viernes, 4 de junio de 2021

Luis Manuel Otero: “Hay que enfocarse en tumbar a la dictadura, yo estoy puesto”

 

Luis Manuel Otero: “Hay que enfocarse en tumbar a la dictadura, yo estoy puesto”

El artivista aseguró en entrevista exclusiva para CubaNet que “la realidad cubana es polémica y, como yo decía, estamos trabajando para todos los cubanos”

LA HABANA, Cuba.- Tras ser liberado del hospital Calixto García, luego de 29 días retenido, CubaNet conversó con Luis Manuel Otero Alcántara.

Luisma, se ha generado en todo este mes mucha polémica en las redes sociales, desde que fueras hospitalizado, por la desinformación y el hecho de que estuvieras incomunicado. Han circulado varios videos, creo que son como tres, el primero fue publicado por los propios medios oficiales, por el Noticiero Nacional de Televisión, que era cuando tú estabas entrando al hospital. Vamos a comenzar por ahí, por la veracidad de estos videos, me habías dicho que ya los habías visto. ¿Este primer video es cierto?

Sí, ese primer video, que fue el que yo vi cuando estaba en el hospital, sí. Supuestamente, la veracidad es que yo entré por mis pies. Sí, entré caminando al hospital.

Sí, fue lo que utilizaron para, de alguna manera, decir que tú estabas bien, que no habías desarrollado ninguna huelga de hambre y sed.

Vamos a partir de que la polémica tiene que venir sopesada por la credibilidad que pueda tener uno como individuo ante la vista del mundo. Si alguien en el mundo, en las redes sociales, los youtubers o alguien pone en tela de juicio lo que uno hace entonces, para qué vamos a seguir luchando, para qué vamos a seguir; porque eso es caer en el juego del régimen. Cuando Ariel Ruiz Urquiola decían que estaba comiendo, y lo ponían con una bandeja, de la huelga anterior, (pero) yo creo en Ariel Ruiz Urquiola, yo creo en Omara Ruiz Urquiola, yo creo en José Daniel Ferrer, yo no voy a creerle al régimen.

Si el régimen pudiera sacar, por ejemplo, a José Daniel Ferrer, o a los Ruiz Urquiola, vestidos de rosado, yo espero a que José Daniel Ferrer salga para ver si José Daniel Ferrer verdaderamente aceptó vestirse de rosado. De lo contrario, yo siempre voy a estar con la última palabra que me diga a mí un hermano opositor, activista, que no, necesariamente, sea para mi desconocido y yo creer todo lo que me diga, porque hay personas en el mundo letales.

Pero sí, yo entré por mis pies, llevaba unos 7 días sin tomar agua y sin comer.

¿En qué condiciones estabas exactamente cuando te sacaron de tu casa? ¿Tú caminaste hasta la puerta de tu casa? ¿Ellos irrumpieron? ¿Cómo fueron estas circunstancias?

Ese día mi sistema renal estaba dando problemas, ya yo no estaba orinando, casi nada, y eso denotaba que ya mi sistema venía decayendo, a partir del séptimo u octavo día; de hecho, en la huelga de noviembre yo estuve también con amigos y yo soy un tipo fuerte, por llamarlo de alguna forma, y es sorprendente que yo el séptimo u octavo día todavía caminaba o respondía, lo que pasa es que a partir del séptimo u octavo día me doy cuenta de que el cuerpo empieza a sentírselo ya, es como una hecatombe, se siente loma abajo.

Yo estaba mal, me sentía muy mal, y no sé ni siquiera a qué hora, siento que hay como un ruido en la puerta, que ya como que rompieron. Yo estaba preparado, tenía preparado unos mensajes porque yo intuía que me podían llevar en cualquier momento; había dejado unos mensajes preparados para nada más enviarlos, en el peor de los casos, y fue lo que hice, le mandé un mensaje a mi tío. Entraron como policías, me bajaron con delicadeza, entre comillas, con cuidado porque estaba débil, me bajaron por la escalera, me pusieron ropa, yo estaba desnudo, me pusieron unos zapatos, yo estaba fatigado; igual, como tú estás estresado, a esa hora el cuerpo saca energía de donde no la hay.

Estaba como fundido. Me montan en la ambulancia, unos médicos me toman la presión. Yo había negado días antes que entrara cualquier médico a mi casa, me habían tocado la puerta, pero (yo dije que) no quería médicos; mi familia entra unos días antes y ellos aprovechan para convencerlos de dejar entrar al médico. Yo nunca quise que ningún doctor entrara a mi casa, yo estaba decidido, dentro de mi casa, pasara lo que pasara. Me esposan y me llevan para el Calixto García. Cuando llego, que levanto la cabeza, me doy cuenta más o menos de que creo que es el Calixto García, ya ahí me habían quitado las esposas para tomarme la presión, me ponen una bata y es cuando entro al hospital. Cuando entro al hospital, que bajo a ese sótano, era el pabellón de quemados, y en este pabellón de quemados —yo no sabía en ese momento nada, lo supe después hablando con los médicos y las enfermeras— me ponen al final, en un cuarto, solo, por supuesto, todo era solo, y la cámara, veo una cámara grande de televisión que me sigue y entonces llego al cuarto, llegan los médicos, me toman la presión.

¿En ese momento te inyectaron?

No, en ese momento no me inyectaron ni nada.

Y ¿te sacaron sangre en esos primeros días para hacerte análisis o algo así?

