700 trabajadores del Clínico han renunciado entre diciembre y lo que va de año
Solo estas últimas tres semanas 21 camilleros han dejado sus puestos de trabajo, obligados no por la pandemia, sino por los bajos salarios. Ganan menos de tres dólares al mes.
Caracas. “Es por hambre, no por la pandemia que nos estamos yendo de los hospitales”, gritaban los trabajadores del Hospital Clínico Universitario de Caracas que, durante la mañana de este lunes 22 de febrero, protagonizaron una protesta para exigir salarios justos. De ese puesto asistencial se han ido 700 trabajadores entre diciembre de 2020 y lo que va de 2021.
A ese lote de 700 trabajadores que se han ido se suman otros 400 trabajadores a los que les suspendieron el salario, mientras se regulariza su situación laboral, pues no han llevado la carta de renuncia. En este puesto asistencial había una nómina de 11.000 trabajadores y quedan cerca de 6000.
Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud, dijo que ya están en asamblea permanente en todos los centros asistenciales y que se declararán en conflicto nacional, pues no viven con esos salarios de hambre.
Dijo que la precarización de los sueldos ha empujado a los trabajadores del sector, 75 % mujeres, a la economía informal, con el agravante de la afectación en la prestación del servicio hospitalario.
1.200.000 bolívares cada quincena no alcanza ni para pagar pasajes. “Muchos venimos de la periferia. Cuando es semana radical venir de Guarenas son 1.400.000 bolívares en un día, los bancos te dan 200.000 bolívares en efectivo. Muchas veces venimos sin comer, con los zapatos rotos, a trabajar por pura vocación. Nosotros le estamos pagando al Estado cada vez que venimos al hospital y no hay ni agua para lavarnos las manos”, denunciaban las enfermeras.
Desde antes de la pandemia en el Clínico no estaban funcionando los 11 ascensores. Al parecer, dijo Dennis Guédez, representante sindical, están dañadas algunas guayas y lo que ha dicho el director es que no les han enviado el presupuesto de 2021 para empezar a hacerles mantenimiento,
En consecuencia, para llegar al piso 11, donde está la sala de partos, o a los quirófanos, en el piso 5, hay que usar la rampa. Por ahí pasan a las parturientas, a los recién operados, los cadáveres, la basura, la comida. Quienes cargan el agua hacia los pisos altos también usan la rampa o las escaleras.
Ahora en el Clínico, hospital centinela para atender casos COVID-19, el agua es intermitente, hay pasillos enteros sin luz y al personal no se le dota de los equipos de bioseguridad. “Aquí hay un déficit tremendo, se han ido más de 700 trabajadores recientemente, y es por todo el tema salarial, y luego no hay incentivos ni motivación laboral”, se quejaron
Los pacientes con coronavirus son atendidos en el área de emergencia de adultos. La semana pasada tenían 27 hospitalizados. Pero si llega un infartado o alguien con una herida de bala la recomendación de los médicos a los familiares es que se los lleven a otros centros.
“Aquí el déficit de personal, principalmente en el área de enfermería, es alto. Por ejemplo, en el área neonatal de un grupo de 20 enfermeras quedan nueve. A veces somos dos en un servicio. Pero nadie puede hacer más por 1.200.00 de salario”, dijo Norkis Corales.
Son 5000 bolívares que les pagan por una guardia diurna y 8000 por la nocturna, frente a esa realidad muchas prefieren migrar.
“Y esa migración forzada solo es por los bajos salarios, Nicolás Maduro”, repitió Pablo Zambrano, al término de la concentración, que, igual que otras acciones de protesta en los alrededores del Hospital Universitario, contó con la presencia amenazante de los grupos de choque, llamados colectivos.
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