En claves: La inminente nueva negociación entre la oposición, Miraflores y la comunidad internacional
En las últimas semanas se reactivó la agenda política: Henrique Capriles, el PSUV y partidos de la Mesa de Diálogo Nacional acordaron un nuevo directorio del CNE. Los rectores iniciaron la revisión de las condiciones electorales. Juan Guaidó presentó un Acuerdo de Salvación Nacional que recibió el visto bueno de Estados Unidos, la Unión Europea y España. Nicolás Maduro aceptó sentarse con Guaidó y actores internacionales. Noruega se consolida como facilitador confiable.
Caracas. En los últimos días y luego de meses de inercia política en Venezuela, los hechos apuntan hacia una inminente nueva negociación entre la oposición, Miraflores y la comunidad internacional.
Los líderes de al menos tres bloques de la oposición, de la coalición gobernante y de la comunidad internacional parecen haber entrado finalmente en una dinámica de acercamientos, propuestas y decisiones que podrían conducir a un nuevo mecanismo de diálogo con miras a una salida a la crisis multifactorial en el país.
Aunque a estas alturas ese inminente proceso es aún incipiente, es pertinente acotar que estaría precedido de al menos cinco intentos fallidos de diálogo y/o negociación en los últimos siete años: el de 2014 con veeduría de Unasur; el de 2016 con el Vaticano como garante; el de 2017-2018 con República Dominicana como anfitrión y cinco países garantes; el de 2019 con Noruega como facilitador con apoyo de la Unión Europea; y un proceso intentado desde la Asamblea Nacional en 2020, con asistencia del PSUV y la oposición liderada por Juan Guaidó, para designar a los rectores del CNE.
Si bien ninguno logró el o los objetivos (elecciones confiables, levantamiento de sanciones internacionales, renovación del CNE, etc.) cada proceso ha significado un aprendizaje para las partes.
A continuación resumimos las claves de este nuevo intento de acordar una solución pacífica y constitucional a la crisis humanitaria, institucional, política, económica y social de Venezuela.
Designación de nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral
Luego de un proceso de recepción de postulaciones de candidatos a rectores electorales que fue abierto, cerrado y vuelto a abrir en medio de conversaciones entre factores liderados por Henrique Capriles, los partidos de la Mesa de Diálogo Nacional, el PSUV y la delegación Noruega, el 4 de mayo la Asamblea Nacional instalada el pasado 5 de enero designó y juramentó a 15 rectores del Consejo Nacional Electoral entre principales y suplentes.
Diversos actores internos y externos, entre ellos algunos voceros de la Unión Europea, le dieron un voto de confianza al nuevo directorio, mientras Estados Unidos y Canadá ratificaron su respaldo a una salida negociada y afirmaron que serían los venezolanos quienes deberían decidir si ese CNE era útil para ese fin.
Entre los detractores del proceso que condujo a la renovación del ente electoral destacaron la Plataforma Unitaria, que reúne a más de 30 partidos de oposición en torno a Juan Guaidó, así como el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Acuerdo de Salvación Nacional
Una semana exactamente después de la designación de los nuevos rectores electorales, Juan Guaidó presentó a la opinión pública interna y externa una propuesta de salida negociada que denominó Acuerdo de Salvación Nacional.
El instrumento está basado en cinco pilares de acción política en los que Guaidó y los diputados que integran la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional (instalada tras la reforma del Estatuto para la Transición) estuvieron trabajando desde comienzos de año y dando a conocer en giras, actividades y reuniones con sectores aliados.
Guaidó y sus aliados internos han insistido en que el momento de las negociaciones se agotó y llegó el momento de sentar a la oposición democrática, los factores que sostienen a Nicolás Maduro y la comunidad internacional para sellar el Acuerdo de Salvación Nacional que contempla cuatro objetivos: un cronograma integral de elecciones con condiciones (presidenciales, regionales, locales y parlamentarias); la entrada de ayuda humanitaria y vacunas contra la COVID-19; garantías para todos los actores de la oposición y el chavismo; y levantamiento progresivo de sanciones condicionado al cumplimiento de los otros objetivos.