Bueno, al otro día, por la mañana, yo estoy en el hospital y me digo “yo tengo que tener algún tipo de conciencia porque ya mi cuerpo está frito y yo no sé qué pase aquí”; esto es una experiencia nueva para mí, yo venía también con la imagen de Ariel Ruiz Urquiola cuando él una vez me dijo: yo me puse suero para estar consciente porque cuando tú caes en shock ellos van a hacer contigo lo que quieran. Y dije, coño, voy a ponerme un suero, me lo pongo, me pasan primero uno que no me duele, y el segundo que me pasan sí me entumece la mano, eso sí lo recuerdo.

Pero tú seguías sosteniendo la huelga de hambre.

Sí, la de hambre sí nunca la suspendí.

¿Y la de sed si la suspendiste en ese momento?

Al amanecer del otro día yo digo “yo tengo que tener conciencia de lo que pueda pasar conmigo en este momento o tomar decisiones en un momento determinado”, y es cuando digo “sí, ya, pónganme un suero”. Y cuando me ponen el segundo suero me empieza a doler, me empieza a doler mucho, mucho la mano. Le digo al doctor “mira, me duele, me lo voy a quitar”, le digo que de todas formas voy a tomar agua. Me quitan el suero y es cuando empiezo a tomar agua, sales hidratantes, leche, jugo, y ahí empieza toda la experiencia de después, los videos.

Por lo que entendimos por tus declaraciones de ayer, tú sostenías todavía la huelga de hambre y, a la segunda semana de la hospitalización, retomas la de sed. ¿Qué tiempo estuviste realmente de huelga de hambre y de sed?

Yo llego el domingo 2 de mayo. El lunes empiezo a tomar agua y estuve hasta el jueves o viernes de esa semana tomando leche, o jugo o agua. Yo había anunciado ya el hecho de que iba a retomar la huelga de sed si no me devolvían mis obras. Mi hermana va y es cuando yo le digo “mira, el lunes, si no me han dado mis obras, yo empiezo la huelga de sed de nuevo, retomo la huelga de sed”.

Y estuve hasta el lunes de la semana más arriba en huelga de hambre y sed.

¿Y por qué la abandonas finalmente?

Yo abandono la huelga de hambre y de sed totalmente, primero, porque me doy cuenta de que, indiscutiblemente, a mí no me iban a dejar morir. Uno de los médicos, que era como el que, al parecer, estaba al frente de todo, me dice: mira, Luis Manuel, nosotros no te vamos a dejar morir, tenemos la orden, no te vamos a dejar morir, tú eres el que va a tomar la decisión, tener un riñón hecho leña para el resto de tu vida, a pesar de que te vamos a meter sueros, te vamos a meter comida, te vamos a meter todo, no te vamos a dejar morir, tú decides. Y eso era todos los días: tu riñón está fallando. Ahí sí me hacían pruebas de sangre.

Es que quiero puntualizar si te hicieron pruebas al menos los primeros días…

Sí, sí, pruebas de sangre…

…porque sacaron en la televisión nacional, por supuesto, violando toda la privacidad del paciente, unas supuestas pruebas que te habían hecho para demostrar que no estabas en huelga de hambre.

Sí, cuando yo llego a allá, que amanezco al otro día, sí me hicieron pruebas de sangre y de orina. Tenía 16 de hemoglobina. Siempre lo que denotaba de lo que me decían era como del hígado, el hígado era lo que supuestamente tenía un desajuste ahí.

Entonces, me decías que decidiste abandonar finalmente la huelga porque…

Porque se iba a prolongar en el tiempo, un mes, dos meses, me iban a poner un suero, me iban a meter comida, ya yo sabía que estaba la orden de que no me iban a dejar morir, que el régimen no me iba a permitir morirme. Entonces, al final, es como entrar en un círculo vicioso, de que el cuerpo termine sumamente dañado, cuando tú verdaderamente ya estás en la calle, ya la gente sabe la dimensión de lo que estamos hablando ahora mismo, y ante esa imposibilidad de mi acción personal de querer morirme de esa manera, o ponerle mi vida al régimen en las manos, como yo le decía a las enfermeras, “esto no es un suicido, esto sería un asesinato por parte del régimen, el que tiene que tomar la decisión, porque yo estoy poniendo en las manos del régimen que me devuelva mis obras”.

Que ellos entraran a mi casa y lo que yo estoy reclamando es producto de una injusticia, probada, porque, a nivel legal, si tú entras a mi casa y te llevas un vaso, y tú lo vas a llevar ante un juez, el vaso tiene que estar íntegro, devolverme, o no, íntegramente el vaso. Tú no puedes llegar a mi casa, romper todo, y después decirme que hay un juez, que hay una causa, que hay una historia, porque ya ahí estás violando todos los derechos, todos. Y ahí es donde ya yo me doy cuenta de todo.

Yo entro en esa huelga también por un espacio de presión, por un espacio de no encontrar salida después de una semana, de que salía a reclamar mis derechos, salía todos los días y me metían preso, el último día me ponen con dos supuestos presidiarios, ante todas esas amenazas, todas esas ofensas, yo me siento como en una especie de callejón sin salida, donde lo único que tenía para poder reclamar mi propio derecho y llamar la atención era mi propia vida. Y yo empujaba también porque, mira, mi vida la quiero abandonar y convertirme en un espíritu, pero que le cueste al régimen, o una vida, o la decisión de reconocer que se equivocó.

