Consulta con una cartomántica: Las preguntas de los cubanos a las cartas
La cartomántica habanera Silvia Albuernes Almenares asegura que la mayoría de las personas que consulta quiere saber si tiene posibilidades de irse del país.
LA HABANA, Cuba. – Silvia Albuernes Almenares asegura que habla por los espíritus mediante la cartomancia. Rodeada de vasos espirituales, figuras sincréticas, imágenes del catolicismo, fotos de políticos y reguetoneros cubanos, interpreta los mensajes de las cartas por el precio de 30 pesos.
Bajo la escasa luz del interior de su casa, ubicada en la calle Refugio no. 60, en La Habana Vieja, Silvia lanza las cartas españolas sobre su mesa forrada con un manto azul, el color de Yemayá.
A medida que deshoja el fardo de barajas habla al consultante de su vida pasada, presente y futura. Cuando culmina la consulta espiritual, las nuevas esperanzas con las que se marcha el creyente valen más que los todos los aciertos de la adivina sobre la vida privada.
En un país lleno de incertidumbre escuchar mensajes alentadores del futuro ayuda a despejar los problemas del presente. Silvia conoce en primera persona las perturbaciones que sumergen a los cubanos en la desesperación. La cartomántica utiliza este conocimiento a su favor para entrar en el subconsciente de las personas y ayudarlas en la toma de decisiones.
Las décadas de experiencia en el oficio le han dado la certeza sobre cuál es el principal mensaje que los cubanos desean escuchar del futuro.
“Hay quienes entran a consultarse porque ven el cartel, otros vienen porque me conocen y tienen fe. Lo que sí te puedo asegurar es que todos traen la mente atormentada, sin soluciones (…). La mayoría quiere saber si tiene posibilidades de irse del país, se desesperan por saber cómo, sobre todo los jóvenes, las muchachas (…). Ponen la esperanza en conocer un extranjero que termine sacándolo del país”, dice.
La tendencia de los más jóvenes por abandonar la Isla está dada por la negación del desarrollo individual que caracteriza la política del Gobierno cubano. En 2021, el modelo socialista impuesto en el país promete agudizar una de las peores crisis de los últimos 62 años.
Un estudio demográfico de la Universidad de La Habana indica la existencia de cubanos en unos 129 países, algunos tan ajenos como Timor y Turquía. La emigración de la Isla está caracterizada por la creciente presencia femenina y el incremento de jóvenes y profesionales. La estampida migratoria ha reducido la fecundidad y la natalidad y, por ende, ha acelerado el envejecimiento poblacional en Cuba.
Silvia tuvo posibilidades de irse del país. Declinó varias invitaciones de sus ahijados y, aunque no se arrepiente por sus nietos, considera que su vida pudo ser diferente.
“Hubo un tiempo que me llamaban para sacarme de Cuba. Algo me retuvo aquí, estoy segura de que es mi destino. El destino está escrito, puede cambiar en un momento, pero terminas en el mismo lugar”, asegura.
Silvia se describe como una persona nacida para consultar a los espíritus mediante las cartas. Las anécdotas de su experiencia como cartomántica exponen la vida de cubanos atormentados por la vigilancia policial, el desespero económico, los amores separados por la emigración, los vecinos delatores, la separación familiar, la ilusión de una casa donde vivir, o las frustraciones sociales, todos los desafíos que obligan a los cubanos a huir de la Isla.
“Hay necesidades que no tienen solución; la gente tiene que entenderlo. El cambio en la vida no debe esperar por que el espíritu te lo anuncie con un viaje a otras tierras”, explica Silvia, quien asegura que los cubanos se caracterizan por no perder la esperanza. “Cuando tú no tienes nada, lo esperas todo”, termina.
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