Régimen silencia a Tania Bruguera, pero su voz retumba desde Ginebra
Con su ausencia, impuesta por la dictadura, Tania Bruguera sentó en el banquillo de los acusados a Miguel Díaz-Canel y su viejo gobierno de difuntos y flores
MIAMI, Estados Unidos.- La Cumbre de Ginebra 2021 de la organización no-gubernamental United Nations Watch, que desde su fundación en 1993 celebra un foro global días antes de la reunión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para señalar los incumplimientos de su propia carta fundacional, sesionó este lunes 7 y martes 8 por vía virtual.
Al evento de Ginebra, junto a representantes del Hong Kong amenazado por China comunista y de la también oprimida minoría étnica uighur; a miembros de la perseguida disidencia de Siria, Turquía, Hungría, Irán, Pakistán, Rusia, Zimbabwe, Corea del Norte y Bielorrusia, debió haber asistido la reconocida artista cubana del performance y disidente Tania Bruguera. Su nombre aparece en la lista de testigos para exponer la represión existente en contra de artistas, intelectuales, activistas, opositores y, en particular, del Movimiento San Isidro, en la Cuba comunista.
Pero el régimen cubano decidió en la mañana del lunes 7 de junio hacer de las suyas por enésima vez, y le cortó todas las comunicaciones a Bruguera. Lo mismo hizo el pasado 16 de abril cuando la artista debía participar en un conversatorio virtual titulado “Arte, activismo y censura”, bajo el patrocinio de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Ese día, la conexión de internet de Bruguera fue cortada y desde el centro docente se tuvo que cancelar el evento. Finalmente, el mismo tendría lugar el 21 de mayo, gracias a la protección de la Embajada Checa en La Habana que prestó su sede para que Bruguera pudiese participar. Como nota adicional: al terminar el conversatorio de Harvard la cónsul checa llevó personalmente en su auto a Bruguera hasta la casa, para asegurarse de que la artista no enfrentara una tropa de choque del régimen o fuese arrestada.
Así las cosas, no hay duda de que el régimen cubano no calcula bien los daños colaterales que enfrentará al mostrar su lado más despótico durante foros internacionales. En estos participan cientos o miles de personas, que pasan a ser testigos ipso facto de sus violaciones. Los octogenarios líderes cubanos no entienden bien el repudio instantáneo que miles – millones – de personas llegan a profesar en su contra, ni la cantidad de otrora simpatizantes que hoy condenan sus desmanes.
El silencio obligatorio de Tania Bruguera en la Cumbre de Ginebra se ha oído estrepitosamente en el mundo entero. La “Ley Mordaza 1999” de Raúl Castro, que continúa vigente y reforzada por los decretos 320 y 349, es hoy un boomerang inmisericorde que se vira en contra del régimen castrista de Miguel Díaz-Canel. Como dijera en la cumbre durante su intervención András Simonyi, antiguo diplomático húngaro que lucha por restaurar la democracia en Hungría: “El Poder ya no debe dar por sentada su continuidad”. O como enfatizó Nathan Law, joven ex diputado de Hong Kong: “Hoy, las jóvenes generaciones se alzan por millones contra el poder totalitario y corrupto de las tiranías. Los tiempos han cambiado.”
¡Ni que hubieran estado hablando de Cuba! De momento fue como si oyéramos a la propia Tania Bruguera. ¡Eso mismo es lo que ella hubiera dicho! Tania se hubiera hecho eco de las críticas de sus co-ponentes: hubiera condenado la corrupción y la avaricia de los déspotas cubanos de turno, al igual que hizo el periodista turco exiliado Can Dündar al hablar del presidente autócrata de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. O como enjuició la crueldad del carnicero-dictador sirio Bashar Hafez al-Assad la opositora exiliada Waad-Al-Kateab. O la intolerancia totalitaria del líder de la China Comunista, Xi Jinping que señalaron la abogada y refugiada política uighur Rayhan Asat, y el activista y exdiputado hongkonés Nathan Law.
“Las tiranías devoran a sus jóvenes”, enfatizó el pastor Evan Mawarire, activista pro-democracia en Zimbabwe, “pero las redes sociales y la Internet han empoderado a las generaciones más jóvenes que hoy le cantan las verdades al Poder”. “Los jóvenes ya no son las generaciones adoctrinadas de antes”, añadió Vladimir Kara-Murza, opositor y activista ruso, quien advirtió que, en la Rusia de Vladimir Putin – donde existe un pelotón de asesinos entrenados por el Kremlin para eliminar opositores (¿nos suena esto familiar?) –, se va a la cárcel por el delito de un tuit, igual que sucede en Cuba por trasmitir con un teléfono celular por las redes sociales. “La juventud es el futuro de la libertad”, afirmó el político ruso con optimismo.
En la cumbre de Ginebra comparecieron también Sviatlana Tsikhanouskaya, ex candidata a la presidencia de Bielorrusia, quien, al denunciar los abusos del actual dictador, Alexander Lukashenko, hizo pensar en el brutal régimen de Fidel y Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel. La opositora norcoreana, ex presa política y víctima de tráfico humano Jihyun Park, quien, al describir las tácticas propagandísticas anti-americanas del régimen de Kim Jong-un, se hizo eco del “enemigo imperialista yanqui” de la dictadura cubana; el activista exiliado chino, Yang Jianli, sobreviviente de la masacre de Tiananmen, quien denunció el poderoso firewall o servidor de seguridad que emplea el régimen comunista de Xi Jinping para bloquear el acceso a la Internet de los chinos para así mantenerlos aislados del resto del mundo.
Con su ausencia, impuesta por la dictadura, Tania Bruguera sentó en el banquillo de los acusados a Miguel Díaz-Canel y su viejo gobierno de difuntos y flores ante el mundo entero desde la Cumbre de Ginebra. Con la fuerza de los sin voz condenó la impunidad con que el régimen cubano reprime a su pueblo, encarcela a sus opositores, censura a sus artistas, interrumpe las redes de comunicación, atropella a las mujeres, desfallece a los ancianos, hambrea a sus súbditos, discrimina a los afrodescendientes, amordaza a los que disienten, frustra los sueños de la juventud, viola todos los derechos civiles, e irrespeta la dignidad humana.
En la transmisión en directo, cuando llegó el momento en que debía comparecer Tania Bruguera, los organizadores de la cumbre en Ginebra pusieron en pantalla el siguiente mensaje:
Tania es una artista cubana del performance político
que ha sido detenida en numerosas ocasiones,
interrogada y sometida a arresto domiciliario
por su activismo y arte crítico del régimen cubano.
Desde noviembre 2020,
la policía ha hecho guardia delante de su casa casi a diario
vigilando todos sus movimientos.
Hoy, Tania estaba supuesta a dirigirse a nosotros en este foro,
pero le han cortado su servicio de Internet
en un intento de aislarla
y de controlar su discurso
porque ellos no quieren que nadie
escuche su testimonio.
Por eso,
aunque hoy no escuchemos a Tania directamente,
queremos emplear este momento
para elevar conciencia sobre los abusos que comete el régimen cubano
y enviar un mensaje al Poder:
¡No nos silenciarán!
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