Entonces, en ese tejido, al final, ya yo estaba más recuperado emotivamente, me doy cuenta de que ellos no me van a dejar morir. También hay una cosa importante, cuando tú tienes a un tipo o un médico delante de ti… por eso yo empiezo la huelga de hambre y de sed en mi casa, para no salir, porque para mí es muy difícil cuando tienes a alguien delante diciéndote: no quiero que te mueras. Y los médicos y las enfermeras, por muy instrumentados, por muy manipulados que estén por la Seguridad del Estado, son seres humanos, son médicos, y son tipos que están delante de ti diciéndote: mira, yo no quiero que tú te mueras. De hecho, hay uno o dos médicos que me dicen: ni la gente que piensa como yo, ni la gente que piensa como tú, están de acuerdo con que te mueras; y después me dicen: no te voy a dejar morir.

Vamos a hablar luego de los médicos y las enfermeras, porque hubo otro video que circuló y que generó muchísima polémica. Respecto a esta huelga de hambre, Luis Manuel, tú la iniciaste exigiendo que te devolvieran tus obras, que se acabara el cerco policial sobre tu vivienda, pues hacía muchísimos días que no te dejaban salir y, cuando salías, eras arrestado, y también para exigir que cesara la censura artística, para exigir la libertad de creación. Finalmente, ¿tú crees que lograste tu objetivo? Es decir, no te han devuelto tus obras, ¿crees que entonces fue un logro para el régimen que tú abandonaras tu huelga y que, definitivamente, no lograras tu cometido? ¿Cómo lo ves tú?

Yo no creo que las experiencias, tanto políticas, artísticas, culturales o sociales, sean de ganar o perder (…); yo creo que son experiencias de aprendizaje, yo creo que son experiencias de conectividad. También estamos marcados por la tendencia del macho que tiene que ganar (…), y no vemos que hay un sinnúmero de experiencias, de aprendizaje, de crecimiento y, sobre todo, de recapacitar y de replantearte cosas, darte un tiempo para recapacitar experiencias de lucha, maneras de luchar, de cómo hay cosas que asumen prioridades y otras no.

Yo creo que, primero que todo, estamos sentados aquí por una victoria, que haya un montón de cubanos conectados, que haya un montón de cubanos preocupados, que haya un montón de cubanos que ayer fueran al juego de pelota, inclusive en Miami, que la gente tiene que trabajar, dedicarle tiempo a un montón de cosas y después dedicarle tiempo a preocuparse por Cuba, eso es un gran logro. Mover todo eso, la conciencia de la gente, que uno salga a luchar por sus derechos hasta las últimas consecuencias y que el régimen demuestre que no te va a dejar morir, eso para mí es una victoria, porque no me iban a dejar morir de todas formas, era ni las obras ni dejarte morir.

Y ese espacio donde te dicen “no te vamos a devolver las obras” demuestra que el régimen es obtuso. De hecho, la primera semana, que me hayan roto las obras, la gente no se preocupaba por eso, ah, sí, era mediático, pero a nivel internacional era normal, la izquierda latinoamericana, normal; nadie veía que en Cuba los artistas son reprimidos, es como que son pagados por la CIA y demás, nadie observa que hay mujeres como Katherine Bisquet y Camila Lobón que salieron con su cartel, y que lo que quieren hacer es arte, poesía y que, ahora mismo, están presas; que Mary Karla, por su emotividad, por un amigo, ahora mismo está presa, o que Esteban Rodríguez, por una emoción, por un amigo, ahora mismo está preso, por reclamar el derecho a preocuparse por un amigo. No es el hecho de una protesta para convocar, no sé, a una intervención militar en Cuba, no, es una protesta ante el desespero de que un amigo está a punto de la muerte y no dejan verlo, no dejan preocuparse por él. Hay partes del mundo que es como si miraran para otro lado. Entonces, tienes que tener la vida en juego para que mediáticamente, o de manera sensacionalista, haya (preocupación). ¿Dónde está ahora mismo el pronunciamiento de Amnistía Internacional con los cinco o seis de Obispo, El Gato de Cuba? ¿Dónde está todo eso? Dicen que (incurren el delito de) desacato. No, eso es mentira de la dictadura, eso es un invento burdo.

Por ejemplo, esto de que si me torturaban, si no me torturaban. Brother, mis amigos, ante una preocupación de desinformación, porque nadie tenía información, mi familia, mi hermana y mi tío, me veían en la puerta cinco minutos, y ahí cómo tú eres capaz de sacar una conclusión de que si estaba drogado, no estaba drogado, a partir de tu interpretación tensa porque las palabras que se hablen tienen que ser las precisas, las básicas, porque tienes a tres agentes de la Seguridad del Estado 24 por 24, un médico delante de ti, y cinco minutos es lo que tienes derecho a hablar. Entonces, ante eso, tus amigos están preocupados, sobre todo por los antecedentes que tiene un régimen totalitario, una dictadura como la cubana, que mató a (Orlando) Zapata, a Oswaldo Payá, a Laura Pollán, a montón de presos políticos, los Plantados, el montón de presos políticos que nadie sabe, más toda la historia que está oculta, que nadie sabe, que es increíble. Cuando tú miras la película Plantados, por ejemplo, piensas que es ficción, pero solamente alguien que esté en un calabozo cubano sabe la dimensión de que eso es posible y peor, solamente alguien, como nosotros, que pasamos y vivimos la realidad cubana, día a día, en el siglo XXI, sabemos que hace sesenta años atrás podían haber hecho esas cosas y peor. Entonces, ante eso, ninguna exageración es máxima, es mínima, ante lo que pueda pasar.

Entonces, tu demanda principal, que era que te devolvieran tus obras, ya tú estás consciente de que no te las van a devolver.

