Violencia física y amenazas: lo que le faltaba a la decadente política argentina
Ahora el atrasado debate político nacional parece haber descendido a un nivel en el que las discusiones se solucionan a los golpes. ¡Vergonzoso!
La política argentina tendría que discutir otras cosas. Según las estadísticas oficiales del INDEC, para 2020, la pobreza en el país alcanzó 42 %. Esto significa que casi 19 millones y medio de personas son pobres. El número de indigentes en el país también es demasiado alto como para naturalizarlo: 10,5 %.
Pero lo peor es que estas cifras alarmantes son bastante artificiales y la tendencia en el mediano plazo es hacia un panorama mucho peor. Es que los subsidios y planes de emergencia, lejos de ir siendo reemplazados por inversión y trabajo real, siguen creciendo, de la mano de un Estado quebrado que no hace más que imprimir billetes. La mentira de los “Precios Cuidados”, que ayuda a disimular la inflación (que de por sí es altísima), también comienza a quedar en evidencia por la enormidad de faltantes y por la imposibilidad de seguir produciendo a pérdida por parte de las empresas.
En lugar de discutir estas cuestiones de fondo, la política argentina sigue descendiendo en materia de debate. Ahora parece que la cuestión pasa por los empujones, los golpes y las amenazas. En la última sesión de la Cámara de Diputados, el legislador macrista Fernando Iglesias pidió la palabra para decir que un colega del oficialismo lo increpó y lo empujó en las inmediaciones del recinto, haciéndolo “trastabillar”. Su interbloque pidió una sanción ejemplar, pero una diputada kirchnerista salió a embarrar la cancha, diciendo que, a ella, Iglesias la trata de “loca” en las redes sociales. Como era de esperar, todo terminó en escándalo y Sergio Massa pidió un cuarto intermedio para reunirse con los jefes de bloque.
Con el tema en discusión en los medios, el conductor cercano al oficialismo Coco Sily relativizó la agresión que recibió el legislador de Juntos por el Cambio a manos de Carlos Vivero, que reconoció el hecho, pero dijo que fue “un simple empujón”. Sin embargo, Sily cargó contra Iglesias y reconoció que tenía ganas de decirle que le iba a “arrancar la cabeza”. Su justificación fue la crítica del diputado opositor a Estela de Carlotto, que había pedido la detención inmediata de Mauricio Macri. “¿En qué te convertiste, Estela?”, dijo Iglesias en el recinto, haciendo referencia al pedido de cárcel sin juicio ni condena. Para el conductor, la referente de Abuelas de Plaza de Mayo no puede recibir cuestionamientos, por lo que decidió amenazar abiertamente al diputado macrista:
“Mira para todos lados cuando salgas, porque si te cruzás conmigo, te voy a cagar bien a trompadas”.
Éramos pocos y cayó “El Dipy”
Desde su popular cuenta de Twitter, el músico antikirchnerista le respondió a Coco Sily, en los términos que el conductor de radio había elegido para referirse a Iglesias. Lo trató de “cagón” por utilizar la radio para amenazar en lugar de ir a buscarlo directamente. También manifestó que sabía que se estaba haciendo el vivo con un político que no iba a aceptar la pelea, por lo que si quería pelear, podía cruzarse con él.
Seguramente, en las próximas horas, alguien del kirchnerismo le responderá al Dipy y lo invitará a agarrarse a las piñas. Mientras tanto, el debate sobre el 42 % de pobres y el 10,5 % de indigentes que tiene Argentina sigue esperando.
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