Termómetro Económico: Entrevistas a Rómulo Betancourt y a Raúl Leoni (3era. parte)
Habiendo resaltado algunos aspectos de la entrevista a Rómulo Betancourt que le hiciera Miguel Otero Silva el 21 de febrero de 1963, dejo claro que es más extensa y se tratan temas de interés para la Venezuela de hoy día así como, para la geopolítica mundial. Sin embargo, debo pasar mi querido lector, a la entrevista que el 10 de marzo de 1969, éste le hiciera a Raúl Leoni.
…después de hablar de sus lecturas
Otero: ¿Por qué, si gran parte de sus compañeros de rebelión y de exilio se inclinaron hacia el marxismo y el comunismo, usted no tomó el mismo camino?
Leoni: La mayor parte de mis compañeros del 28 que se inclinaron abiertamente hacia el comunismo fueron aquellos que se trasladaron a Europa. Rusia y su estrella roja gravitaban categóricamente sobre el proceso político y social de los países europeos. Nosotros, los del 28, éramos una juventud ignorante políticamente por falta de libros y exceso de barreras policiales. Yo no me marché a Europa sino me quedé en el área del Caribe. Al leer la filosofía marxista no perdí nunca la visual latinoamericana ni el sentido de nuestra realidad. Comprendí desde el principio que el pensamiento socialista no era aplicable esquemáticamente a toda entidad o nación. Para Venezuela, país atrasado y mediatizado, el problema consistía en quebrar las estructuras feudales, emprender la revolución democrática, conquistar los derechos más elementales. Además, me apartó siempre de los comunistas mi culto a la libertad del hombre que ellos no compartían. Pero debo advertir que si nunca me hice comunista no fue porque me sintiera temperamentalmente anticomunista. Creo que la existencia de la extrema izquierda es necesaria para el funcionamiento progresista de la libertad porque sus prédicas hacen hincapié en las desigualdades sociales. Son como un tábano que señala las injusticias. Por otra parte, respeto los objetivos sociales que persigue el socialismo en sus diversas expresiones y tengo la seguridad de que la humanidad marcha indefectiblemente hacia un sistema más equilibrado, más justo, de gran oportunidad para todos los seres.
Podemos apreciar en Leoni, más allá de las ideologías, su defensa a la democracia como el sistema a aplicar en América Latina, habla incluso de la “Revolución Democrática”. Se deja entrever a un hombre con una gran sensibilidad por las causas relacionadas a la justicia y la equidad social. Aclara que no es “anticomunista” y defiende la existencia de la extrema izquierda para que haga de “tábano que señala las injusticias”. Habla de una Venezuela atrasada y de ellos (la generación del 28) como una generación “ignorante políticamente por falta de libros y exceso de barreras policiales”. Un hombre con una formidable claridad política y extrema agudeza descriptiva.
Otero: ¿Se considera usted antimperialista, como cuando leía en su juventud a Manuel Izarte?
Leoni: Soy fundamentalmente un nacionalista, en el mejor sentido de la palabra. El mundo está dividido injustamente en países pobres y ricos, desarrollados y subdesarrollados, lo cual es tan inicuo como la división de la sociedad en poseedores y desposeídos. Yo estoy contra esos desniveles como estoy contra el armamentismo de los países poderosos. Si los recursos que se emplean en armas se dedicaran a subsanar injusticias, a cooperar con los países pobres, a reparar las propias desigualdades sociales internas, se sembrarían las bases más sólidas para la coexistencia pacífica. El destino del hombre sobre la tierra no es la guerra, ni el dominio sobre los otros hombres, sino el dominio de la naturaleza y, actualmente, del espacio, por obra y gracia de los astronautas.
Además de mantener bellamente el discurso de la inclusión, la igualdad y la equidad, también aborda el tema armamentista. Tema que, no titubeo en enfrentar desde la perspectiva de un hombre de paz.
Otero: ¿Cree usted que el problema de Guyana desembocará a la larga en una guerra efectiva, como tiros y batallas, entre Venezuela y ese país?
Leoni: Yo que he sido un definido sostenedor de los derechos venezolanos sobre la Guayana Esequiba, de la cual fuimos despojados por un laudo írrito, no he creído que Venezuela deba llegar al uso de la fuerza para recuperar esos territorios. Esos territorios son y serán venezolanos y deben volver a formar parte del conglomerado nacional. Pero no pierdo la esperanza de que las gestiones diplomáticas, no obstante la proverbial ineficacia que suele atribuírsele, logren al final un resultado positivo para la gestión venezolana. Venezuela entera tiene plena conciencia de la justicia de nuestra reclamación y espera que sus gobiernos sucesivos se mantengan firmes en esa actitud.
Además de mantener su discurso pacifista, Leoni confía en las gestiones diplomáticas para su resolución satisfactoria. Deja claro sin lugar a duda ni ambigüedad que Venezuela no está dispuesta a renunciar a sus derechos sobre tales territorios. Tal contundencia en esa posición, vale la pena contraponerla a la sostenida en los gobiernos de Hugo Chávez y posteriormente de Nicolás Maduro. Para hacerlo sólo debo citar el titular del diario “Tal Cual” del 29 de junio de 2020 “El chavismo cambió fidelidad por Esequibo y ha llegado la factura”. En la imagen que acompaña la reseña, se muestra una página de un diario que reza “Cuba reitera su apoyo a Guyana, Venezuela es expansionista”. También se muestra otra página de diario que reza: “Gobierno ignora reclamación del Esequibo en Ley de Presupuesto”.
Otero: ¿Llegará alguna vez Venezuela a ser dueña absoluta de su petróleo?
Leoni: Yo creo que sí. El régimen de concesiones tiene un plazo fatal, ya que vencen en 1983 y revierten al patrimonio nacional, junto con las instalaciones y bienes adquiridos por las compañías para el desarrollo y explotación de esas concesiones.
Hoy día hemos padecido la terrible administración de los recursos productivos del país por parte del actual gobierno. PDVSA en términos reales ha sido limitada a una oficina de subcontratación. Y no olvidemos las concesiones que en el gobierno de Hugo Chávez se hicieron sobre la Faja Petrolífera del Orinoco. Hoy tenemos una “ley antibloqueo” que permite al presidente con poderes especiales en materia económica, durante casi la totalidad de su pobre gestión, privatizar las empresas venezolanas en manos del estado de manera confidencial y sin pasar por la Asamblea Nacional.
Otero: Los escritores políticos José Vicente Rangel, Guillermo García Ponce, Orlando Araujo y otros, han afirmado en diversas publicaciones que bajo su gobierno, doctor Leoni, se han practicado torturas a detenidos políticos y se han realizado más de un centenar de fusilamientos. ¿Qué hay de cierto en tales denuncias?
Continuará…
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