Bueno, la conciencia… vamos a decir la esperanza, por llamarlo de alguna forma, es lo último que se pierde. El régimen, macho, patriarcal, va a ser difícil que me de las obras para no demostrar fragilidad pero ya el mundo sabe que vivimos en un régimen totalitario, que me rompió las obras. Entonces, mi demanda principal es un símbolo ahora mismo de resistencia; esas obras son un símbolo de resistencia, un símbolo de lo que es capaz de hacer este régimen con el arte, con la cultura. No creo que ni los fascistas rompieran artes (…).

Me encantaría tener mis obras, yo voy a seguir, a nivel legal, negociando, voy a seguir; pero al régimen yo nunca le voy a creer que va a tener un gesto de buena voluntad. Y eso sería un gesto de buena voluntad por parte de ellos, porque la legalidad ellos no la respetan de ninguna manera.

Y respecto a la relación con los médicos, uno de los videos que circuló, que me decías que fue con tu consentimiento, fue de un médico al que tú le arreglabas el cuello de la camisa, en el que decías que estabas bien, ¿fue cierto ese video?, porque se generaron toda una serie de fabulaciones en las redes sociales.

Ese video, primero que todo, yo reconozco que no fue ni bajo droga, por lo menos a conciencia, ni fue electroshock… pero, te estoy diciendo, toda exageración que pueda surgir por la parte de la oposición (está fundamentada). De hecho, somos víctimas, somos víctimas psicológicas, (por lo que) toda esa exageración es mínima.

Y está fundamentada también por la historia.

Aparte, tú tienes preso a un amigo allá adentro, que nadie sabe lo que está pasando, él no está ahí con su consentimiento, a mí nadie me preguntó si yo quería estar ahí, yo, de hecho, no quería estar allí, yo tenía tres militares (vigilándome) 24 por 24, las luces encendidas del cuarto 24 por 24. Imagínate que a los presos tú los sacas todos los días a coger sol, a mí me sacaron solamente tres veces a coger sol.

Otro de los videos que circuló también era uno en el que tú estabas caminando, cogiendo sol, y como que estabas conversando con una enfermera.

Todo eso es real. Ahora, todo eso (también) es manipulación de parte del régimen y yo tenía cierta conciencia también de que eso podía pasar. Por ejemplo, ellos me sacan a mí, en un mes, tres veces nada más a coger sol, yo estaba en aire acondicionado 24 horas, aire acondicionado, súper heavy, estaba con tres colchas y demás, 24 horas con una luz encendida también. La Seguridad del Estado, si yo entraba al baño y me metía más de 20 minutos, “tun tun, Alcántara, ¿estás bien?”. Mi familia podía verla, dos minutos, cinco minutos… todo era así, súper militarizado, te contabilizaban lo que comías, lo que no comías, supuestamente era para saber, pero, mira, tú sabes la comida que entra aquí y la que no sale, tú sabes las personas que entran aquí y las que no salen, para qué tú estás recogiendo el nombre todos los días. Entonces, todo un estrés psicológico que, indiscutiblemente, tienes en ese lugar.

Inclusive, tres días, una semana antes, llegaba el médico y te decía: ya, te vamos a dar de alta pronto. Pasaban como dos o tres días, no te daban de alta, “te vamos a dar de alta pronto”. Y eso también tiene consecuencias psicológicas.

Como te decía, las tres veces que me sacaron yo sabía que era para filmar, yo sabía que era para que me vieran caminando. Y el primero (video), en específico, que es en el que yo tengo conciencia, Ifraín (el doctor) llega preocupado. Me dice: Luis Manuel, mi familia me ve en Cuba y en Miami, en este video en el que yo soy el que te entro al hospital, yo soy el Sub-Director. Ya habíamos generado cierta empatía, habíamos hablado esos dos días antes, me había prestado un libro, de hecho, él me prestó como doce libros, me leí un montón de libros, claro, todo el mundo sabe que esos libros la Seguridad del Estado decía si entran o no entran, porque ahí no podía entrar 1984, ni me iban a entrar un libro de Santiesteban, ni de Huber Matos ni ninguna historia de esas.

Y ese video también fue autorizado por la Seguridad del Estado.

Claro. Y también instrumentado por la Seguridad del Estado, por llamarlo de alguna forma, sugerido por la Seguridad del Estado, para no decir que esas personas siempre estuvieron instrumentadas por la Seguridad del Estado. Pero sí, indiscutiblemente, el doctor Ifraín, que hemos generado buena empatía y buena amistad, estaba preocupado por su imagen ante lo que pudiera pasarme a mí, que fuera el médico que dijeran “mira, es el médico que está torturando a Luis Manuel Otero Alcántara”. Y ya Luis Manuel Otero Alcántara no es un desconocido, tú hijo en la escuela, tu mujer y demás y demás (te dicen): ¿qué bolá con tu responsabilidad cívica en Cuba hoy? Y hay gente que también te dice “qué bolá”. Y eso para mí es importante, no ver los polos, este extremo y este extremo, sino la diversidad de la realidad cubana, de que cada día la gente debe asumir más responsabilidades, de que ya el régimen no tiene tanto poder, y el juicio público también es importante. De que el vecino te diga, “tú eres el médico que está allí, ¿qué bolá contigo?”.

Ayer tú decías que considerabas que el Ministerio de Salud Pública había sido cómplice de todo esto que te había sucedido, toda esta retención que tuviste en el hospital, y esos médicos son parte del Ministerio de Salud Pública. ¿Tú consideras que hayan sido cómplices también?

