Murió el ex preso político Vasco da Costa tras sufrir derrame cerebral
Vasco fue liberado en el año 2020, cuando denunció las múltiples torturas de las que fue víctima mientras estuvo detenido en la cárcel militar de Santa Ana, en el estado Táchira
Vasco da Costa, ex preso político venezolano y defensor de derechos humanos, falleció la noche del sábado 13 de agosto tras haber estado en coma por un accidente cerebrovascular masivo que sufrió el 7 de este mismo mes. Sus hermanos Ana María y Tony da Costa informaron que el velatorio se llevará a cabo en la Capilla del hospital Padre Machado, en Montalbán, Caracas.
Múltiples ONG y activistas han lamentado su muerte, entre ellos la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia y Alfredo Romero, presidente de la organización Foro Penal Venezolano, que presta asitencia legal a los detenidos por motivos políticos en Venezuela.
También Tamara Suju, abogada defensora de DDHH y directora Ejecutiva de Casla Institute, manifestó que «Vasco deja un gran vacío en su movimiento nacionalista, en los corazones de sus amigos de lucha, en su familia y en quienes lo conocieron en las calles luchando por la libertad de su país».
A principios de agosto, en un audio, Ana María da Costa, hermana de Vasco, pidió oración por el perseguido político y refirió que tras un accidente cerebro vascular (ACV) se encontraba en estado de coma. «Esta gente lo torturó tanto, tanto, que ya la salud de Vasco cuando salió la última vez no era la misma», dijo.
El ex preso político fue torturado en la cárcel de Santa Ana, en el estado Táchira, entre los días 17 y 18 de mayo de 2018. Las torturas recibidas hicieron que el activista opositor sufriera un carcinoma en el ojo izquierdo, extirpado en 2019 en el Hospital Militar de Caracas.
No fue hasta septiembre de 2020 que el politólogo y activista del Movimiento Nacionalista venezolano fue excarcelado y denunció las “horribles” torturas que enfrentó mientras estuvo detenido en una cárcel militar. Dijo en ese entonces que tomaban su pie y lo golpeaban con una “mandarria” (martillo o maza de hierro para meter o sacar los pernos en los costados de los buques).
“Te golpean, a mi me metieron boca abajo en un pozo de agua, casi me muero, te asfixian con una bolsa y ponen una especie de pinchos en las tetillas y te dan electricidad, a mi me reventaron todo el ojo”, contó.
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