Perú, entre la derecha y la izquierda (II)
El deplorable ejemplo de los gobiernos de Alberto Fujimori, con su asfixiante personalismo, el uso indebido de la violencia, irrespeto a los derechos humanos y una escandalosa práctica de corrupción política y administrativa, ha influido decisivamente en el proceso histórico peruano de estos últimos veinte años. Todos los gobiernos posteriores a los de Alberto Fujimori se han visto envueltos en graves escándalos de corrupción. El presidente Alejandro Toledo (2001-2006) fue arrestado el 16 de julio de 2018 en Estados Unidos por solicitud del Ministerio Público peruano. Se encuentra en libertad bajo fianza. Igualmente, Alan García, (1985-1990 y 2006-2011) fue acusado por corrupción en sus dos gobiernos. Después de su segundo mandato, se suicidó, el 17 de abril de 2019, cuando iba a ser detenido por hechos relacionados con el caso Odebrecht. Ollanta Humala (2011-2016) está siendo investigado por presunto lavado de activos en detrimento del Estado y asociación ilícita para delinquir. Marcelo Odebrecht aseguró que había entregado 3 millones de dólares para su campaña electoral. Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) renunció a la presidencia de la República tras iniciarse una investigación en su contra por lavado de activos. Permanece bajo arresto domiciliario.
La forma irresponsable que Fujimori utilizó para abandonar el poder, aprovechándose de una visita oficial al Japón para autoexiliarse en ese país y adquirir la nacionalidad japonesa, después de hacerse público unos videos en los cuales aparecía Vladimiro Montesinos, el funcionario de mayor confianza y poder de su gobierno, intentando sobornar a un diputado de la oposición, lo cual evidenció el grado de impunidad y corrupción de su gobierno. También su antecesor Alan García ya había recurrido al autoexilio en Colombia, después de su primer gobierno, ante acusaciones por hechos de corrupción, precisamente por el gobierno de Fujimori. Al finalizar su segundo gobierno, García, por la misma causa, intentó infructuosamente autoexiliarse de nuevo. La mayoría opositora en el Congreso Nacional rechazó el autoexilio de Fujimori y lo destituyó por “incapacidad moral permanente” para ejercer la presidencia de la República. En noviembre del año 2005 fue extraditado desde Chile y condenado, cuatro años más tarde, a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad debido a su responsabilidad en dos masacres, entre 1991 y 1992, realizadas por militares peruanos contra miembros de Sendero Luminoso. Actualmente, cumple dicha condena.
La prepotente conducta de Alberto Fujimori, en el ejercicio del poder, produjo en gran parte de la dirigencia política la convicción de que el desempeño de algún cargo dentro de la administración pública proporcionaba derecho e impunidad para la comisión de cualquier ilícito sin tener que rendir cuentas ante la justicia. El permanente irrespeto del Estado de Derecho generó una fragilidad constitucional que ha comprometido la estabilidad política del Perú. En menos de cinco años se han sucedido tres presidentes de la República: Martín Vizcarra, Manuel Merino y Francisco Sagasti. Este último, actualmente en ejercicio. Martín Vizcarra, primer vicepresidente, fue designado presidente del Perú por la mayoría parlamentaria ante la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, quien adujo haber sido obstaculizado para ejercer sus funciones por esa mayoría legislativa. Vizcarra logró sostenerse durante dos años y medio, siendo acusado varias veces por corrupción en el Congreso, hasta que la mayoría parlamentaria, el 9 de noviembre de 2020, lo destituyó “por incapacidad moral permanente” para el ejercicio de sus funciones, y designó al presidente del Congreso, Manuel Merino, como presidente de la República. Su designación produjo violentas protestas en su contra, 2 muertos, 100 heridos y 41 desaparecidos. Esta realidad política lo obligó a renunciar.
El diputado Francisco Sagasti, parlamentario de reconocida autoridad moral, fue designado por el Congreso Nacional como presidente de la República para concluir el período presidencial de Pedro Pablo Kuczynski. De inmediato, convocó a elecciones para escoger presidente, vicepresidentes y diputados al Congreso de la República. En la primera vuelta electoral, realizada el 11 de abril de 2021, se presentaron 23 candidatos para presidente de la República. Los dos primeros puestos, con una participación electoral de 70,48%, fueron ocupados por Pedro Castillo del partido Perú Libre, con 18,92% y Keiko Fujimori del partido Fuerza Popular con 13,41% de los votos. Los partidos políticos, en medio de esa gran dispersión de votos, que obtuvieron representación parlamentaria fueron: Perú Libre, 37; Fuerza Popular, 24; Acción Popular, 16; Alianza para el Progreso, 15; Renovación Popular, 13; Avanza País, 7; Juntos por el Perú, 5; Podemos Perú, 4; Nuevo Perú, 4; Partido Morado, 4. La segunda vuelta electoral se realizará el 6 de junio de 2021, entre los candidatos presidenciales Pedro Castillo y Keiko Fujimori. El recrudecimiento del COVID-19 podría influir negativamente en el número de votantes.
Las distintas encuestadoras han dado a conocer, con gran prudencia, algunos posibles resultados de la elección presidencial. En el mes de abril, Pedro Castillo obtuvo un promedio de 41%; Keiko Fujimori solo alcanzó 21%. La encuestadora Ipsos informó, en su último sondeo del 30 de abril, que Pedro Castillo alcanzó 43% frente a 34% de Keiko Fujimori. Un reciente sondeo, a principio del mes de mayo, mostró una importante caída de Pedro Castillo cercana a 6,2% al alcanzar 36,2%, mientras que Keiko Fujimori subió a 30%. Algunos analistas consideran que esa tendencia positiva de la candidatura de Keiko Fujimori puede mantenerse hasta superar a su adversario a principios del mes de junio. Definitivamente Perú se encuentra en una disyuntiva, deberá escoger entre la visión desarrollista de Keiko Fujimori y la marxista de Pedro Castillo, la cual, según una fuerte matriz de opinión, puede comprometer el elevado crecimiento económico, de estos últimos años, del Perú. Públicamente ha negado cualquier cercanía al régimen de Nicolás Maduro, pero sus ofertas electorales no difieren de las del “socialismo del siglo XXI”. De allí los apoyos recibidos de los expresidentes Evo Morales y José Mujica; mientras que el expresidente Álvaro Uribe y Mario Vargas Llosa, de pensamiento liberal conservador, han expresado su apoyo a Keiko Fujimori. El pueblo peruano deberá escoger entre la izquierda o la derecha. Los venezolanos, lamentablemente, escogimos el camino equivocado.
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