Bolsonaro cumple 2 años sin corrupción en el gobierno federal
Brasil comienza el año con 24 meses sin corrupción en el gobierno federal y con un presidente Bolsonaro comprometido a luchar contra el globalismo
Este 1 de enero Jair Bolsonaro cumple dos años en el poder y en 24 meses no ha habido un solo caso de corrupción en el gobierno federal de Brasil.
No es un dato menor considerando que su predecesora, Dilma Rousseff, fue destituida del cargo por corrupción y el expresidente Lula da Silva estuvo preso por el mismo delito.
Bolsonaro marca un antes y después en la política de Brasil. Sobre todo, logró que su país no sea más la sede y el banco del socialismo del siglo XXI.
El Foro de Sao Paulo se convirtió en el Grupo de Puebla, cambiando el socialismo clásico por el progresismo y ya no se financia más con el dinero del BNDES que operaba además como garante del régimen comunista cubano frente a sus préstamos internacionales.
Pero sin duda lo más sobresaliente de 2020 en todo el mundo fue la pandemia del coronavirus. Brasil es el tercer país con más casos registrados: más de 7,6 millones, de los cuales 6,7 millones ya se han recuperado.
En comparación con la población del país, la cifra no es tan alta: 35000 casos por cada millón de habitantes, o sea 3,5 % de la población.
Con más 213 millones de habitantes, Brasil ha enfrentado la dura decisión de priorizar la economía. Pues el flagelo del hambre es superior al miedo al virus.
Bolsonaro mantuvo la vacuna voluntaria, la Corte Suprema obligatoria
Como Brasil es una república federal, Bolsonaro se ha enfrentado a gobernadores que imponen cuarentenas estrictas sobre la población y sobre todo al Supremo Tribunal Federal que declaró obligatoria a la vacuna y volvió potestad de los gobernadores cómo castigar a quienes no se vacunen.
El presidente Bolsonaro, mediante el ministro de salud, declaró que la vacuna sería voluntaria y que haría una campaña de concientización para promoverla, pero jamás imponerla.
Paradójicamente los opositores y detractores de Bolsonaro le llaman “fascista”, cuando son ellos quienes buscan que todo esté dentro del Estado, incluido lo qué se meten los ciudadanos en el cuerpo.
La verdadera tiranía en Brasil es la llamada “dictadura de la toga”, ejercida por el Tribunal Supremo Federal, la mayor instancia de la justicia del país.
La persecución a los defensores de Bolsonaro
Desde junio de 2020, el Tribunal Supremo ha emprendido una campaña para detener, exiliar y censurar a los defensores del gobierno de Bolsonaro.
El último caso fue el del periodista Eustaquio Oswaldo. Primero le negaron el acceso a las redes sociales, luego le condenaron a arresto domiciliario, hasta que finalmente fue apresado y apareció paralizado en su celda.
Inicialmente su familia y su abogado temían que quedaría parapléjico. Pero lentamente está recuperando la movilidad, aunque permanece esposado a una camilla de hospital.
Mientras tanto, la activista provida Sara Winter permanece con un rastreador en su tobillo. Como ella, los personajes más destacados en Internet vieron sus redes sociales censuradas por orden del Supremo Tribunal Federal.
El periodista Allan Dos Santos tuvo que exiliarse por la persecución. Otros periodistas como Bernardo Kuster, director de ‘Brasil Sem Medo’ también fue silenciado.
La recuperación económica de Brasil
Pese al estancamiento que produjo la pandemia, la creación de empleo va en aumento. Brasil generó un récord de 394.989 nuevos empleos formales en octubre, una cifra que no se superaba desde 1992.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, calificó como «extraordinaria» la generación récord de empleos en octubre: «Eso fue reflejo de la crisis económica sin precedentes, provocada por la pandemia, pero, al actual ritmo, podemos terminar el año sin pérdida de empleos formales. Si conseguimos terminar 2020 con el mismo nivel de empleo de 2019 será un año histórico para la economía brasileña», afirmó en ese momento.
Todavía no están publicadas las últimas cifras, pero ya han superado las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Preveían que Brasil terminaría 2020 con una retracción económica de cerca de 9 % pero, los índices más alentadores señalan una bajada del PIB de cerca del 4,5 %.
Después de un aumento de 7,7 % en el PIB en el tercer trimestre, Guedes dijo que la economía está regresando en ‘V’. Esta expresión significa que una caída de la actividad económica se superará rápidamente. En el tercer trimestre, al momento ronda el 7 %.
También hay que mencionar los avances tecnológicos. Por ejemplo, Brasil construyó una línea de fibra óptica que la une con la Unión Europea bajo el mar y recientemente envió un satélite espacial a la India para ser enviado al espacio. Su fin es observar la región amazónica.
A pesar de meses de cuarentena, una lucha legal con el Tribunal Supremo Federal y el enfrentamiento con gobernadores opositores, la economía logra recuperarse.
La agenda internacional de Bolsonaro
Pero lo más destacado no fue lo logrado en casa sino la campaña internacional. Bolsonaro, junto a Trump, encabezaron la iniciativa provida frente a la agenda de control de natalidad impuesta por la ONU.
Respaldaron particularmente a las naciones árabes y firmaron el Consenso de Ginebra donde se comprometen a resguardar la vida y no permitir que la ONU infrinja la soberanía nacional en materia de protección de la misma.
El “chantaje económico” por parte de la ONU incluía a cambio de la ayuda financiera a los países afectados por el coronavirus, no solo la legalización del aborto, sino que también cambios en la Constitución para legitimarlo.
Bolsonaro dijo no. Y afirmó el 30 de diciembre, luego que la vecina Argentina legalizó el aborto, que bajo su presidencia no pasaría en Brasil.
Bolsonaro dejó en claro que en Brasil la justicia castigará al delincuente, como pasó en Navidad cuando indultó a los policías detenidos por matar a criminales y que se protegerá al inocente desde la concepción hasta la muerte natural.
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