7,8 millones de personas presentaron desnutrición en Venezuela entre 2018 y 2020
Según el balance de alimentación, Venezuela aparece entre los 56 países con el mayor número de personas con desnutrición entre su población total, y está ubicada en la categoría de territorios afectados por situaciones climáticas extremas y recesiones económicas, con ingresos medianos-altos.
Caracas. Entre 2004 y 2006, se calculó que 2,2 millones de personas eran víctimas de la desnutrición en Venezuela, con una prevalencia en la población de 8,4 %. Más de 10 años después, la realidad es peor. El informe 2020 del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo, estima que, entre 2018 y 2020, 7,8 millones de personas presentaron desnutrición en el país, es decir, 27,4 % de la población. Este es el porcentaje más alto de la región suramericana. El país que más se acerca a la realidad venezolana es Bolivia, con 12,6 %.
Este informe es realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los datos que registra sobre Venezuela está que la población etaria más afectada en el país son los niños y niñas: 0,2 millones (10,6 %) de menores de cinco años presentaron retraso de crecimiento durante 2020, año marcado por la llegada del coronavirus.
“En este informe se presenta la primera evaluación mundial de la inseguridad alimentaria y la malnutrición para 2020 y se ofrecen algunas indicaciones sobre la posible magnitud del hambre y la malnutrición para 2030, teniendo en cuenta las complicaciones derivadas de los efectos duraderos de la pandemia de la COVID-19”.
Según el balance de alimentación, Venezuela aparece entre los 56 países con el mayor número de personas con desnutrición entre su población total, en donde también aparecen Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, México y Perú. Sin embargo, Venezuela está ubicada en la categoría de territorios afectados por situaciones climáticas extremas y recesiones económicas, con ingresos medianos-altos, al igual que Belice, Irán, Líbano y Sudáfrica.
La situación mundial de seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo advierte que la región no alcanzará el Objetivo de Desarrollo Sostenible de hambre cero, establecido en 2015. El hambre crónica es considerada la problemática mundial que no permite a millones de personas consumir las calorías suficientes para llevar una vida activa y saludable debido a diversos factores. En 2020 padecieron hambre en todo el mundo entre 720 millones y 811 millones de personas, unos 118 millones más que en 2019, detalla el documento.
Entre los diversos factores que ha tomado en cuenta el informe en todas sus ediciones desde 2017, están contemplados: los conflictos armados, la variabilidad y las condiciones extremas del clima, las desaceleraciones y los debilitamientos de la economía y la inasequibilidad de las dietas saludables, además de los factores subyacentes de la pobreza y la desigualdad.
Otro dato que aporta el informe es que, en comparación con 2019, en 2020 padecieron hambre unos 46 millones de personas más en África, 57 millones más en Asia y unos 14 millones más en América Latina y el Caribe. Con respecto a la pandemia, unos 660 millones de personas podrían seguir padeciendo hambre en 2030, en parte a los efectos duraderos de la pandemia de la COVID-19 con respecto a la seguridad alimentaria mundial, 30 millones si no hubiera tenido lugar la pandemia, según estimaciones de las organizaciones mundiales.
“En general, el mundo no va camino de cumplir las metas mundiales de ninguno de los indicadores en materia de nutrición para 2030. El ritmo que se avanza en la actualidad con respecto al retraso del crecimiento infantil, la lactancia materna exclusiva y el bajo peso al nacer es insuficiente. En cuanto a los avances en materia de sobrepeso y emaciación infantiles, anemia en mujeres en edad reproductiva y obesidad en adultos, han quedado paralizados o la situación está empeorando”.
El aumento de la inseguridad alimentaria moderada o grave de 2019 a 2020 fue mayor en América Latina y el Caribe (nueve puntos porcentuales) y en África (5,4 puntos porcentuales), en comparación con el aumento de 3,1 puntos porcentuales en Asia. Con respecto a la brecha de género, a escala mundial, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave se ha ampliado aún más en el año de la pandemia del coronavirus. Las mujeres padecieron inseguridad alimentaria a razón de un 10 % más que los hombres en 2020, frente a una proporción de 6 % en 2019.
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