Se espera repunte en «turismo» de partos en EEUU por política migratoria de Biden
La decisión de Biden sobre el "turismo por nacimiento" no solo afectaría los partos provenientes de migrantes ilegales, sino aquellas que entren por vía aérea y mienten para obtener la visa de turista.
Nuevas flexibilizaciones para el «turismo de nacimiento» se emitieron desde el gobierno de Joe Biden. Desde ahora, las mujeres embarazadas, así como quienes estén en período de posparto o de lactancia, podrán cruzar irregularmente la frontera de Estados Unidos sin ser detenidas.
Sin embargo, más allá de los beneficios para quienes tomen este camino, están los llamados de atención de algunos voceros y exfuncionarios, por el hecho de que podría ser visto como un nuevo gesto que promueva la inmigración ilegal hacia la nación norteamericana.
La administración de Biden ya acumula un listado de decisiones que anularon regulaciones del gobierno de Donald Trump. Las consecuencias están plasmadas en las cifras recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés). Los cruces irregulares alcanzaron en abril su pico más alto en 20 años, con 178.850 personas. El número se queda corto con la cifra actualizada al cierre de junio: 188.829 migrantes fueron detectados por el mencionado organismo.
“Ya sabemos lo que va a pasar”, declaró Mark Morgan, ex comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, a raíz de esta decisión. “Ellos se van a quedar».
Con las nuevas órdenes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) no puede arrestar a mujeres en esta condición «a menos que la ley prohíba su liberación o existan circunstancias excepcionales». Los oficiales de detención también tendrán que liberar a aquellas que estén detenidas y si por alguna razón deben permanecer en ese estatus, deberán recibir servicios médicos, indica el documento que firmó Tae Johnson, director interino de ICE.
Órdenes republicanas quedaron anuladas
La decisión de Biden sobre el «turismo de nacimiento» no solo afectaría los partos provenientes de migrantes ilegales, sino aquellas que entren por vía aérea y mienten para obtener la visa de turista, según una nota de Washington Examiner. El Centro de Estudios de Inmigración, indicó que había hasta 26000 “turistas de nacimiento» detectados el año pasado.
Existían medidas para regular la cantidad de extranjeros que aprovechaban la 14ª Enmienda de la Constitución. Esta otorga la ciudadanía por nacimiento aún con padres extranjeros. Era necesario demostrar motivos médicos para dar a luz en Estados Unidos, garantizar que contaban con el dinero para hacerlo u otra razón de fuerza mayor. Caso contrario, a las mujeres se les negaba la visa de turista.
«Cerrar esta evidente laguna de inmigración combatirá estos abusos endémicos y, en última instancia, protegerá a Estados Unidos de los riesgos de seguridad nacional creados por esta práctica», dijo enero de 2020 la entonces secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, tras la orden emitida por Donald Trump.
Pero hay más. La política aprobada a inicios de julio por Biden deroga una orden emitida en 2017 por Trump que «puso fin a la presunción de liberación de todas las detenidas embarazadas». ICE detuvo a casi 2100 mujeres el año siguiente.
El costo para los contribuyentes
Los gastos que tiene la administración demócrata en materia de migración son millonarios. Hasta inicios de abril, tan solo en niños no acompañados, se gastaban al menos 60 millones por semana, reseñó The Washington Post. Un mes antes, Biden ya gastaba 86 millones de dólares para habitaciones de hotel destinadas a 1200 familiares migrantes que cruzaban la frontera entre EE. UU. y México, reportó Axios.
Son solo par de cifras que adelantan la magnitud del gasto público, ocasionado por un problema que la Casa Blanca aún no ha podido solventar. Del mismo modo, al permitir esta flexibilización a la embarazadas y que puedan dar a luz en el país norteamericano, podría perjudicar en gran escala a los contribuyentes.
“Se le permitirá venir aquí ilegalmente. No será detenida. Se le proporcionará atención médica gratuita. Entonces, cuando nazca su hijo, ese niño será ciudadano de los EE. UU. ¿Y luego adivinen qué? Nunca serán removidos», agregó el ex comisionado interino de Aduanas y Protección.
No hay cifras de cuánto costará al país las flexibilizaciones en torno al «turismo de nacimiento». Pero sin duda es una política del ICE más amplia, incluso en comparación con el gobierno de Barack Obama. Otra nota de The Washington Post menciona que Obama generalmente eximió a las mujeres embarazadas de la detención por inmigración, pero Biden también incluye a las mujeres que dieron a luz el año anterior y a las que están amamantando, lo que podría durar más de un año.
Tanto Biden como la vicepresidente Kamala Harris defienden un enfoque «más humano» en el tema migratorio. Han buscado abordar supuestas «causas fundamentales» en otras naciones, en lugar de voltear la mirada hacia su propio país. Poco a poco, siguen flexibilizando medidas que alertan no solo a políticos, también a los ciudadanos que aportan impuestos.
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