La Semana Santa inicia con el Domingo de Ramos y finaliza con el Domingo de Resurrección. En este lapso de 7 días el cristianismo cumple con la rememoración de los momentos más importantes en la vida de Jesucristo y establece, nuevamente, para los fieles la memoria de su pasión, muerte y resurrección. La fecha de su realización es variable por ser la última semana de la Cuaresma, en la cual transcurre el primer plenilunio de primavera. 

En este período de conmemoración religiosa se reviven en distintas partes del mundo los acontecimientos ocurridos desde la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén, su presencia en la Última Cena, el Viacrucis, su muerte y resurrección. 

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Las referencias de la Semana Santa datan del siglo IV d.C. en Egipto, Palestina y el territorio correspondiente a Turquía y Armenia. En un principio existían, según las sagradas escrituras y registros históricos, algunas discrepancias sobre la fecha de su realización pero en el año 314 d.C. en el Concilio de Arlés se obligó a toda la cristiandad a celebrar la Pascua en la misma fecha, que sería escogida por el papa. Luego, en el Concilio de Nicea I celebrado en el año 325 d.C. se establecieron las reglas pertinentes para la Semana Santa y, además, se escogió a la Iglesia Alejandrina para calcular la fecha.

Ahora, el contexto actual de la pandemia por covid-19 ha modificado las tradiciones de la Semana Mayor. Sin embargo, los feligreses han mantenido las tradiciones de reflexión, vigilia, ayuno y oración en sus hogares o, en algunos casos, en los templos religiosos.

Domingo de Ramos 

El inicio de la Semana Santa representa la llegada de Jesucristo a Jerusalén, recibido por una gran multitud, según las sagradas escrituras. En Caracas este día es celebrado por los Palmeros de Chacao, parte de una tradición que data de 1770. En ella participan desde niños hasta ancianos. Cada uno sube el viernes anterior al Domingo de Ramos el cerro El Ávila a buscar las palmas y, posteriormente, bajan a la ciudad para ser bendecidos.

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Es una tradición que enmarca la llegada de la Semana Mayor en la ciudad capital de Venezuela. Sin embargo, en los últimos dos años por el contexto pandémico dicha celebración se ha pospuesto y, ahora, la bendición de las palmas ocurre desde el hogar.

Este Domingo de Ramos, 28 de marzo, el cardenal Baltazar Porras celebró la eucaristía desde la Catedral de Mérida y fue transmitida a través de las redes sociales. 

«Estaremos celebrando la Semana Santa en casa acompañándolos con las transmisiones de nuestros canales de Instagram y Youtube. Cuidar sus vidas y prevenir contagios es nuestro compromiso y la responsabilidad que estamos asumiendo”, explicó Honneger Molina, vicario episcopal de medios de comunicación de la Arquidiócesis. 

Lunes, martes y miércoles santo

Los días que anteceden el triduo pascual son importantes para la preparación reflexiva de los feligreses. El lunes Santo está dedicado a la meditación del evangelio de la unción de Jesús realizada por María de Betania en la casa de Lázaro. 

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Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa. María tomó una fibra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:
-«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo:
-«Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús”, aparece en versículo 12 del libro de Juan.

El martes santo se conmemora el momento en el que Jesús revela la traición de uno de sus apóstoles y menciona a Judas Iscariote. Además, la reflexión del evangelio habla sobre la negación de Pedro, profetizada por Jesús. 

Por su parte, el miércoles santo se recuerda la traición y entrega de Jesús a los miembros del Sanedrín por parte de Judas Iscariote. Es el último día de la Cuaresma, antes de comenzar con el Triduo Pascual. En Caracas se realizó la procesión del Nazareno de San Pablo, para evitar las aglomeraciones en sitios cerrados y brindar la imagen de Jesús a los fieles. 

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Semana Santa: Triduo Pascual 

El jueves, viernes y sábado santo representan los tres días principales de la liturgia cristiana antes del domingo de resurrección. El jueves santo se celebra la Última Cena de Jesús con sus discípulos, la institución de la eucaristía, la orden sacerdotal y el lavatorio de pies. Los feligreses caraqueños realizan ese día la visita a los siete templos de la capital venezolana, los cuales son: La Catedral de Caracas, el Corazón de Jesús, la iglesia de Las Mercedes, San Francisco, Altagracia, la Santa Capilla y Santa Teresa.

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El viernes santo es la crucificción de Jesús y se solemniza la pasión de Cristo. Ese día los fieles cumplen con el ayuno y la abstinencia de comer carne como penitencia. Igualmente, durante toda la semana el individuo cristiano se abstiene de comer roja y sustituirlo por carne blanca u otros alimentos. Una de las tradiciones más comunes en algunas regiones del país es la realización de siete potajes, los cuales son siete comidas diferentes sin carne roja.

El sábado santo, por su parte, es el intermedio entre la muerte y resurrección de Cristo. Este día se realiza una vigilia pascual para bendecir el agua y encender las velas como señal para el regreso de entre los muertos de Jesús. Luego, el domingo de resurrección o domingo de pascua se celebra el retorno de Jesús y su aparición frente a los discípulos. 

En Venezuela existe la tradición de la “Quema de Judas”, realizada el domingo de resurrección. El motivo principal es el recuerdo de la traición de Judas Iscariote a Jesús y, a su vez, este muñeco, elaborado con retazos de tela, representa un «personaje traidor» de su comunidad. Este es escogido a través de un testamento satírico y, luego, el muñeco es transportado por todas las calles de la comunidad, injuriado, ahorcado y dramáticamente quemado.

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Algunos registros históricos plantean que la primera vez que se realizó este evento fue en 1499. De esta manera, durante los siglos siguientes se instauró como parte de la tradición venezolana en la Semana Mayor. 

En este momento, aunque las medidas de bioseguridad contradicen a la muchedumbre de las celebraciones, se mantiene la continuación de la vigilia y la reflexión durante toda la semana. Los feligreses podrán disfrutar su relación con la divinidad desde sus hogares.