Es probable que llegue un acuerdo de estímulo económico, pero no a tiempo para las fiestas de fin de año
(CNN Business) — Las acciones se dispararon el lunes y, a un día de las elecciones, los inversores parecen apostar por un triunfo de Joe Biden y una llamada «ola azul» –una abultada victoria demócrata– que podrían dar lugar a más estímulos económicos para los consumidores y las empresas.
Pero el optimismo puede ser exagerado. Cualquier acuerdo que se logre no es probable que se finalice hasta después de la inauguración del próximo enero. En otras palabras, es demasiado tarde para que las personas cuenten con tener dinero extra para hacer compras durante las fiestas decembrinas.
«Soy escéptico de que se pueda lograr algo en una sesión después de que ya esté elegido el nuevo Gobierno», dijo Kevin Grogan, director gerente del comité de inversiones de Buckingham Wealth Partners.
La falta de un nuevo estímulo en el cuarto trimestre también podría descarrilar el repunte económico incipiente. Esto haría la situación más difícil para los consumidores y los pequeños negocios durante las fiestas.
La economía creció a una tasa anualizada récord de 33,1% en el tercer trimestre, luego de una caída del 31,4% ajustada estacionalmente en el segundo trimestre. Esa fue la peor caída registrada.
«El próximo gran catalizador para la economía y los mercados es el alivio fiscal. Pero no hay apoyo. La falta de apoyo durante el cuarto trimestre perjudicará a los consumidores y los pequeños negocios», dijo Brian Nick, estratega jefe de inversiones de Nuveen.
El destino del estímulo económico si ganan los demócratas
Nick dice que es posible que la economía no crezca en absoluto durante el cuarto trimestre a menos que haya un nuevo estímulo. Y duda de que se alcance un acuerdo postelectoral en noviembre o diciembre, a menos que Trump gane y los republicanos mantengan el control del Senado, un escenario que las encuestas muestran como poco probable.
Si los demócratas se quedan con la Casa Blanca y el Senado, un paquete de estímulo grande podría aprobarse con bastante rapidez en 2021.
Jim Smigiel, director de inversiones de estrategias no tradicionales en SEI, dijo que cree que los demócratas se centrarían primero en la ayuda económica y después se preocuparían por deshacer algunos de los recortes de impuestos y esfuerzos de desregulación de Trump.
«El estímulo tendrá prioridad. En un escenario en que barra una ola azul, podrían lograr hacer todo eso a principios del próximo año», dijo. Agregó que sería bueno tener un acuerdo de estímulo antes de fin de año, pero que no espera que se alcance uno.
«Dada la hostilidad en Washington, es poco probable que eso suceda», dijo Smigiel.
Aun así, hay esperanzas de que se logre un gran paquete de estímulo económico más temprano que tarde el próximo año. Este podría incluir un acuerdo largamente esperado en el Congreso para financiar más inversiones en infraestructura.
Optimismo sobre el gasto
Por supuesto, muchos esperaban que la infraestructura fuera una prioridad después de las elecciones de 2016, independientemente de que ganara Trump o Hillary Clinton. Pero no se logró materializar un acuerdo.
Esta vez podría ser diferente, dada la necesidad urgente de más gasto del Gobierno en proyectos que puedan dar trabajo a más estadounidenses.
«El aumento de la inversión en infraestructura es una apuesta independiente de las elecciones», dijo Chris Huemmer, estratega principal de inversiones de la unidad de fondos cotizados en bolsa FlexShares de Northern Trust, que dirige el FlexShares Stoxx Global Broad Infrastructure Fund (NFRA).
Huemmer dijo que espera que se gaste más dinero en infraestructura de transporte, como aeropuertos y puertos marítimos, así como en redes de torres de telefonía celular para que puedan funcionar más redes inalámbricas 5G.
La gran incertidumbre es lo que suceda con el covid-19. Otro aumento importante en los casos podría frenar el crecimiento.
Pero Hank Smith, jefe de estrategia de inversión en Haverford Trust, cree que los políticos de ambas partes serán reacios a promulgar más cierres.
«Los políticos no quieren lanzar a la economía a una recesión de doble caída», dijo Smith. «Vienen en camino más estímulos. Es una cuestión de cuándo y cuánto, no de si habrá. Hay un deseo de volver a la normalidad», explicó.
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