La corresponsal de ABC en La Habana, Camila Acosta, fue detenida ayer según confirmó al medio independiente 'Cubanet' el escritor Ángel Santiesteban. La periodista fue interceptada por varios agentes de la policía política a las diez de la mañana -las 16.00 horas en España-, cuando salía de su casa para hacer un trámite personal en compañía de su padre, quien precisaba de una prubea PCR para detectar el Covid-19, ya que debía salir de viaje el próximo viernes.
Posteriormente, los agentes se personaron en su domicilio, donde llevaron a cabo un registro y se llevaron todos sus equipos de trabajo, entre ellos su ordenador personal.
Según ha podido confirmar Santiesteban a ABC, Acosta va a ser procesada por «delitos contra la seguridad del Estado». Se encuentra detenida en la Cuarta Unidad de Policía de Infanta, municipio de Cerro. Una acusación similar a la que se ven enfrentados los disidentes y cualquiera que aparezca como sospechoso ante el aparato represor del castrismo. Además de Acosta han sido detenidos una veintena de periodistas, entre ellos Iris Mariño, de Camagüey, y Orelvis Cabrera, de Matanzas, según ha sabido ABC.
Horas antes de su detención, Acosta había cubierto para este diario las protestas en Cuba, y en particular las que tuvieron lugar en La Habana el pasado domingo. A última hora de ese día sufrió el bloqueo de internet y de su mensajería por whatsapp. Los cortes de internet, muy frecuentes, no responden a causas técnicas, sino que son una herramienta para silenciar la voz de la disidencia e impedir que la población acceda a los medios de comunicación extranjeros para informarse de lo que sucede en Cuba.
No es la primera vez que Acosta es detenida por el régimen. También ha sufrido el repudio social, instigado entre su vecindario por los agentes y partidarios del castrismo, lo que le ha obligado a cambiar varias veces de domicilio. No puede viajar ni salir de la isla al estar bajo la condición de 'regulada'.
Reacción en España
En España, la detención de Camila Acosta fue condenada anoche por el líder del PP, Pablo Casado, quien a través de Twitter exigió su liberación. Casado condenó también el asalto armado de la Policía de Maduro en Caracas a la casa de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, escribió en Twitter: «La corresponsal de ABC en Cuba ha sido detenida por hacer su trabajo e informar de las protestas... La dictadura no quiere que sepamos lo que ocurre. Acosta tiene que ser liberada de inmediato y los hechos, condenados por todos», añadió. Edmundo Bal, vicesecretario general y portavoz de Cs, se sumaba también anoche en Twitter a la condena por la detención de Acosta y pedía su liberación.
Díaz-Canel, depredador de la libertad de prensa
En su edición de 2021, Reportero Sin Fronteras incluía en su galería de depredadores de la libertad de prensa al presidente Miguel Díaz-Canel. Según el informe, los periodistas independientes son vigilados por agentes que tratan de limitar su libertad de movimientos, de arrestarlos y de borrar la información que poseen. «En internet, cuyo acceso sigue estando controlado en buena parte por el Estado, blogueros y periodistas ciudadanos encuentran un espacio de libertad, aunque ateniéndose a las consecuencias: la intolerancia de las autoridades hace que a menudo acaben en la cárcel o forzados al exilio». Además, el gobierno también controla la cobertura mediática de los periodistas extranjeros, concediendo las credenciales de manera selectiva y expulsando a aquellos a los que considera «demasiado negativos» contra el régimen.
En el último índice de RSF sobre libertad de prensa, el organismo subrayaba un deterioro generalizado de la situación en América Latina. Con algunas raras excepciones, el entorno laboral de los periodistas, que ya era hostil y complicado antes de la crisis del coronavirus, se ha deteriorado aún más. En el ránking Cuba ocupa el puesto 171 de un total de 180 países.
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