El peor gobierno de la historia argentina ahora cierra las exportaciones de carne
Enojado por la suba de precios, Alberto Fernández prohibió la exportación de carne por 30 días. Los desastres generados por estas medidas se verán en el mediano plazo.
El presidente argentino ya venía avisando que estaba enojado y que algo iba a hacer para frenar los aumentos de precios, sobre todo en el sector alimentario. Sin intención de corregir ningún desajuste macroeconómico o monetario, Alberto Fernández se decidió por una absurda medida, digna del kirchnerismo más duro y retrógrado: cerrar la exportación de carne por un mes. En lo que va de su año y medio de mandato, el Frente de Todos parece que el único objetivo que busca alcanzar es el de convertirse en el peor Gobierno de la historia argentina.
“Es de un nivel de insulto pocas veces visto. Esto nos costó fortunas generarlo, tomó años posicionarnos en el mercado, luego salen a cerrarlo sin una razón valedera que lo justifique. Hay que verlo desde un costo político, pensarlo con seriedad. Esto no se resuelve con una sonrisa o con una disculpa”, señaló el especialista y consultor ganadero Víctor Tonelli.
Desde el Gobierno aseguran que estas disposiciones buscan abaratar el consumo interno, pero en el sector cárnico piensan distinto. Los perjudicados por esta insólita medida consideran que detrás de la iniciativa no hay más que prepotencia y amenazas a futuro. Incluso señalan que la prohibición no tendrá impacto en los precios domésticos ya que, mayoritariamente, los cortes de exportación son distintos a los del consumo masivo interno.
El argumento de la Fundación para el Desarrollo de Argentina parece ser un poco más realista que el de Alberto Fernández. Ellos señalan que el cierre de las exportaciones es lo “opuesto” a lo que se necesita y que el problema no es que la carne (y el resto de los productos) estén caros. Desde la organización advierten que el problema es que los argentinos no pueden pagar por las cosas. “Venimos perdiendo poder adquisitivo desde el 2018, como consecuencia de la caída de la economía, la inflación y la devaluación. Lo que necesitamos es generar más empleo, actividad económica e inversiones”, señalaron.
Carne para hoy, hambre para mañana
En el cálculo cortoplacista del kirchnerismo, lo único que parecen ver es que los cortes que no se exportarán este mes se volcarán al consumo interno, frenando un poco el aumento de precios. Sin embargo, parecen ignorar que en el mediano plazo la medida generará todo lo contrario: una retracción de la oferta que será sinónimo de precios más altos.
En el sector exportador están preocupados, ya que no podrán cumplir con contratos vigentes y temen que los clientes de hoy elijan socios comerciales más previsibles en el largo plazo. Todo esto es garantía de un desincentivo en la producción a futuro, lo que vendrá de la mano con una pérdida de potencial importante en un sector más que estratégico.
Cabe destacar que en la industria de la carne trabajan 400.000 personas dedicadas al abastecimiento local y 100.000 vinculadas con el mundo exportador.
Argentina: el vecino tonto ideal
¿Quiénes están agradecidos con esta locura? Los gobiernos y productores de Uruguay, Paraguay y Brasil. Ellos han sabido explotar sus ventajas comparativas: incentivar a un creciente sector agropecuario y explotar al máximo las posibilidades que brinda un gran vecino estúpido.
“Festeja Uruguay: un cierre por 30 días dejaría lugar solamente para realizar embarques aéreos de Cuota 481, la cuota de carne enfriada a Europa más cara que tiene Argentina. En junio se abría la ventana trimestral de esta cuota, que no tiene aranceles”, señaló en sus redes sociales Darío Colombatto, consultor ganadero y profesor titular de Bovinos de carne en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Cabe destacar, que en el primer cuatrimestre del año Uruguay exportó 618 millones de dólares de carne, incrementando un 28 % del mismo período en 2020. El “regalito argentino” sin dudas será sinónimo de buenas noticias.
Los argentinos que frecuentamos Paraguay lo sabemos de primera mano. Año tras año la carne local se supera. Atrás quedaron las épocas donde en un asado paraguayo se disfrutaba solamente de la cerveza helada y la mandioca con aceite de oliva. Y los mercados internacionales lo saben, por eso apuestan al mejoramiento y profesionalidad que al final se traduce en calidad, cuando se habla de la carne paraguaya.
En 2020, Paraguay batió su récord de exportación con 271.000 toneladas de carne bovina. Este año van por más y apuntan a consolidar los mercados de Estados Unidos y Japón. Por su parte, el año pasado también fue exitoso para Brasil, que también superó su propia marca. Con un incremento del 8 % a lo exportado en 2019, mientras que el año pasado superaron las dos millones de toneladas vendidas al mundo. La política agroexportadora kirchnerista, sin dudas hará un aporte para que en 2021 sigan los éxitos.
A diferencia de Uruguay, Paraguay y Brasil, el récord al que apunta la gestión de Alberto Fernández parece ser uno más triste: convertirse en el peor Gobierno de la historia argentina.
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