Contrapeso a alianzas del autoritarismo en la región toman forma con el MECCLA
Regímenes autoritarios de la región parecen haber tomado una bocanada de aire los últimos años, sin embargo, no todo está perdido. Un nuevo movimiento busca articular al conservadurismo y la derecha para hacerles frente a las ansias expansionistas
Activistas de derechos humanos, líderes sociales, venezolanos en el exilio, liderazgos jóvenes y religiosos dieron forma a una nueva agrupación que busca contrarrestar las acciones del socialismo y progresismo en América Latina. No es una agrupación de partidos políticos, sino un moviento social con presencia en 11 países. El objetivo del Movimiento Cristiano Conservador Latinoamericano (MECCLA) es articular a todo el conservadurismo y la derecha en el continente americano y España.
Alianzas como el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla e incluso la CELAC han demostrado desde su concepción la complacencia a regímenes autoritarios. Basta con repasar sus eventos, con la presencia de Nicolás Maduro, Hugo Chávez o Raúl Castro, para dar cuenta de ello. El caso más reciente, fue la visita a México del dictador venezolano Nicolás Maduro y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, para participar en la CELAC. Algo que opacó la supuesta imparcialidad del organismo.
Raúl Tortolero presidente del MECCLA en México, expresó a PanAm Post que la presidencia pro témpore de ese país reunió a estos personajes «para intentar generar un eje rojo que reemplace al Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla».
La duda es ¿Hasta qué punto estos autoritarismos de América Latina pueden extenderse? ¿Hay manera de hacerles frente? El socialismo gobierna a países como Argentina, Venezuela, Cuba, Bolivia, Perú o Nicaragua, donde la ideología prevalece sobre la política, afianzando el resentimiento y la promesa de beneficios inexistentes. En contraste, el MECCLA defiende el trabajo como medio de subsistencia digna sin la intervención del Estado, aboga por la educación, los valores y los derechos individuales. El grupo firmó recientemente en Brasil un manifiesto donde promueven la defensa de estos y otros elementos inherentes a los ciudadanos, que poco a poco estos regímenes quieren mermar.
Contra el expansionismo de las potencias orientales
Estos regímenes socialistas tampoco están solos. Son bien conocidas las alianzas geopóliticas que los respaldan desde Oriente. La muestra más clara son Rusia, China e Irán que a través de la economía y diplomacía se han instalado cada vez más en la región. Roderick Navarro, segundo vicepresidente del MECCLA explicó en entrevista a PanAm Post que primero «hay que pontenciar y promover la participación política en los países donde la izquierda está fértil».
Navarro, quien reside en Brasil, hace referencia a movimientos de derecha o anticomunistas «que pueden verse débiles o sentirse solos». A estos, son los que el MECCLA apunta a acompañar. «El Movimiento tiene el propósito de demostrar que no están solos. De que su lucha es la misma que se está llevando adelante en otros países».
Puso a Venezuela como ejemplo. La situación del país, asegura, también es problema de las demás naciones. «No podemos dejar solas a aquellas personas que necesitan de nuestra ayuda, apoyo y que alcemos la voz por ellos», afirmó.
En la literatura iraní existen pruebas del rechazo a Occidente. Ciertos autores catalogan el pensamiento de los países libres como una enfermedad llamada «occidentosis». Básicamante rechazan la idea del individuo libre e instituciones democráticas. Para el segundo vicepresidente del MECCLA, la organización enfrenta a este tipo de culturas que apuestan por la destrucción de occidente «y a los mismos agentes dentro de la región que quieren acabar con nuestras creencias».
El espejo de Brasil
La cuenta regresiva ya está en marcha en Brasil para las elecciones presidenciales. Donde el presidente Jair Bolsonaro apuesta a la reelección frente a Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente, promotor del socialismo y fiel cómplice de los dictadores de la región.
Su periodo en la presidencia dejó consecuencias. Como la violencia desde sus seguidores de izquierda y numerosos casos de corrupción. Pero Navarro suma algo más, una «reacción fuerte en la sociedad» que se opone a su ideología. Este fenónemo, que se dejó ver recientemente en las calles de Brasil en apoyo el presidente Bolsonaro, «dejó muchas lecciones para América Latina».
«Es plantarse frente a la izquierda y decir ‘no tenemos miedo de nuestras creencias’ pero sobre todo, nos vamos a defender de ellas».
La izquierda asegura que Lula da Silva «va holgado en las encuestas». Sin embargo pareciera que dentro de sus filas no logran consolidarse. Hace pocos días una minúscula cantidad de manifestantes, al menos en Sao Paulo, fue objeto de burla en redes sociales. Ni siquiera su candidato se presentó. Por lo tanto, frente a posibles erosiones de los socialistas, alianzas de derecha podrían tomar aún más fuerza con apoyo del MECCLA.
La amenaza progresista en EEUU
Estados Unidos también está experimentando una ola progresista desde que Joe Biden asumió la presidencia y los mandatarios del resto de la región no son ciegos a esto. Tortolero explica que la CELAC intenta, en voz de Manuel López Obrador, ofrecer a los demócratas en EE.UU. «el respaldo del voto latino para las elecciones intermedias de 2022 y las presidenciales de 2024». A cambio, Biden y la vicepresidente Kamala Harris, les permitirían «eternizarse en el poder sin intervenir en nada».
«Por eso su narrativa —la de los regímenes izquierdistas—pone el acento a la soberanía nacional de los pueblos, en la no intervención». Todo eso, a juicio de Tortolero significa una sola cosa, reconocer que son «regímenes autoritarios no democráticos» y que se quieren perpetuar en el poder. «Es un pacto en secreto, en clave, que le ofrecen a Biden y Kamala».
Roderick Navarro concuerda y recordó que hubo movimientos latinos que apoyaron a Biden en las elecciones. Añade que la Casa Blanca ha demostrado una posición complaciente, sin «vocación de imperio» que ha dado permiso a enemigos de Oriente para hacer de las suyas. También relajó sanciones contra Venezuela, apaciguó la presión contra la dictadura cubana e hizo silencio ante la persecución contra candidatos opositores en Nicaragua. «Es grave lo que está haciendo Biden para el mundo pero sobre todo es grave, que las fuerzas políticas que lo apoyaron, queden ante la opinión pública como impunes. Es bueno que no olvidemos quienes ayudaron a este señor a llegar a la presidencia», concluyó.
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