Yo ahora mismo estoy en grandes debates, estoy conversando con Anamely (Ramos), estoy conversando con Omara (Ruiz Urquiola), estoy conversando con varia gente sobre estos temas. El régimen es muy bueno generando separaciones de este tipo, de que a ti te trata mal, a mí me trata bien, a los Ruiz Urquiola los tiene al punto de la muerte, y eso, indiscutiblemente, como no hay una narración de que el régimen siempre es malo, malo, malo, genera supuestamente contradicciones, y genera separaciones; el hecho de que a mí me traten bien, por llamarlo de alguna forma, no hace que yo no sea solidario con Omara Ruiz Urquiola, ni con Ariel Ruiz Urquiola, que tienen pruebas de las cosas que les han pasado, o con los Payá.

Yo estoy puesto, y eso me hace, o nos hace, seres solidarios con el otro, porque si cada uno de nosotros fuéramos aprovechando las prebendas que nos va a brindar el régimen, fuéramos unos oportunistas y descarados. Entonces, no, lo que nos hace ser lo que somos es que nos preocupamos por el otro; porque a mí me han ofrecido de todo, el régimen, y los tratamientos que han tenido con Maykel (Osorbo), por ejemplo, a mí no me han tratado así, conmigo han sido más suaves, de otra manera, pero, entonces, yo no puedo decir que sí, me dieron cuatro galletas, me dieron cuatro palos, cuando no es real, pero a Maykel sí le dieron cuatro palos, y cuando he estado lo he filmado y hemos estado ahí.

Ahora, esa diversidad de posibilidades nos convierte a nosotros también en activistas, nos convierte a nosotros también en la sociedad civil, porque los hijos, y los primos, y la familia de esas personas son los cubanos para los que uno también trabaja, y cuando dicen “mira, mi marido es mentira que te dio un golpe, que te dio electroshock, tú eres un mentiroso”. Entonces, la complicidad es muy relativa porque el régimen pudo llegar y decirle al médico, “mira, tú eres médico, tu pincha es salvar a las personas, te voy a poner a ti que eres el director del hospital —que tienes que tener compromisos, los que sea— y tú tienes que salvarlo, es fácil, tu trabajo es salvarlo”. El rostro que te pone el régimen delante son esos médicos, no te pone el rostro ni de Díaz-Canel ni el del Ministro del Interior, ni de la Seguridad del Estado, el que te pode como delante de todo aquello es a un médico, el que te pone como responsable es a un médico. Es como el policía, el policía que está en la esquina, que lo trajeron de Oriente, con su forma de pensamiento, es responsable por el régimen… ese tipo está trabajando, todos los policías no son malos. El médico, a lo mejor, que se encargó de enfermar a los Ruiz Urquiola es otro tipo de médico (…), los que me pusieron a mí yo los vi humanistas, tipos preocupados por la salud; de hecho, hablamos ahí de la negligencia médica con El Dany, que murió en el Calixto García, y estuvimos hablando de montón de cosas, hablamos de la familia… Y ahí tú veías al humanista.

Y otra cosa que yo le decía ahorita a la gente de San Isidro, imagínate que la directora de una escuela, que es cerca de ahí de San Isidro, es medio familia de un amigo mío, y a ella le dijeron que tenía que ir a hacer un mitin de repudio a Luis Manuel un día determinado; ese amigo mío vino y me dijo: mira, Luis Manuel, el martes viene fulana, hace falta que tú no salgas, que no formes un lío, para que ella no tenga necesidad de eso. Le dije, “mi hermano, yo no voy a hacer nada”. Porque imagínate que ella, la directora, que cobra 5 000 pesos cubanos, es el rostro entonces del Ministerio de Educación, que es el que el Ministerio de Educación te pone delante… o el Ministro este de Cultura que fue el que dio el manotazo, ese tipo sí es responsable, pero yo no puedo decirle nada al galerista de la Servando Cabrera que me censuró una obra porque tiene que comer, y todo el mundo sabe que aquí no hay otra opción, que no sea el régimen… Imagínate que esa maestra tenga que enfrentarse a un seguroso (por negarse al acto de repudio), la van a botar y (va a perder) los 5 000 pesos con los que mantiene a sus hijos, y yo no tengo 5 000 pesos para darle a la gente que se pararon en la esquina durante todos esos días a hacer el mitin de repudio. Hay gente que sí (grita) “gusano”, que pueden creer en eso, ojo, pero tú te imaginas a esa maestra, o a esa directora o a ese galerista, que llegó la dictadura y le dijo “si tú expones a Luis Manuel Otero Alcántara aquí más nunca en tu vida vas a exponer a nadie”. Y aquí todo el mundo sabe que la Seguridad del Estado te desaparece.

Entonces, ¿quién está dispuesto? Hay gente honesta, hay gente que son valientes, valientes nos toca serlo a nosotros que somos los que decidimos dar el paso adelante. Ojalá y yo tuviera los 5 000 pesos o los 10 000 pesos que le paga el régimen a cada una de esas personas, hablando de economía, hablando de dinero, sin hablar de la represión, y sin hablar de todo el aparato que te cae encima, que uno sabe que hay que estar, o loco, o ser superhéroe, para ser tú, para ser yo, para estar metido en el ambiente de la oposición en Cuba. Hay que ser un tipo fuera de serie.

¿Y en algún momento los sentiste, a los médicos, a las enfermeras, molestos o inconformes con lo que te estaba sucediendo?, porque tú estabas preso en un hospital.

