¿Reactivar comercio con Maduro? Candidato uribista contradice a Duque
El candidato presidencial del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, pide al presidente Iván Duque restablecer el intercambio comercial con Venezuela, pese a que el mandatario ha sido enfático en no reconocer al régimen chavista
La propuesta de normalizar el intercambio comercial con Venezuela a través de la frontera divide al uribismo. Mientras el presidente de Colombia, Iván Duque, niega alguna posibilidad con la “dictadura oprobiosa” de Nicolás Maduro, el candidato presidencial de su partido Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, lo contradice al proponer “respetuosamente” la reactivación de la economía binacional. ¿Por qué? El fondo es hondo.
Un antagonismo entre los dos referentes uribistas sobre la política exterior hacia el país vecino expone la presión que puertas adentro enfrenta la organización política. Con una carta firmada por congresistas del Centro Democrático y dirigida públicamente al primer mandatario, Zuluaga sostiene que la zona limítrofe que compone el Norte de Santander requiere un “entendimiento” entre pares regionales y empresarios venezolanos y colombianos “fluido y directo” para permitir el tránsito de vehículos y carga pesada.
Nada más lejos de la postura de Duque, quien hace dos meses manifestó que “mientras sea el presidente de Colombia, en defensa de la Carta Democrática (Interamericana) y los valores construidos con muchos países soportados además por una denuncia contra el dictador ante la Corte Penal Internacional, no vamos a reconocerlo”.
Sin contemplación
Se lo dijo al mundo y al Senado colombiano que pretendió acercarse al chavismo luego de aprobar por unanimidad la creación de una comisión de parlamentarios de ambos lados para zanjar la crisis diplomática.
En jaque quedó el presidente del Senado, Juan Diego Gómez, quien ya había remitido una carta comunicándole la disposición a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista, cuando la vicepresidente y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, calificó su acción como “inaceptable”, al recordarle que el único avalado constitucionalmente para manejar las relaciones diplomáticas de Colombia es el presidente de la República.
Para ella, “una célula legislativa” pretendía dar un reconocimiento a una entidad de otro país, que no cuenta con el reconocimiento del Ejecutivo. Caracas declaró “plena disposición de iniciar el proceso expresado”. Así, Miraflores aprovechó el desliz del Senado con un tema que Zuluaga vuelve a poner ahora en discusión.
Más diferencias
El aspirante a la Casa de Nariño por el partido del expresidente Álvaro Uribe apunta ahora en la carta que divulga en Twitter que la reapertura mejoraría la crisis humanitaria y sanitaria en la frontera. Sin embargo, ambos aspectos son abordados por la gestión de Duque mediante la autorización del tránsito peatonal.
De hecho, los puestos de control migratorio terrestres ubicados en el departamento Norte de Santander, están funcionando actualmente desde las 6:00 de la mañana en los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander desde donde se permite el ingreso de viajeros hasta las 3:00 de la tarde y la salida hasta las 5:00 de la tarde.
Pero este no es el único desencuentro entre Duque y Zuluaga. La Ley de Garantías también expuso las diferencias por la modificación que permitiría a las alcaldías y gobernaciones mover presupuestos y suscribir convenios administrativos en época electoral.
El presidente Iván Duque había sancionado el Presupuesto General de la Nación, donde se incluía la norma, y Zuluaga la fustigó por ser, a su juicio, inconveniente, pues asegura que “hay que pensar, por encima de todo, en cómo construir confianza con el ciudadano”.
La normativa quedó en veremos por un año. Periodo en el que se elegirá al próximo presidente de la nación neogranadina y en el que a Zuluaga le toca surfear contra las olas de su partido, donde persiste con suspicacia en algunas facciones la idea de que su escogencia carece de credibilidad.
La senadora María Fernanda Cabal, quien competía por la bandera del Centro Democrático con una línea más dura hacia la dictadura venezolana, tiene aún un sinsabor por la aparente falta de transparencia del partido en la divulgación de los sondeos hechos a 2100 militantes y 2100 simpatizantes para definir la ficha presidencial.
¿La influencia del duquismo?
Con Zuluaga y Cabal entrampados en discrepancias en varios temas como el Acuerdo La Habana, porque la senadora plantea reformas la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y Zuluaga habla de cumplir lo pactado, Duque se prepara para dejar el 7 de agosto su legado más allá del uribismo.
Más que unas bases ideológicas, La Silla Vacía revela que Duque catapultará a sus amigos y aliados de confianza para que le permitan mantener una influencia dentro del Estado en el futuro.
“Duque no va a crear cosas nuevas, seguirá dando alguna línea dentro del partido. Él está promocionando una nueva generación. Él impone una nueva generación de personas para estar en el Estado”, indica el medio.
El último episodio de esta estrategia de posicionar a cercanos se está dando en Bogotá, donde Iván Duque busca proponer a las cabezas de lista a la Cámara, entre ellos el concejal Andrés Forero.
Estos pasos para tener influencia en el poder al dejar la Presidencia avanzan con la designación de Paola Meneses en la Corte Constitucional; de la economista, Bibiana Taboada como codirectora del Banco de la República, en un periodo de cuatro años con posibilidad de reelegirse para dos periodos; y tener a Francisco Barbosa en la fiscalía general. Y esto Zuluaga, incluso se llegara a la Casa de Nariño, no puede impedirlo.
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