El CNE presenta agenda para revisar condiciones electorales
El mismo 11 de mayo al final de la tarde, el presidente del CNE, Pedro Calzadilla, anunció que el organismo se declaraba en sesión permanente para revisar una serie de actividades y condiciones electorales de cara a los comicios regionales de este año. Entre ellas:
- Auditoría técnica integral, amplia e incluyente de Registro Electoral.
- Apertura de la inscripción y actualización del RE.
- Observación electoral internacional amplia (Unión Europea, Unión Africana, América Latina).
- Auditoría técnica amplia e integral del sistema de votación usado el 6D-2020.
- Auditoría técnica amplia e integral del sistema de identificación biométrico.
- Revisión de la inhabilitación de dirigentes y partidos políticos.
- Elaboración de un cronograma tentativo y fecha para la elección conjunta de alcaldes, gobernadores, concejales y legisladores regionales (que sería presentado en las próximas horas).
Maduro acepta sentarse con Guaidó
Luego de una primera reacción, el 11 de mayo por la noche, en la que descalificó a Guaidó como actor político y su propuesta de acuerdo, ayer 12 de mayo Nicolás Maduro dijo estar dispuesto a reunirse con Guaidó y con toda la oposición “con la ayuda de la Unión Europea, del gobierno de Noruega, del Grupo de Contacto”.
Entre una postura y la otra, Maduro reveló que Guaidó envió a Freddy Guevara como emisario para establecer un enlace con Miraflores, según dijo, con miras a participar en las elecciones regionales de este año. Guevara, por su lado, confirmó la diligencia, pero aclaró que es un acercamiento con el objetivo de sentar las bases para el Acuerdo de Salvación Nacional. Guaidó también lo confirmó en una rueda de prensa el día de ayer.
Comunidad internacional dispuesta a acompañar el Acuerdo de Salvación Nacional
Desde que Guaidó hizo la presentación del Acuerdo de Salvación Nacional, varios países y líderes regionales han expresado su apoyo a la iniciativa.
El 11 de mayo, el embajador de Estados Unidos para Venezuela (radicado en Colombia), James Story, dio un espaldarazo vía Twitter a la iniciativa. Al día siguiente a primera hora de la mañana, la subsecretaria de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, emitió el respaldo de esa oficina “a Guaidó y a los esfuerzos de la oposición para restaurar la democracia pacíficamente”. Y hoy, Story reiteró su apoyo, aunque aclaró que su país no es parte de ninguna negociación porque ese proceso debe ser entre venezolanos.
España, cuya alta diplomática Cristica Gallach estuvo en Venezuela a fines de marzo, señaló ayer que la propuesta de Guaidó incorpora todos los elementos deseables para alcanzar una salida pacífica: una negociación, protagonizada por los venezolanos, con acompañamiento internacional, que conduzca a unas elecciones democráticas.
El vocero de Asuntos Exteriores de la UE, Peter Stano, declaró a EFE también ayer que el bloque respaldará todos los esfuerzos de diálogo liderados por actores venezolanos y acotó que el bloque está en contacto regular con los dirigentes relevantes en Venezuela.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo hoy sentirse “más que satisfecho” con el contenido de la propuesta y expresó su disposición a apoyarla “en todo lo que pueda” y consideró que las venideras elecciones regionales y locales son “un buen momento” para avanzar en un acuerdo.
¿Qué ha dicho Noruega?
El lunes 10 de mayo el reino de Noruega emitió un comunicado sobre Venezuela que no parece casual. Primero por la fecha, justo un día antes de la presentación del Acuerdo de Salvación Nacional; y segundo, porque el mismo Juan Guaidó declaró ayer que su propuesta había sido conocida y previamente acordada “por los aliados”, y resaltó que Noruega podría ser garante de este acuerdo.
