Día del Pinot Noir: el tinto más distinguido y delicado
El 18 de agosto se celebra (y se toma) una cepa diferente a las demás. Requiere particularidades del clima y una producción especial por la fina piel de sus uvas
Cada cepa de vino tiene su día y hoy se celebra en todo el mundo el del Pinot Noir. Estas jornadas, que no siempre evocan algún hecho significativo puntual vinculado a la variedad, resultan de gran utilidad para promover el consumo y difundir las características de cada una de las cepas.
Su historia (al menos la documentada) se remonta al año 100 de la era actual. Su asociación con la Borgoña, según la tesis de dos importantes historiadores del mundo del vino, está vinculada a Felipe II de Borgoña (1363-1404) y a su deseo de promoverla. Desde entonces, el Pinot Noir mantiene la reputación de ser uno de los vinos «más elegantes del mundo».
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En la actualidad, esta variedad es la que está dentro de las botellas del famoso Romanée-Conti, uno de los vinos más caros del mundo y el santo grial para los coleccionistas. Los que han tenido el gusto de probarlo aseguran que se trata de algo sublime que hay que probar «al menos una vez en la vida» La gran mayoría de los entusiastas del vino, por ahora seguimos leyendo las reseñas y mirando los videos de los afortunados y pudientes consumidores.
La elaboración del Pinot no es de las más sencillas. A diferencia de otras variedades más «guerreras», que toleran mejor los factores externos (como el Cabernet Sauvignon, de piel más gruesa), el vino que se celebra hoy requiere un seguimiento más puntilloso y una producción particular que acompañe a la uva tinta más delicada.
En Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, Chile y Argentina existen buenas versiones del Pinot. Por las particularidades climáticas que van bien con la piel delgada de esta variedad, en la Patagonia se producen muy buenos vinos de esta cepa, desde Neuquén hasta Chubut. El Cincuenta y cinco de bodegas Chacra (Río Negro) es uno de los mejores rankeados en Argentina.
El Pinot Noir, que por sus particularidades no se produce en volúmenes masivos como otras cepas, es muy común encontrarlo en versiones jóvenes, además de las botellas más exclusivas como la que mencionamos. Es de trago fácil y ligero, y entre sus virtudes se destacan la elegancia y la sutileza que puede manifestar. Claro que no es la cepa ideal para los que gustan de vinos con más cuerpo y volumen en boca. Ya desde el momento de servirlo, su tono claro lo distingue a simple vista de los otros y anticipa muy bien lo que el consumidor se encontrará al momento de tomarlo.
Es ideal para acompañar pescados, carnes blancas, quesos suaves y pastas con salsas livianas. Puede que sea también la cepa justa para acompañar con… nada. Es decir, para tomarlo solo, en un momento especial o mientras uno cocina, para luego pasar a otro tinto con más cuerpo durante la comida.
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