| El anticristo
El fen贸meno woke es la culminaci贸n de la modernidad, una ruptura con lo eterno que solo puede sanarse con un retorno a lo trascendental.
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Destacado Suscriptor,
Vivimos en un tiempo de transiciones profundas. En esta edici贸n exploramos c贸mo el fen贸meno woke se alinea con las tensiones m谩s profundas de la modernidad y lo que esto implica para nuestra comprensi贸n de la espiritualidad y la existencia colectiva.
Nos encontramos en un mundo donde los grandes cambios ideol贸gicos y culturales parecen suceder con una rapidez in茅dita. En esta edici贸n de Destacadas, queremos llevarte m谩s all谩 de las narrativas superficiales para explorar las ra铆ces hist贸ricas y filos贸ficas del fen贸meno woke. Este an谩lisis no solo busca entender el presente, sino tambi茅n ofrecerte herramientas para reflexionar sobre el futuro de nuestra civilizaci贸n y su relaci贸n con lo eterno.
Gracias por elegirnos como tu espacio de an谩lisis y reflexi贸n.
Equipo Destacadas
Wokismo: Un fen贸meno moderno que, en su intento por alcanzar la iluminaci贸n social, se ha transformado en una especie de culto donde el dogma del "despertar" se venera con la misma pasi贸n que un satanista a su oscuro se帽or.
El wokismo es la pol铆tica de la performatividad elevada a su m谩xima expresi贸n, donde cada acto de justicia social es m谩s un rito para exhibir moralidad que para cambiar realmente algo. Aqu铆, la doctrina del wok铆smo y el satanismo comparten un rasgo com煤n: ambos buscan desafiar el status quo, pero mientras uno lo hace con la promesa de iluminaci贸n y justicia, el otro lo hace con la provocaci贸n y el rechazo absoluto de la norma.
El wokismo podr铆a verse como una especie de satanismo light para las masas digitales. Donde el satanismo tradicional se deleita en la subversi贸n de los valores establecidos, el wokismo se regocija en la subversi贸n del lenguaje, la historia y la cultura, pero con la apariencia de hacer el bien. Es el arte de se帽alar los problemas sociales sin ofrecer soluciones, similar a c贸mo un satanista podr铆a se帽alar la hipocres铆a de la sociedad sin proponer una alternativa real.
En esta parodia, el wokeimo transforma a cada individuo en un inquisidor moderno, en busca de herej铆as en forma de microagresiones o pensamientos no alineados con la ortodoxia del momento. Al igual que el satanismo, que algunas veces se ha utilizado como un s铆mbolo de rebeli贸n contra la opresi贸n, el wokeimo se ha convertido en una se帽al de protesta contra la injusticia, aunque a menudo se pierda en una mara帽a de virtud, supremacismo y performatividad.
El wokismo es como el satanismo en su forma m谩s sutil: una rebeli贸n contra lo convencional disfrazada de moralidad, donde el verdadero cambio se sacrifica en el altar de la aceptaci贸n social y la visibilidad en l铆nea. Ambos capturan la imaginaci贸n de aquellos que buscan un sentido de pertenencia y prop贸sito, pero mientras uno lo hace a trav茅s de la oscuridad y la subversi贸n, el otro lo hace con la luz de la justicia social, aunque a veces esa luz parezca m谩s una linterna de Instagram que un faro de verdadera reforma.
La ideolog铆a "woke", ese fen贸meno que ha captado las primeras planas de los medios y las conversaciones pol铆ticas en las 煤ltimas d茅cadas, se presenta no solo como una reacci贸n social, sino como la culminaci贸n de un largo proceso hist贸rico. Para muchos, el "woke" es simplemente un exabrupto moderno, una perversa desviaci贸n de la norma, pero es crucial entenderlo dentro de un contexto m谩s amplio para poder cuestionarlo adecuadamente y, si es posible, superarlo.
La ideolog铆a woke tiene sus ra铆ces profundamente enterradas en los cimientos de la modernidad occidental. Para deshacernos de ella, es necesario primero identificar y extraer sus ra铆ces, y esas ra铆ces son el nominalismo, el hiper-individualismo y el liberalismo como ideolog铆a. El liberalismo invita a cada individuo a abandonar cualquier forma de identidad colectiva, promoviendo en su lugar una esfera aut贸noma donde el individuo es el 煤nico juez de su existencia y sus valores. Esta disoluci贸n de las identidades colectivas, que van desde la naci贸n hasta la religi贸n, es la base de lo que conocemos hoy como la ideolog铆a woke.
