Acuerdo migratorio EEUU-América Latina arroja más incógnitas que respuestas
SAN SALVADOR – El acuerdo migratorio alcanzado en Los Ángeles, Estados Unidos, al final de la Cumbre de las Américas, en que el anfitrión fue el presidente Joe Biden, plantea más preguntas que respuestas y el riesgo de que otra vez haya más ruido que beneficios para los migrantes, en especial los centroamericanos.
El fenómeno migratorio volvió a ser protagonista durante el encuentro bilateral que el martes 12 sostuvieron en la casa Blanca, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y Biden.
En la reunión, López Obrador pidió a Biden que facilite la entrada a su país de trabajadores mexicanos y centroamericanos “más cualificados”, “para apoyar” la economía y controlar la migración irregular.
Analistas centroamericanos señalaron a IPS que en general es positivo que se haya abordado el fenómeno migratorio durante la Cumbre celebrada en junio en la ciudad estadounidense y que se hayan alcanzado compromisos concretos. Pero también coincidieron en que falta mucho por hacer para atajar la migración irregular.
Sobre todo, si se considera que faltaron a la cita los mandatarios de los tres países de América Central desde donde hay un flujo masivo de personas pobres que arriesgan su vida para llegar a Estados Unidos, así sea sin papeles.
Justo cuando la Novena Cumbre de las Américas daba inicio, el 6 de junio en Los Ángeles, una migrante salvadoreña de 15 años comenzó su viaje sola de forma irregular hacia los Estados Unidos, con Nueva York como destino final.
Ella salió de su natal San Juan Opico, del departamento de La Libertad, en el centro de El Salvador.
“Nos comunicamos todos los días, me dice que se encuentra en Tamaulipas, en México, y que todo va bien de acuerdo al plan, les dan comida y no la maltratan, pero no la dejan salir de las casas de seguridad”, contó a IPS el salvadoreño Omar Martínez, tío de la menor migrante, cuyo nombre no quiso mencionar.
Ella pudo viajar porque su madre, quien la espera en Nueva York, pudo ahorrar los 15 000 dólares que cuesta el viaje, dirigido como siempre por un guía o “coyote”, como se conocen en América Central, y quien a su vez forma parte de otras redes en Guatemala y México que “pasan” a las personas hacia el otro lado de la frontera entre este último país y Estados Unidos.
El encuentro de presidentes en Los Ángeles “estuvo marcado por el tema de trabajos temporales, y estuvieron ausentes presidentes de países claves de Centroamérica, de modo que hubo un vacío en ese sentido”, dijo a IPS la investigadora Silvia Raquec Cum, de la Asociación Pop No’j, de Guatemala.
En efecto, al cónclave no llegaron la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ni los mandatarios de Guatemala, Alejandro Giammattei, ni de El Salvador, Nayib Bukele, por los roces políticos que mantienen con Estados Unidos, en un desaire político difícil de imaginar hace unos pocos años.
Otros presidentes latinoamericanos no asistieron como un acto de protesta, como el mexicano López Obrador, precisamente, porque Washington no invitó a los jefes de Estado de Cuba, Nicaragua y Venezuela, por considerarlas dictaduras.
Más empleos temporales
Impulsar más empleos temporales es una de las apuestas de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección en la Cumbre de las Américas, suscrita por una veintena de jefes de Estado el 10 de junio, en esa ciudad estadounidense.
“Lo de trabajos temporales es importante pero recordemos que lo económico no es la única forma de abordar la migración, no todas las migraciones son motivadas por lo económico, también hay situaciones de inseguridad y otras causas más”, recalcó Raquec Cum.
Además, esos trabajos temporales no permiten a beneficiarios quedarse y establecerse en el país, tienen que regresar a sus lugares de origen, donde sus vidas pudieras estar amenazadas.
“Es bueno que se creen y se multipliquen (los empleos temporales), pero hay que saber que los beneficiarios son solo trabajadores, no les permiten el arraigo, y hay personas que por distintas causas ya no quieren regresar a sus países”, explicó a IPS desde la capital guatemalteca el investigador Danilo Rivera, del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales y Desarrollo.
La Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección señala que se pretende “movilizar a la región entera a adoptar medidas decisivas que transformarán nuestro enfoque de la gestión de las migraciones en las Américas”.
Y para ello se basa en cuatro ejes: estabilidad y asistencia para las comunidades, ampliación de las vías legales, gestión humana de la migración y, también, respuesta coordinada ante emergencias.
El enfoque sobre la ampliación de las vías legales, incluye, entre otras, la de Canadá, que prevé recibir a más de 50 000 trabajadores agrícolas de México, Guatemala y el Caribe en 2022.
Mientras que México ampliará el programa de Tarjetas de Visitante Trabajador Fronterizo para incluir entre 10 000 y 20 000 beneficiarios más, y ofrece además otro plan para crear oportunidades laborales en México a entre 15 000 y 20 000 trabajadores de Guatemala cada año.
Estados Unidos, por su parte, se compromete a impulsar un programa piloto por valor de 65 millones de dólares para apoyar a los agricultores estadounidenses en que contraten a trabajadores agrícolas temporales, que reciben las llamadas visas tipo H-2A.
“Hay que repensar qué capacidad tienen los gobiernos para promover la migración regular a partir de los programas de trabajos temporales cuando se observa que no se da abasto para poder cubrir grandes necesidades a demandas de empleo”, recalcó el guatemalteco Rivera.
Y agregó que pese al esfuerzo planteado por los presidentes en la cumbre, no se hace mención en lo absoluto de la reforma integral ofrecida desde hace varios años para legalizar a unos 11 millones de personas que llegaron sin documentos a los Estados Unidos.
Un proyecto de reforma en ese sentido se encuentra estancado actualmente en el Congreso legislativo de ese país.
Muchos de esas 11 millones de personas que viven sin documentos en Estados Unidos proceden de Centroamérica, especialmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, así como de México.
Mientras en el Congreso la idea de la reforma migratoria no avanza, más de 60 % de esa población indocumentada ha residido en el país durante más de una década y tienen más de cuatro millones de hijos nacidos en Estados Unidos, reportó el diario The New York Times en enero de 2021.
Ese grupo poblacional representa el cinco % de la mano de obra vital de los sectores de la agricultura, la construcción y la hostelería, añadió el reporte.
Más asilos políticos
La Declaración también recoge otro componente importante del acuerdo migratorio, el compromiso de promover más los programas de asilo político.
Por ejemplo, entre otros acuerdos en esta área, Canadá aumentará la reubicación de refugiados procedentes de las Américas y aspira a recibir hasta 4000 personas para 2028, se lee en la Declaración.
Por su lado, Estados Unidos asumirá el compromiso de reubicar a 20 000 refugiados procedentes de las Américas durante los años fiscales 2023 a 2024.
“Lo que pude rescatar de la cumbre es el tema de crear ruta que acoja el tema de los refugiados en los países de origen”, explicó a IPS, desde Tegucigalpa, Karen Valladares, del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras.
Y agregó: “En el caso de Honduras, estamos teniendo mucho tránsito de población extrarregional y extracontinental”.
Valladares dijo que si bien es importante “habilitar procesos de refugio para las personas que pasan por nuestro país pero recordemos que Honduras no es un país que la gente lo vea como destino, sino de tránsito”.
“También estuvieron hablando de la ampliación de visas para personas refugiadas, pero de fondo está cómo van a determinar ese proceso, hay puntos específicos que se firmaron a los que se comprometieron pero el cómo es lo que hace falta mucho desarrollar”, señaló la guatemalteca Raquec Cum, de la Asociación Pop No’j.
Mientras tanto, la adolescente salvadoreña, en ruta hacia Nueva York, le ha contado a su tío, que en un mes aproximadamente espera llegar a su destino.
“Se fue porque quiere superarse, mejorar su situación, porque en El Salvador la vida cuesta mucho”, dijo Omar, el tío.
“Incluso yo he pensado en irme del país, pero sufro de problemas respiratorios y no podría correr mucho o nadar, por ejemplo, y a veces toca correrse de la migra”, señaló.
ED: EG
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