¿Trump castiga y Biden afloja? Sanciones y promesas antes del 3 de noviembre
Mientras se celebra la última jornada de la actual electoral en EE. UU., CubaNet repasa cuáles han sido las políticas de Trump hacia la Isla y cuáles son las promesas de Biden, el aspirante demócrata a la Casa Blanca.
MIAMI, Estados Unidos. – La gran mayoría de los cubanos residentes en la Isla, bombardeados por un sistema de propaganda que responsabiliza a Donald Trump de la grave crisis económica de la mayor de las Antillas, están pendientes al resultado de las elecciones presidenciales de este 3 de noviembre en la nación norteña.
Aun cuando la falta de libertades, la represión y la crisis económica de Cuba no han sido provocadas por Trump o por sus antecesores, el pueblo de la Isla espera el resultado de los comicios de este 3 de noviembre como si su futuro inmediato dependiera de la persona que ocupe la Casa Blanca.
Es cierto que durante la actual campaña presidencial, Cuba y los cubanoamericanos han recibido una atención sin precedentes. Tanto el presidente Trump como el exvicepresidente Joe Biden están conscientes de cuán importante es el voto latino en uno de los estados clave de toda la unión: Florida.
Mientras se celebra la última jornada de los comicios presidenciales en Estados Unidos, CubaNet repasa cuáles han sido las políticas de Trump hacia la Isla y cuáles son las promesas del aspirante demócrata a la Casa Blanca.
Trump
En 2017, el actual presidente, Donald Trump, comenzó a desmontar las medidas de la administración anterior, responsable del deshielo entre La Habana y Washington.
“Tomé las medidas más fuertes contra la dictadura cubana y cancelé el desastroso acuerdo de Barack Obama y Joe Biden que envió millones de dólares al régimen de Castro sin hacer absolutamente nada para ayudar al pueblo cubano”, dijo Trump este 1 de noviembre, en una entrevista exclusiva con CiberCuba.
Además, el actual presidente aseguró que su administración está contemplando nuevas sanciones contra la dictadura cubana, “que son muy, muy severas”.
“El régimen de Castro no sabe lo que le viene encima; créanme”, adelantó.
En junio de 2018, el Gobierno estadounidense prohibió los viajes educativos a Cuba y los llamados intercambios “de persona a persona”, que hasta entonces eran considerados “una de las exenciones más populares a la prohibición general del turismo estadounidense”, según medios norteamericanos.
Además, la Administración Trump prohibió los viajes de cruceros hacia puertos cubanos y todos los vuelos chárter privados entre ambos países. Asimismo, estableció un número límite de operaciones aéreas entre Estados Unidos y La Habana, adonde único pueden llegar compañías estadounidenses como JetBlue y American Airlines.
Asimismo, el actual Gobierno activó el Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses reclamar en tribunales internacionales sus propiedades nacionalizadas en Cuba por el régimen de Fidel Castro.
Más recientemente, el Departamento de Estado anunció que los viajeros estadounidenses no podrían traer a su país tabaco y ron cubanos, ni quedarse en hoteles controlados por militares cubanos, debido a las nuevas sanciones diseñadas para cortar las fuentes de financiamiento del régimen de la Isla.
Tras las elecciones de este 3 de noviembre entrará en vigor una de las sanciones más polémicas, según cubanos y cubanoamericanos consultados por CubaNet. Se trata de la prohibición de envío de remesas a la Isla mediante la compañía estadounidense Western Union, cuya contraparte cubana es Fincimex, una entidad controlada por los militares.
En sentido general, Trump ha asegurado que las sanciones de Washington a La Habana se mantendrán hasta que Cuba libere a todos los presos políticos, se respeten los derechos a la libertad de reunión y expresión, se legalicen los partidos políticos y se programen elecciones libres, indicó AP.
También la Casa Blanca confirmó que la Administración Trump continuará con su política de sanciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua, según la agencia de noticias EFE.
“En los próximos cuatro años seguiremos castigando a los Castro por la horrible forma en que tratan a su pueblo”, precisó Trump a CiberCuba.
Según el republicano, el régimen de “Cuba quiere llegar a un acuerdo porque están desesperados. Estamos golpeando muy duro a la dictadura de Castro. Tenemos que ver qué concesiones está dispuesto a hacer el Gobierno cubano antes de hablar de sentarnos a negociar con ellos”, precisó.
Biden
Por su parte, las promesas de la dupla Biden-Harris se basan esencialmente en revertir las políticas del actual presidente hacia el régimen de La Habana.
En varias ocasiones, Joe Biden ha asegurado que, de salir electo, agilizaría las solicitudes de asilo político de los miles migrantes cubanos varados en la frontera de México. Además, ha llegado a insinuar que eliminaría las deportaciones a la Isla y revertiría las restricciones a las remesas impuestas por Trump.
“Necesitamos una nueva política para Cuba (…). No tiene sentido que la administración actual deporte cientos de miles de cubanos de vuelta a una dictadura. Hay, aproximadamente, 10.000 cubanos en campamentos en la frontera de México por la agenda antiinmigrante de la administración actual”, aseguró recientemente Biden en un acto electoral en La Pequeña Habana, en Miami.
Quizás fue Kamala Harris, la aspirante demócrata a la vicepresidencia, quien más detalló la política a seguir por su administración, de ser electa este 3 de noviembre.
En una reciente entrevista concedida a EFE, Harris dijo que su política hacia Cuba “estaría gobernada por dos principios: primero, los estadounidenses, especialmente los cubano-estadounidenses, son los mejores embajadores de la libertad en Cuba. Segundo, dar poder al pueblo cubano para que determine su propio futuro es vital para los intereses de seguridad nacional de EE. UU.”.
“Nosotros daremos marcha atrás en las políticas fallidas de Trump. Y como hizo anteriormente como vicepresidente, Joe Biden, también exigirá la liberación de los presos políticos y hará de los derechos humanos una pieza central en la relación diplomática”, señaló.
Con respecto al embargo de Estados Unidos hacia Cuba precisó: “Se necesita una ley del Congreso para levantarlo o se necesita que el presidente determine que un Gobierno elegido democráticamente está en el poder en Cuba. No esperamos que ninguna de estas cosas ocurra pronto”.
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