Yo estaba preso en el hospital, pero, por ejemplo, el médico Velázquez, el psiquiatra, era un tipo que me decía…

Fuiste atendido entonces por siquiatría también.

Él me decía que era psiquiatra, nunca se escondieron, Ifraín es nefrólogo, el otro era clínico intensivo, nunca se escondieron. De hecho, yo les decía “Brother, yo estoy deprimido, el régimen cubano me tiene deprimido a mí ahora mismo”. Pero a mí un psiquiatra, un sicólogo, no me viene dando muela desde ahora, desde el hospital Fajardo, en todas las detenciones hay una psicóloga que me interviene y me trata de convencer y dialogamos; una me dijo que yo me estoy victimizando, porque el régimen me da cuatro palos y yo protesto, con esa no hablé más. La primera me decía que yo estaba equivocado, que si yo fuera hijo de ella me iba a dar cuatro palos, a esa tampoco la pusieron más, me tocó ahora esta persona. Él me decía: mira, yo creo que el régimen sí te va a devolver las obras, tienes que tener fuerza. Pero el basamento de lo que estaba hablándose ahí era tan neutro como la vida. Por ejemplo, yo me leí “La fiesta del chivo”, Trujillo, el dictador más dictador tiene una parte humana, con sus hijos, con sus primos, Trujillo, el hijo era malcriadísimo, y él lo malcriaba.

Entonces, hablando de la vida, en ese instante era fácil, “mira, lo mío es salvarte”. Si aquí me llega un enfermo y es un delincuente que mató a diez personas, es un asesino, yo tengo que salvarlo. Ellos también estaban atemorizados con la Seguridad del Estado, me hablaban cosas y miraban como para arriba, pero, inclusive, también los guardias que me miraban, ahí había todo un abanico de cosas, había segurosos que se creían superhéroes, había segurosos que fueron más afables conmigo, que me cerraban más la puerta para no verme, para que yo tuviera más intimidad… hubo de todo, unos que conversaban, que se interesaban por lo que yo estaba pensando; todos no eran segurosos, había policías que estaban vestidos de civil pero yo los conocía de cuando habían estado en la esquina de mi casa. Lo que pasa en ese espacio allá adentro es muy complicado.

Y te sigo diciendo, eso no hace que lo que le ha pasado a los Ruiz Urquiola, lo que les pase a los otros sea menos o más, yo creo en lo que dice Ruiz Urquiola y estoy puesto. Y eso me solidariza con ella, me solidariza con la bestialidad que son capaces de cometer con ellos y me demuestra que el régimen totalitario puede mañana hacérmelo a mí, o a mis hijos, o a cualquiera, pero ni siquiera es porque no me lo hagan a mí en un futuro, eso no va a comprometer mi sentido de justicia, mi sentido de solidaridad con un hermano o con un cubano.

Luis Manuel, estabas incomunicado todo este tiempo, ¿en algún momento a tus familiares, que eran los que de alguna manera llegaban hasta ti, los amenazaron, con dar información a la prensa, por ejemplo?

¿Con ellos dar información? Yo creo que no. Ellos tenían militarizado el hospital. La primera semana ellos dejaron entrar montón de médicos y enfermeras, y las enfermeras súper espectaculares y súper cariñosas, y ellos (la Seguridad del Estado) me imagino que lo tuvieran estudiado (…). Y habían montón de enfermeras alrededor mío, diciéndote “tómate la lechita, el pollito”, y yo: “no voy a comer”. Eso te fractura, porque tienes a una señora de 70 años delante de ti, que tiene nietos, diciéndote eso. Y tú te mantienes firme hasta un momento determinado, porque yo no tengo los huecos, literalmente, para a un rostro así, honesto, porque yo soy performance, yo soy artista, yo conozco de actuación, sé cuando alguien actúa y cuando no. Los médicos decían: asere, yo creo que el régimen está bien, está mal o no es como se dice. O enfermeras y médicos me decían: a partir de conocerte, me ha cambiado la percepción de montón de cosas que me decían de ti. Entonces, es muy complejo.

Hubo un video de un tío tuyo que salió hablando. ¿Fue usted? (señalando a un señor que estaba en la habitación).

Tío: Sí.

Era para saber si era cierto el video (en el que sale su tío diciendo que Luis Manuel está muy bien en el hospital y todo lo que dice la prensa independiente es mentira).

Luis Manuel: es falso, es falso, de alguna manera lograron hacer ese video. Mi tío reconoce que es falso. Yo no estaba ahí, no sé qué fue lo que pasó, pero mi tío reconoce que es falso.

También la familia está bajo presión. Yo siempre he tratado de tener a mi familia alejada de todo este proceso. Todos los procesos contra un régimen totalitario que tiene el control absoluto de tu vida pasan por temores, si das una entrevista a la prensa, ¿qué pasará?, ¿me botarán del trabajo? Toda mi familia está vinculada, trabajan para empresas… Ahora, imagínate que a mi tío o a mi tía la llamen y le digan: tienes que hacer un mitin de repudio. Mi tía ha dicho que no, que le duele la cabeza, pero el régimen sabe que a lo mejor tú estás filmando, que no te duele la cabeza y te dice, “o eso o te boto”. Ellos tienen todas las herramientas, toda la culpa es del régimen, los demás son trabajadores que no tienen otro horizonte; nosotros los opositores somos los que tenemos que generarles los horizontes a esas personas.

A mí me duele ahora mismo todos mis amigos que están presos, yo me siento culpable ahora mismo, mujeres y todo en calabozos por liberarme a mí y yo aquí sentado.

