LA CORRUPCIÓN ES LA GRAN ALIADA DE LA FUGA DE DETENIDOS
El profesor Elio Gómez Grillo solía
decir, con razón, que “las cárceles eran
un negocio tan productivo como PDVSA”.
En efecto, tanto el pranato como los
directores de los centros penitenciarios del país tanto los que dependen del
Ministerio de Servicios Penitenciarios como los que dirigen los cuerpos
policiales, cobran, ahora en dólares, por prestarles seguridad a los detenidos,
por permitirles visitas conyugales, por proporcionarles celdas VIP o por
trasladarlos a los tribunales. Un negocio rentable, al que se añade la
corrupción como gran aliada en la fuga de quienes están privados de libertad.
Para muestra, un botón.
El 24 de noviembre de 2021 Rubén Bolívar Idrogo, de la ONG
Una Ventana a la Libertad, reportó:
-Valencia.- El flagelo de la
corrupción es una de las principales causas de las fugas o evasiones de
detenidos tanto en los centros de detención preventiva (CDP), como en las
cárceles del país, en particular en el Estado Carabobo, sostienen algunos
abogados penalistas y expertos en criminalística.
Los especialistas
manifiestan que la corruptela es una gran aliada en la evasión de los privados
de libertad, “recurso” al que le echan mano las personas implicadas en
cualquier hecho que transgrede las leyes, las pautas de conductas que
dicta la sociedad y la jurisprudencia venezolana para salir en libertad y
eludir sus responsabilidades con la justicia.
Luego
adicionó:
-La
estructura judicial y policial en nuestro país está totalmente carcomida por
los actos de corrupción”, aseveró Eduardo Vizcarrondo, profesor de la cátedra
Criminalística de la Universidad de Carabobo (UC). “Ya no hay amor a la
profesión ni respeto. Tampoco existe patriotismo. Y ahí estamos nadando sin saber
nadar”, sostiene el experimentado docente.
Para muestra de lo que se podría tratar como un
“descuido” o una conducta “sospechosa” están las presuntas fugas
recientes de dos privados de libertad, una en la Policía Municipal de
Naguanagua (Polinaguanagua) y otra en la Policía Nacional Bolivariana
(PNB).
Según el informante, el detenido de Polinaguanagua
supuestamente se fugó en horas de la tarde del domingo 24 de octubre de 2021 y
el de la PNB el viernes 4 de junio.
-De acuerdo a la información extraoficial, -explicó- al
privado de libertad de Polinaguanagua, según, lo estaba esperando un cómplice
en las cercanías del ente policial en una camioneta marca Toyota, modelo Hilux
de color gris
Asimismo, un preso de nacionalidad trinitaria a quien
identificaron como Anthony Wilson Keron, se fugó el viernes 4 de junio del
Centro de Diagnóstico Integral (CDI) El Palotal, Parroquia Santa Rosa, Municipio
Valencia del Estado Carabobo.
“El trinitario” fue llevado al CDI por una supuesta
complicación de salud, pero en un descuido de los custodios aparentemente logró
darse a la fuga.
De fuentes extraoficiales se conoció, que este sujeto
presuntamente estaba ofreciendo 10 mil dólares a quien le facilitase la evasión
y así lograr la tan ansiada libertad.
Vizcarrondo destacó igualmente que en muchos casos donde
hay fuga o evasión de detenidos hay dinero de por medio. “Es por el cobro de
altas sumas que les hacen a sus familiares y eso ya está preparado. O, los que
pagan son los mismos delincuentes, los mismos reos”, señaló.
Luego apuntó:
-Yo, que he estado en la policía, en la Fuerza Armada.
Fui Director de la Prevención del Delito, aparte que también soy docente en la
cátedra de Criminalística, lo que quiero decir, es que he participado en muchas
cuestiones relacionadas con la seguridad y con respecto a la fuga de detenidos
tengo muchos temas para hablar.
El docente de la Universidad de Carabobo también explicó
que las causas más comunes de las presuntas evasiones o fugas programadas son
el hacinamiento, el hambre, la tortura, peleas entre bandas o personales.
“Viven en un ambiente hostil. Esas son las causas de angustia para el reo, así
sea un criminal. Escapan porque su vida está pendiendo de un hilo”, afirmó,
agregando:
-Otros de los motivos de fugas son las penas altas, penas
que pasan de cinco años. El individuo busca todas las formas habidas y por
haber para salir a la calle y por eso llega a la corrupción del funcionario.
A pesar de que sí ha habido fugas por boquetes en
las paredes o techos, algunos salen por la puerta principal. Antiguamente las
paredes eran de adobe, las rompían y salían. Eran fáciles de romper y
cruzarlas, pero en la actualidad los CDP están mejor construidos.
El docente universitario le explicó del mismo modo al
periodista que las fugas con fractura, que es cuando rompen una pared, están
casi en cero porque la mayoría de las evasiones ahorita son planificadas.
-Solo se dan –aseveró- fugas programadas, previo pago y
apañadas por directores y custodios, que es lo más grave del asunto.
Cada vez que ocurren fugas de detenidos la sociedad está
en riesgo, sobre todo si una persona está relacionada con la acusación o el
caso de un delincuente.
Claro, si se fuga un sujeto que fue acusado por una
persona, ésta está en peligro y debería ser protegida por las autoridades, por
el Estado, porque el recluso que escapó podría atentar contra la vida de esa
persona”.
El delincuente que está siendo acusado de un delito como
homicidio, robo, estafa, en fin, de cualquier delito, éste se convierte en una
amenaza. El criminal puede tomar venganza con relación a las declaraciones
dadas por esa persona, quien puede ser un testigo presencial o la propia víctima.
Otro especialista consultado por Rubén Bolívar Idrogo fue
el abogado penalista Jorge Luis Davalillo, quien mencionó en primer término el
artículo 264 del Código Penal
que se refiere a la evasión
favorecida de detenidos y reza: El que de alguna manera procure o facilite la
fuga de un preso será penado con presidio de uno a dos años, teniéndose en
cuenta la gravedad de la inculpación o naturaleza y duración de la pena que le
quede por cumplir al fugado.
Luego citó el artículo 265 el cual señala que el funcionario público, que
encargado de la conducción o custodia de un detenido o sentenciado, procure o
facilite de alguna manera su evasión, será penado con presidio por tiempo de
dos a cinco años.
Luego explicó que lo relacionado al escape de un privado
de libertad tiene varias denominaciones: evasión favorecida, evasión y fuga.
-La evasión favorecida –afirmó- cuenta con la complicidad
del funcionario, cuando no existe complicidad es una evasión, y cuando se
tipifica la fuga es porque hay escalamiento por parte del privado de libertad
(romper paredes, techo, rejas) o agreda al celador; es decir, que haya
violencia de algún tipo.
La evasión favorecida cuenta con la complicidad del
funcionario público, mientras que en la evasión y la fuga no hay intervención
del funcionario o custodio.
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