Diputado argentino pidió «terminar con el Estado de Israel»
Un legislador de izquierda manifestó que es “imposible” la convivencia pacífica entre israelíes y palestinos y dijo que la única solución es la desaparición del Estado judío. Lamentable
Muchas veces el famoso “voto bronca” hace que la gente, desencantada por los partidos tradicionales, ponga en el sobre y en la urna alguna propuesta de la izquierda dura. Como una especie de castigo a los políticos tradicionales. Pero lo cierto es que, cuando algunos de estos candidatos se hacen de una banca, sus acciones, propuestas y declaraciones resultan absolutamente nefastas. Hoy, un diputado de la “izquierda socialista” manifestó la necesidad de “terminar con el Estado de Israel”.
El ridículo en cuestión es Juan Carlos Giordano. Para él, Israel es una amenaza al “heroico pueblo palestino” que es víctima de los crímenes del “Estado genocida y sionista de Israel”. En su opinión, el argumento de la defensa contra el terrorismo no es más que una “campaña falsa sionista”. Falso es su argumento, como la falacia de la existencia de un “pueblo palestino” único, que desea la desaparición de Israel.
Cabe destacar que lo de “ridículo” no es una opinión política, ni personal, ni subjetiva, ni ideológica. Su posición es absolutamente absurda. Para Giordano, luego de la desaparición de Israel, podría tener lugar un Estado “laico, no racista y democrático. Sus palabras exactas fueron las siguientes:
“Queremos decir nuestra salida, que no es la reaccionaria e inviable salida de los dos Estados. Es imposible. Hay que terminar entonces con el Estado sionista e imponer un Estado único en todo el territorio de Palestina que sea laico, no racista y democrático”.
¿En qué cabeza entra que los enemigos de Israel, que desean unilateralmente su desaparición, tienen algún interés en un Estado “laico, no racista y democrático”? Los que, como él, pretenden la desaparición del país más libre y civilizado de la región, se aniquilan con guerras fraticidas sangrietas y desprecian los derechos humanos más básicos.
Para ellos la ley es la religión, las mujeres representan bienes de uso personal y los homosexuales son seres que necesitan morir arrojados de altos edificios atados a una silla, por la misericordia de salvar, aunque sea su alma. Claro que si la caída no hace su trabajo, el acto misericordioso se termina a piedrazos en el suelo. La misma suerte de las mujeres que desobedecen a sus padres o “dueños”. Paradójicamente, la “izquierda socialista” de Giordano dice presente en las marchas del orgullo gay, como en las manifestaciones feministas.
Aunque muchas veces la política tradicional decepciona, antes de agarrar la boleta de las fuerzas minoritarias de izquierda por un mero hecho de protesta, habría que recordar estas atrocidades y pensar si queremos que esta gente y su grupo de asesores vivan cuatro años a costa nuestra.
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