Incluso personas que intentaron llegar al hospital que fueron golpeadas, Manuel Alberto Morejón, el pastor, fue golpeado la semana pasada y todavía tiene toda la cara hinchada, hay personas que fueron arrestadas y permanecen detenidas todavía por intentar llegar al hospital; están los manifestantes de Obispo, que son tus amigos personales, Esteban Rodríguez, Maykel…

Algunos son mis amigos pero a otros ni los conozco y salieron por mí, salieron por la libertad. Y el régimen te hace sentir culpable también por eso.

¿Qué vas a hacer al respecto?

Yo ayer llegue desesperado, en plan de que me metieran preso igual, si meten a Maykel para Kilo 7, yo quiero que me manden para el Combinado o para Guantánamo. Montón de amigos hemos hablado, y me están rondado cosas en la cabeza.

Indiscutiblemente, hay que hablar de estados de derecho, hay que hablar de que no es que liberen a Maykel (Osorbo), sino de generar un estado de protección para todos nosotros, para que (el régimen) mañana no pueda meterme un pase porque cada día lo hacen así. Imagínate, Maykel, uno de los tipos más visibles de este país, (coautor de) “Patria y Vida”, no sé cuántos millones de views, artista, y está (preso) en Pinar del Río. Y tú dices, ¿qué puedes esperar para los demás? Entonces, lo que hagamos va a ser por la libertad de Maykel, de Esteban (Rodríguez), de todos esos amigos, yo voy a seguir. Mi prioridad número uno, más que todo, es liberar a Cuba de un régimen totalitario y dictatorial.

El seguroso me decía, “yo no sé por qué te preocupas si ustedes dicen que al final a la dictadura le queda un año, en un año tumban a la dictadura, sacas a tus amigos de prisión y a lo mejor puedo ir a prisión yo”. Le dije: coño, verdad que sí, por qué no. Eso es un mensaje súper interesante, el hecho de que hay que enfocarse en tumbar a la dictadura.

Maykel, Esteban, esos amigos van a salir. Pero tenemos que generar creatividad…

Y Denis Solís.

No, Denis Solís ya está al salir. Luis Robles, Luis Robles es una experiencia traumante que tenemos sobre el lomo, él salió en aquel momento y mira, a la altura de hoy no hemos podido sacarlo, a Denis Solís no hemos podido sacarlo. Somos finitos, y hacemos lo que podemos.

Pero lo que sí está claro es que la sociedad cubana está cambiando cada día más con cada uno de esos abusos y nuestras posiciones. Porque gente que ni siquiera me conoce, sale a la calle, aguanta golpes, yo estoy listo para aguantar golpes también, tú misma estás aquí, valiente, de cojones. Entonces, es necesario cambiar la realidad cubana (…); simplemente, lo que tenemos (que hacer) es salir del juego, salir del juego donde nos quiere meter la dictadura, de la represión, y en la medida en que vayamos reclamando ir construyendo, un bloque para que suelten a Maykel, un bloque para construir la democracia, un bloque para que suelten a Esteban, y un bloque para construir la democracia, y así cada uno de nosotros exprimir nuestros cerebros, que lo más loco es, y lo mejor es que los mejores cerebros están de la parte de nosotros, alguien inteligente no puede estar a favor de la dictadura. Entonces, si los mejores cerebros están de nuestra parte, ponerle energía, ponerle empeño, va a haber un grupo que se va a dedicar a salir para la calle, por Esteban, por Maykel, va a haber un grupo que tiene que seguir pensando cómo generar plataformas para que la dictadura esté cada día más acorralada, hasta que se rinda, bandera blanca, y se tome el poder, la democracia en Cuba.

Te trajeron hasta acá, la casa de tu familia en el Cerro, ¿estás bajo prisión domiciliar? ¿Te amenazaron de alguna manera?

No, realmente no. De hecho, salimos del hospital en un carro del hospital, de salud pública; hubo una leída de cartilla antes de salir, con el segundo de Villa Marista y el Coronel del 21, (me dijeron) que tengo mis causas abiertas, la frase que me dijeron era “estamos siendo condescendientes contigo, ya era para que estuvieras preso ocho veces y estamos siendo condescendientes contigo pero no vamos a desaprovechar la oportunidad que nos des de meterte preso, porque estamos locos por meterte preso”. Así mismo, y tienen toda una estructura legal para meterte preso, “y somos el poder”, así mismo, lo dejaron muy claro. “Sigue haciendo arte, lo que pasó en tu casa, borrón y cuenta nueva, sigue pintando, nos gusta la pintura que haces, no protestes en la calle ni nada, a tus amigos los vamos a soltar en algún momento, no salgas por ellos”. Así (me dijeron), en mi cara.

Me trajeron hasta aquí, supuestamente no tengo (agentes de la) Seguridad del Estado en la esquina. Voy a intentar salir ahorita a La Habana, a buscar ropa que tengo en mi casa. Pero todo es incierto, todo por parte de ellos es incierto, lo único que es cierto es que vamos a seguir luchando, por lo menos yo.

Muchas Gracias, Luis Manuel, ¿quisieras agregar algo?

Estamos conectados. Es polémico, la realidad cubana es polémica y, como yo decía, estamos trabajando para todos los cubanos. El que tenga que pagar ante la justicia, tendrá que pagar, pero estamos trabajando por todos los cubanos, para esos médicos… yo les decía “brother, es que estamos trabajando también para ustedes”. Si a algún médico se le comprueba, cuando se caiga la dictadura, que torturaron a alguien, tendrá que responder ante la justicia. Pero en estas condiciones el nivel de estrés, y de presión, y todo es tan loco, que ni yo mismo puedo decirte que no me echaron algo en la comida, por ejemplo.