El comunicado completo de este lunes, emitido por el reino de Noruega señala:
“Es crucial encontrar una solución pacífica, inclusiva y duradera para la crisis en Venezuela. Esta es una crisis política y económica con un impacto humanitario mayor. Un gran número de personas han abandonado Venezuela, poniendo una presión considerable sobre los países de la región. Noruega ha llamado en varias ocaciones a los actores políticos en el país para poner los intereses de la población en primer lugar y hacer todo lo posible para encontrar una solución política e inclusiva al conflicto. Desde mayo de 2019, Noruega ha facilitado negociaciones entre delegaciones de Nicolás Maduro y Juan Guaidó en Oslo y Barbados, por solicitud de las partes. Noruega continúa en contacto regular con los actores políticos y sociales de Venezuela. Además, mantenemos un compromiso de base amplia y continuaremos siendo un socio confiable para las personas y los países de la región”.
El papel de los noruegos no es despreciable en ningún sentido, pues a pesar del fracaso de la negociación de Oslo y Barbados en agosto de 2019, no desistieron ni se marcharon. Luego de que Nicolás Maduro montara en ese momento una mesa de diálogo paralela con Timoteo Zambrano, Claudio Fermín, Javier Bertucci y Henri Falcón –entre otros– que dinamitó los avances alcanzados a instancias de Noruega, la delegación vikinga mantuvo el contacto con los negociadores de ambos lados.
En junio de 2020, una mesa tripartita integrada por representantes de Juan Guaidó, Nicolás Maduro y Noruega acordó la entrada de ayuda humanitaria al país, así como de insumos y equipos de diagnóstico y bioprotección de la COVID-19. Y en marzo de este año, esa misma mesa tripartita acordó el acceso de Venezuela al mecanismo Covax para la compra de vacunas contra el coronavirus. En ambos procesos era necesaria la liberación de fondos por parte de la administración de Guaidó y la autorización del acceso de los insumos y equipos al país por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
En lo que va de año, los noruegos han estado en el país en dos ocasiones. La última vez, en marzo, lograron que el Comité de Postulaciones Electorales reabriera la recepción de candidatos. La reapertura del proceso permitió a Enrique Márquez –que a la postre fue electo y nombrado vicepresidente del CNE– postularse.
Y a lo interno ¿qué receptividad ha tenido el Acuerdo de Salvación Nacional?
Además de acompañar a Juan Guaidó de manera presencial, durante una rueda de prensa ofrecida este 12 de mayo para ampliar los alcances del acuerdo, varios partidos integrantes de la Plataforma Unitaria han expresado el apoyo a sus planteamientos.
Ayer, lo hizo la presidenta de Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, en sus redes sociales. También ayer, la dirección nacional de Acción Democrática respaldó la exigencia de un cronograma electoral, con un Registro Electoral auditado, devolver las tarjetas a los partidos, liberar presos políticos y cesar las inhabilitaciones; peticiones contenidas en el Acuerdo de Salvación Nacional. Mientras el partido UNT se hizo eco de la propuesta de Guaidó en sus redes sociales. Hoy, el partido Voluntad Popular ofreció una declaración para ratificar el apoyo a la propuesta hecha por Juan Guaidó.
Una postura crítica a la iniciativa la expuso la exmagistrada Blanca Rosa Mármol de León a través de su cuenta Twitter: “Al proponer el Pacto para la Salvación Nacional, ignora Guaidó lo expresado por la ciudadanía en la Consulta Popular”. Como se recordará Mármol encabezó el Comité Organizador de la Consulta Popular realizada por la oposición en diciembre pasado. Los participantes en la consulta pidieron el cese de la usurpación de la presidencia, desconocieron la elección legislativa del 6 de diciembre de 2020 e instaron a la Asamblea Nacional 2016-2021 a realizar gestiones ante la comunidad internacional para rescatar la democracia.
Otro que se mostró crítico de la propuesta de Guaidó fue el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, quien escribió en su cuenta Twitter que para Nicolás Maduro, el Acuerdo de Salvación Nacional no es más que un “acuerdo de rendición nacional” que usará para arrinconar a la oposición: “Espero que factores de comunidad internacional que avalan esa ruta terminen de comprender que esas mafias no respetan acuerdos. Van 13 diálogos y nada”.
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