Hunter Biden admite que «podría» ser suya la computadora con correos comprometedores
El hijo del presidente de EEUU asomó la posibilidad de ser dueño de la computadora abandonada en Delaware que contienen numerosos correos sobre negocios ilícitos con China y otros países
Hunter Biden, hijo del actual presidente de Estados Unidos, asomó una posibilidad que viene siendo un secreto a voces desde hace meses. La computadora con correos electrónicos abandonada en un centro técnico en Delaware «podría ser» suya, dijo durante una entrevista.
Cuando fue interrogado por primera vez sobre el tema, Bien dijo que no estaba seguro de si la computadora portátil era de su propiedad. Sin embargo sus palabras cambiaron ligeramente cuando la periodista del canal CBS lo presionó.
“Podría haber una computadora portátil que me robaron. Podría ser que me piratearon. Podría ser que fuera la inteligencia rusa ”, fue la frase que después esbozó el empresario. El video es un extracto de la entrevista que será publicada completa en los próximos días.
El cliente que dejó la computadora con los famosos correos electrónicos en abril de 2019 en Delaware nunca pagó y mucho menos fue a buscarla. Desde entonces, se convirtió en una especie de pesadilla que no ha dejado de perseguir a los implicados en numerosos correos electrónicos y archivos. Allí estarían plasmados escándalos como los negocios de Biden con Ucrania y China.
Correos y negocios millonarios
La relevancia del tema llevó al FBI a abrir una investigación criminal sobre ‘»Hunter Biden y sus asociados» en 2019, según revelaciones del periodista estadounidense James Rosen. Pero esto no es lo único, los correos provocaron la respuesta de un ex socio de Hunter Biden, quien confirmó la autenticidad de uno de estos.
El mensaje es «genuino» y «el tipo grande» mencionado es una referencia al padre de Hunter, el exvicepresidente y actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden. La aseveración vino de Tony Bobulinski, el destinatario de ese correo que mencionaba un presunto acuerdo comercial con una empresa china.
John Paul Mac Isaac es el técnico que recibió la computadora con los correos electrónicos. Él presentó una demanda de 500 millones de dólares contra Twitter por difamación. La red social bloqueó la información a todos los usuarios publicada por New York Post, asegurando que los informes se basaban en «materiales pirateados».
Las repercusiones no han parado desde ese entonces, porque afectan en gran medida la imagen de Joe Biden, quien inclusive ha negado cualquier negocio bajo cuerda con países como China y Rusia, pero toda la información alrededor del caso sigue latente.
A finales del año pasado, Fox News develó otra serie de correos electrónicos donde el hijo del demócrata Joe Biden y insta al presidente de la CEFC China Energy, Ye Jianming, a enviar «rápidamente» una transferencia de 10 millones de dólares para «financiar y operar adecuadamente» una empresa conjunta. La empresa quebró y no ha rastro del dinero.
Adicción y recaídas
A Hunter Biden no solo lo rodean los escándalos por negocios turbios. El hijo de Joe Biden también ha tenido problemas de adicción que él mismo cuenta en un libro de su autoría llamado «Beautiful Things«, próximo a ser publicado.
Adicción al crack y al alcohol marcaron el camino en su adolescencia y parte de su adultez. «Compré crack en las calles de Washington, DC, y cociné la mía dentro de un bungalow de hotel en Los Ángeles», se lee en el prólogo del libro.
Cuenta que su primer trago fue una copa de champán con tan solo 8 años; a los 20 afirmaba que «podía beber cinco veces más que cualquier otra persona».
Esto y más siguió pasando mientras Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama. Se volvieron constantes cosas como cortar la protuberancia de plástico en botellas de vodka, para que fluyera más rápido y recaídas tras rehabilitaciones.
Lo último que se conoció sobre sus polémicos negocios fue que Hunter Biden aún mantiene negocios con empresas chinas. Desde la Casa Blanca afirmaron Biden todavía estaba trabajando para poner fin a su participación del 10 % en una firma de inversión formada por entidades estatales en China. Joe Biden había prometido en 2019 que ninguna persona de su familia tendría vínculos comerciales con una corporación extranjera o un país extranjero.
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