Y algo que se alertó fue también que te podían estar dando electroshock. Yo estuve conversando con un psiquiatra y me dijo que tú no te enteras cuando te dan electroshock, se te olvida. Tú, ahora mismo, te pueden haber dado electroshock, y no estás consciente de eso, se te olvida.

Mira eso, especialistas en psiquiatría dicen eso. Yo qué sé. Yo estaba preso en un hospital que es una prisión. Y eso demuestra una vez más que todos los Ministerios son cómplices. Este es el año de los Ministerios, el Ministerio de Cultura sacó sus garras y el Ministro sigue ahí, el Ministerio de Salud Pública, el de Agricultura con su historia… Los Ministerios se están destapando ante el mundo sobre todo. Veremos a ver qué pasa.

Muchas Gracias

Gracias familia, estamos súper conectados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Etiquetas

Noticias de Venezuela Politica Noticias de Nueva Esparta Opinion Derechos Humanos en Venezuela Presos Politicos Dictadura en Venezuela Nacionales Noticias Nacionales Perseguidos Politicos DDHH Internacionales Noticias Estado Nueva Esparta Noticias Regionales Crisis Humanitaria Crisis Economica Cultura Noticias Internacionales Nicolas Maduro Estado Nueva Esparta Economia Crisis Social Turismo en Isla de Margarita IAPOENE Resolucion 008610 Chavez Manifestaciones en Tachira FILCAR 2015 Leopoldo Lopez Libertad de Prensa Maria Corina Machado SEBIN corrupcion Carnavales 2015 Maduro Movimiento Estudiantil UNIMAR Deportes Diosdado Cabello Hugo Chavez Libertad de Expresion 4 de febrero de 1992 Gobierno de los EEUU Isla de Margarita MUD OEA Turismo Fundacion UDC Lilian Tintori Inseguridad en Venezuela ONU Primero Justicia Barack Obama Estado Sucre Golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 INEPOL Mesa de la Unidad Democratica dictadura Capriles Radonsky Cumana Defensor del Pueblo España Jony Rahal Voluntad Popular Henrique Capriles Radonski Lista Falciani Nelson Bocaranda PNB Secretario General de la OEA Swiss Leaks 12 de Febrero Colombia Cristina Fernandez Escolta de Diosdado Cabello lo acusa en Washington de narcotráfico Historia de Venezuela Jesus Chuo Torrealba Marianela Salazar Municipio Antolín del Campo CAMPO Noticias de Uruguay Pedro Leon Zapata RUNRUNES Rodriguez Torres TSJ Tarek William Saab Autorizan uso de armas mortales contra protestas en Venezuela CENCOEX Cartel de los Soles Caso HSBC Escolta denuncia a Diosdado Fidel Castro HSBC La Asuncion Manifestaciones en Caracas Municipio Mariño PODEMOS España Partido PODEMOS Sebastiana sin Secretos Teodoro Petkoff dictador historia Alberto Nisman Argentina CADIVI CNE Caricatura Chavismo Devaluacion del Bolivar Estado Merida FARC Guerra Economica Helicoide Inflacion en Venezuela Leamsy Salazar Luisa Ortega Diaz Manifestaciones en Merida Maxidevaluacion Municipio Gomez Ocho militares del anillo de seguridad de Maduro también huyeron Padrino Lopez Simon Bolivar UCAT UCV democracia 12F Alcaldia de Mariño Asamblea Nacional Blanqueo de Capitales Empresas de Maletin Estado Bolivar Farmatodo Fernando Luis Egaña Gobierno Español Golpe de Estado al Presidente Maduro Guayana HRW Hiperinflacion Human Rights Watch Indice de Miseria Investigacion Jorge Giordani Juan Carlos Monedero Juangriego Marta Colomina Megadevaluacion Ministerio Publico Ministro de la Defensa Municipio Diaz Municipio Tubores Noticias de Argentina Noticias de Colombia PDVSA Pedro Claver Cedeño Periodista Eladio Rodulfo Gonzalez Pollo Carvajal Porlamar Reporteros sin Fronteras SIMADI Tabare Vasquez UCAB UDO Universidad de Oriente Venezuela Primero en Indice de Miseria 2014 AD Accion Democratica Alberto Barrera Tyszka Andres Oppenheimer Autoritarismo BCV BID Banco Central de Venezuela CNP Carnaval de Carupano Carnaval del Mar Carnavales de El Callao Censura en Venezuela Cesar Miguel Rondon Convenio Cambiario 33 Corte IDH Cupo Viajero DECLARACION DE TBILISSI DISCURSO DE ANGOSTURA Educacion Efemerides Efemerides de Margarita Empresas Basicas Fiscal General de la Republica GNB Hugo Carvajal Iglesia Venezolana Laguna de La Restinga Monedero Municipio Marcano Nelson Mandela Noticias de Chile Operacion Jerico Oscar Arias Pedro Llorens Pensamientos de Simon Bolivar Puerto Libre RSF RSF 2015 Rodolfo Marcos Torres RupertiGate SICAD SIDOR Salvador Allende Sistema Cambiario Sistema Marginal de Divisas Tasa SIMADI Tribunal de la Haya UNES UPEL Víctimas inocentes del 4 de Febrero de 1992 William Brownfield Wilmer Ruperti