El despertar ideol贸gico de la izquierda liberal globalista no es un fen贸meno aislado ni una aberraci贸n fortuita; es el desenlace l贸gico de la historia del liberalismo. La liberaci贸n de la Iglesia Cat贸lica, la abolici贸n de los estamentos, el desmembramiento de los imperios, el colapso de los estados nacionales y la disoluci贸n de ideolog铆as colectivas como el fascismo y el comunismo —todo ello es parte del proceso hist贸rico que ha dado forma a la modernidad y que, ahora, se encuentra en su fase m谩s radical con el movimiento woke.
La mayor amenaza de la modernidad no es el avance tecnol贸gico, sino su incapacidad para conectar al hombre con lo eterno.
El "woke" no es simplemente una perversi贸n moment谩nea, ni un desv铆o err谩tico de la norma, es la manifestaci贸n final de la modernidad occidental. Este fen贸meno no es solo una etapa intermedia que podr谩 ser corregida con el tiempo. Es una consecuencia directa del paradigma moderno que se ha formado durante siglos y que, en su forma m谩s pura, es incompatible con la tradici贸n, con la religi贸n, con el cristianismo. Nos enfrentamos a un dilema: o retornamos a la modernidad, o retornamos a una forma de pre-modernidad que reconozca la eternidad.
La modernidad, con su 茅nfasis en la raz贸n y el progreso, ha desechado la noci贸n de lo eterno a favor de una temporalidad sin fin, donde el presente es la 煤nica medida v谩lida para comprender el mundo. En ese sentido, el "woke" representa la culminaci贸n de este abandono de la eternidad: la exaltaci贸n de la duraci贸n pura, de un tiempo que no tiene referencia alguna hacia lo eterno, que no tiene prop贸sito ni fin.
Si bien la modernidad ha proclamado su triunfo sobre el pasado, la tradici贸n y la religi贸n, debemos reconocer que la pre-modernidad no es simplemente una fase pasada de la historia. No se trata solo de lo que fue, sino de lo que podr铆a ser, de lo que puede ser nuestro futuro. La pre-modernidad es una visi贸n supertemporal, una forma de entender la existencia que trasciende la mera temporalidad del presente y se conecta con una comprensi贸n eterna del mundo. La modernidad, por el contrario, es una negaci贸n de la eternidad a favor de una temporalidad vac铆a de significado.
El "woke" es, en este sentido, la manifestaci贸n final de un tiempo que ha ganado la batalla sobre la eternidad. La ideolog铆a woke y su obsesi贸n con la identidad, la deconstrucci贸n y el relativismo representan la victoria de un tiempo vac铆o sobre una realidad eterna y significativa. En su af谩n por liberar al individuo de las estructuras colectivas, ha generado un vac铆o existencial donde no hay lugar para lo absoluto, lo trascendente o lo sagrado.
El contraste entre la visi贸n moderna y la pre-moderna puede entenderse a trav茅s de dos tipos de poder: el poder del Rey del Mundo, representado por Cristo, que reina en la eternidad, y el poder del pr铆ncipe de este mundo, Satan谩s, que reina en la pura temporalidad. La modernidad ha desplazado el poder del primero al segundo, lo que ha dado lugar a una "rebeld铆a democr谩tica y demonocr谩tica" de la materia contra el esp铆ritu, como lo describe la tradici贸n. El movimiento woke es, en muchos sentidos, la revelaci贸n de este cambio de poder, un cambio donde la tecnolog铆a y la t茅cnica se convierten en los nuevos dioses.
La t茅cnica, ese producto de la modernidad, no es solo una herramienta, es un fen贸meno metaf铆sico. En su esencia, la t茅cnica no es solo un conjunto de herramientas, sino una forma de alienaci贸n. Puede ser domesticada y utilizada, pero siempre existe el riesgo de que nos controle, nos absorba y nos transforme en meros instrumentos de su poder. Silicon Valley, ese epicentro de la innovaci贸n tecnol贸gica, se ha convertido en el espacio para los verdaderos adoradores de la modernidad, los que han sacrificado lo trascendente en favor de un progreso ilimitado y vacuo.
As铆, el "woke" es una manifestaci贸n 煤ltima de esta era de modernidad desenfrenada. No es un simple error o desv铆o ideol贸gico, es el 煤ltimo estadio de un largo proceso que ha alterado la forma en que entendemos al individuo, la sociedad y el mundo. Para superar esta fase, es necesario no solo rechazar los excesos de la ideolog铆a woke, sino cuestionar y revisar profundamente las bases de la modernidad misma. Solo a trav茅s de un retorno a una comprensi贸n m谩s profunda y trascendental de la vida, que trascienda el tiempo y regrese a la eternidad, podremos encontrar una soluci贸n verdadera a los problemas que el "woke" ha tra铆do consigo.
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