

Por otra parte, Genzel y Ghez comparten el premio por “el descubrimiento del objeto compacto supermasivo del centro de nuestra galaxia”. Genzel, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching en Alemania y Ghez, de la Universidad de California, Los Angeles, Estados Unidos, llevan a cabo, cada uno por su lado, un grupo de investigación que se ha dedicado desde principios de 1990 a estudiar una zona de nuestra galaxia llamada Sagitario A. Ambos han realizado una cartografía exhaustiva de la órbita de las estrellas más brillantes cercanas al núcleo galáctico y, al mismo tiempo, encontraron un objeto extremadamente pesado, de cuatro millones de masas solares, que succiona las estrellas a velocidades inabarcables. El jurado concluyó que es la prueba más fehaciente de la existencia de un agujero negro supermasivo. 

Andrea Ghez se convirtió, de esta manera, en la cuarta mujer que es galardonada con el Premio Nobel de Física. Marie Curie fue la primera en 1903 y, además, es la única mujer galardonada con dos premios de la Academia Sueca. El segundo, en la categoría de química, le fue otorgado en 1911. Maria Goeppert-Mayer lo recibió en 1963 “por sus contribuciones a la teoría del núcleo atómico y las partículas elementales”. 55 años después, en 2018, lo recibió la canadiense Donna Strickland por sus “invenciones innovadoras en el campo de la física láser”. 

Espero inspirar a otras mujeres jóvenes en este campo. Si te apasiona la ciencia hay mucho que se puede hacer”, comentó Ghez después de conocer el resultado.

Para la Academia Sueca los estudios realizados por los ganadores en esta edición abren nuevos caminos para la claridad sobre los secretos del universo y, sobre todo, para el conocimiento del funcionamiento de estos entes supermasivos. “Pero estos objetos exóticos todavía plantean muchas preguntas que piden respuestas y motivan la investigación futura. No solo preguntas sobre su estructura interna, sino también sobre cómo probar nuestra teoría de la gravedad en las condiciones extremas en las inmediaciones de un agujero negro”, comentó el presidente del Cómite Nobel de Física, David Haviland.

El premio Nobel en la pandemia por covid-19

Este año está marcado por la pandemia por covid-19. Todo ha cambiado y las aglomeraciones, aquellos lugares de fiesta y regocijo, tuvieron que cancelarse hasta nuevo aviso. En este caso, el premio más importante en las áreas mencionadas anteriormente se vio modificado. La notoria celebración realizada cada 10 de diciembre, en honor a la muerte de Alfred Nobel, en Estocolmo, Suecia, no ocurrirá esta vez. Este año no se verá a los grandes pensadores y hacedores de la humanidad caminar con la certeza de un oficio arduo en favor de la especie. Cada galardonado recibirá su diploma y medalla en su país de residencia y se realizará una ceremonia virtual en el ayuntamiento de cada ciudad de origen para celebrar el recibimiento del premio. 

El premio Nobel de la Paz, por su parte, tendrá una ceremonia reducida en el auditorio de la Universidad de Oslo, Noruega. Será una pequeña audiencia y los galardonados tendrán la posibilidad de participar de forma física o a través de las plataformas digitales. Así mismo, el banquete acostumbrado para brindar y celebrar a cada uno de los galardonados fue cancelado, pero, igualmente, cada ganador ha sido invitado para el banquete de la premiación del año que viene.