Parlamentarias países
Miguel Gutiérrez / EFE

El número de países que rechazan los resultados en las elecciones a la Asamblea Nacional celebrada este domingo en Venezuela crece a medida que la jornada poselectoral avanza y ya son casi 50 los que no reconocen el triunfo del chavismo.

En América, el bloque más grande que ha dicho hasta el momento desconocer el resultado de la votación lo constituyen 16 naciones que firmaron una declaración en la que denuncian la falta de legitimidad.

En el documento, firmado por Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía, se pidió a la comunidad internacional unirse “al rechazo de estas elecciones fraudulentas”.

El texto se conoció luego de que el Consejo Nacional Electoral informara que la alianza oficialista venezolana del Gran Polo Patriótico (GPP) ganó con rotundidad las elecciones a las que fueron convocados cerca de 20,7 millones de venezolanos para elegir a 277 diputados entre unos 14.400 aspirantes, que estuvieron marcadas por una masiva abstención.

De inmediato, Nicolás Maduro aseguró que con ese resultado su cargo queda ratificado pese a que en las polémicas votaciones no participó la oposición que representa Juan Guaidó, a quien más de 50 países reconocen como el mandatario interino del país.

Rechazo de EE UU y la UE

Las voces de rechazo a lo ocurrido en Venezuela se alzaron desde distintos frentes.

En Estados Unidos, el secretario de Estado, Mike Pompeo, pidió a sus aliados que sigan reconociendo como presidente interino a Guaidó después de la farsa de este domingo.

“Instamos a todos los países comprometidos con la democracia a que se unan a nosotros para condenar la farsa y apoyar la legítima Asamblea Nacional y al presidente interino en el futuro”, manifestó en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense.

Según Pompeo, “esta farsa es solo un intento para instalar una Asamblea Nacional cómplice, un títere comprometido solo con Maduro, mientras se destruye la única institución democrática que quedaba en el país y que verdaderamente representa al pueblo venezolano”.

Por su parte, la Unión Europea pidió la celebración en Venezuela de elecciones legislativas y presidenciales “creíbles, inclusivas y transparentes”.

Los Veintisiete se negaron a reconocer el resultado de los comicios debido a que se hicieron sin “respeto al pluralismo político” y en un contexto de “descalificación y persecución de los líderes de la oposición”, según un comunicado.

El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, señaló que la UE no reconocerá a la nueva Asamblea Nacional cuando inicie su mandato el próximo 5 de enero.

En el mismo sentido se expresó el gobierno de Reino Unido por medio de su ministro de Exteriores, Dominic Raab, quien indicó que la votación “no fue libre ni justa”, por lo que llamó a “todos los líderes” venezolanos a que se comprometan a respaldar “una solución” para esa situación.

Preocupación en el vecindario

Colombia, que comparte frontera con Venezuela y es el territorio de América Latina que más duramente ha sentido la crisis política, social y económica que allí se vive al albergar a 1,7 millones venezolanos, tampoco reconoció el resultado.

El gobierno de Iván Duque, a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, señaló que los comicios fueron fraudulentos.

En Brasil, también fronterizo con Venezuela, el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, denominó el hecho como una “farsa electoral” debido a que se traduce en “más opresión y hambre” para los venezolanos y más “fuerza para el crimen” en toda la región.

“Sin embargo, el pueblo venezolano rechazó la farsa electoral. Con muy baja participación mostró que las elecciones legislativas no representan su voluntad”, indicó el canciller en Twitter.

Mientras tanto, Uruguay manifestó su preocupación ante el proceso de elecciones que considera “no fue llevado a cabo en conformidad con los principios y valores democráticos”, por lo que reiteró un llamado al diálogo entre el régimen de Maduro y la oposición.

La otra cara de la moneda

Aunque el rechazo al resultado electoral en Venezuela es mayoritario, sus viejos aliados no se hicieron esperar para felicitar al ganador.

“En nombre del pueblo, el partido y el gobierno cubano felicitamos al Gran Polo Patriótico, al PSUV y al pueblo bolivariano y chavista por la victoria alcanzada en las elecciones legislativas”, expresaron el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el líder del Partido Comunista (PCC, único legal), Raúl Castro.

Los gobernantes cubanos añadieron que “una vez más, la patria de Bolívar y Chávez bajo tu certera conducción, pone en alto su sentido democrático y participativo frente a las embestidas del imperialismo”.

Cuba es uno de los principales aliados del régimen, que en las últimas dos décadas ha brindado generosa asistencia económica a la isla, especialmente en petróleo y combustible.

Asimismo, Rusia negó que en las elecciones legislativas del domingo hubo “graves violaciones” y expresó su confianza en que la nueva Asamblea Nacional se convierta en una plataforma para el diálogo.

Según María Zajárova, portavoz de Exteriores, los observadores electorales resaltaron los “esfuerzos” realizados por las autoridades venezolanas a la hora de organizar una votación en línea con “los más altos estándares de transparencia, democracia, seguridad sanitaria y epidemiológica”.

A juicio de Rusia, si la comunidad internacional apoyara a la legalmente elegida Asamblea Nacional “contribuiría a la creación de las condiciones favorables” para el arreglo político.

Del continente americano, México, Argentina y Bolivia mantienen silencio y no se han manifestado todavía ante los resultados de los comicios a la Asamblea Nacional.