Como fue antes de contagiarse con la peste roja o mucho mejor. No estábamos perfecto pero definitivamente mejor. Esta señora aparece en el video El Chavismo: La Peste del Siglo 21. Era Venezuela en Diciembre de 1997, cuando Hugo Chávez precisamente convencía a millones de venezolanos sobre una crisis jamás vista antes, tan profunda que acabaría con la vida misma de todos, la gran crisis neoliberal. Observen los estantes en el fondo, repletos de alimentos.
Indujeron a la población a quejarse de todo lo que antes existía y y que pensara que era apocalíptico mientras alrededor había de todo, comida en abundancia, agua, electricidad, gasolina en abundancia, los hospitales funcionaban, había medicamentos, todos teniamos nuestro propio coche, ninguna estaba parado por falta de repuestos, había cauchos, baterías para vehiculos, ibamos de vacaciones, todos disfrutaban el fin de semana, barbacoa, cervezas. Nadie se imaginaba que faltaría el gas para cocinar. Hubo empresas que se encargaban de distribuir las bombonas de gas para cocinar, la solicitabas por teléfono, venian y te instalaban la bombona y se llevaban el vacío. Solía comprar dos bombonas de las grandes y apenas una se vaciaba, ordenaba la otra, nunca sufrí, al igual que millones de venezolanos, escasez de gas para cocinar, para tener agua caliente.
Nadie entonces conoció escasez de café, de azúcar, arroz, frijoles, pasta, pan, de harina de trigo y mucho menos de harina pan para hacer las famosas arepas que los venezolanos comemos a diario. Se conseguían quesos, comida y artículos importados. Entonces era inconcebible que hubiera escasez de estos productos, y muchos menos, siendo un país petrolero por excelencia, con las reservas más grandes del mundo de petróleo, con cinco refinerías en el país, más la que operabamos en Curazao, que hubiera escasez de gasolina y gas para cocinar. Pero según, los socialistas, marxistas, y comunistas disfrazados de socialistas, la crisis era insoportable que ya no podíamos esperar un segundo más, urgieron creer que la opción era elegírlos a ellos para gobernar, o de lo contrario, se acabaría el mundo tal y como lo conocíamos entonces.
Lo que conocíamos era la vida cotidiana que transcurría de manera normal. Nos levantábamos para ir al trabajo, a la escuela, la universidad. Conducíamos nuestros coches a donde quisiéramos ir, bien sea de trabajo, esparcimiento o de vacaciones in temor alguno de quedarse sin gasolina, sin batería, sin cauchos. Caminábamos por las calles sin temor a ser agredidos o robados, todos teníamos teléfonos celulares. Casi todo funcionaba bien, como se esperaba. Nuestros hijos estudiaban y se graduaban y conseguían trabajo.
Yo no, pero si mucho venezolanos se creyeron el apocalipsis que vaticina la izquierda y que ellos proclaman ser los únicos salvadores. Los anaqueles vacíos, los pobres que ellos decían comían comida para perros, ahora se tienen que comer a los perros. La población sin seguridad, sin gas, sin gasolina, sin libertad de expresión, sin vacaciones, sin empleo ni trabajo. Escasea el café, la azúcar, arroz, frijoles, pasta, pan, harina de trigo y la harina pan. Hay gente cocinando con leña, y alumbrándose con faroles pues no hay electricidad. La que hay se interrumpe por horas o dias semanalmente. Tampoco hay agua. Antes se distribuía por cañerías hasta tu vivienda, ahora se distribuye con camiones cisternas y la gente lleva un embase para que se lo llenen. Un litro de agua pesa un kilogramo, 40 litros pesa 40 kilogramos, de manera que lo que pueden procurarte de agua, es apenas lo que necesitas para comer. Toda la población ha perdido peso por la escasez de comida, ves gente hurgando la basura en búsqueda de qué comer. Lo que ves y ocurre hoy en Venezuela es dantesco.
Del debable del experimento, los socialistas, marxistas, y comunistas disfrazados de socialistas culpan al capitalismo de su fracaso y continuan urgiendo que de inmediato hay que convertir todo el planeta en socialista, pues fuerzas externas impiden el éxito de implantar el socialismo. Si no se logra, pereceremos como especie. Cuando se les habla de la crisis, hablan de que en Haiti el capitalismo no ha hecho nada y asi pretenden que olvidemos de que Cuba ahora importa azúcar, hay escasez de hasta pescado, siendo una isla, y en Venezuela no hay gas ni gasolina, siendo un país petrolero.
El socialismo que tanto proclaman como salvador del neoliberalismo redujo a Venezuela a su mínima expresión, hoy es el país más pobre de la región, superando incluso a Cuba y Haiti. Han tenido que importar petróleo y gasolina, la gente está cocinando con leña, la hiperinflación ha destruido la moneda local, hoy julio de 2020, un dólar cuesta 235.000 Bolívares Soberanos, equivalente a 23.500.000.000 Bolívares Fuertes, equivalente a 23.500.000.000.000 Bolívares de los de antes, cuando tomaron el poder en Venezuela.
¿Qué dicen los socialistas, marxistas, y comunistas disfrazados de científicos socialistas? Que esto lo que ocurrió en Venezuela no es socialismo, no es comunismo. Afirman que somos ignorantes, que debemos regresar a la escuela primaria para que nos re-eduquen, para estudiar su historia, la de ellos, en sus libros marxistas, para que entendamos que el comunismo y el socialismo nunca ha existido y que eso que experimentaron y fracasa y fracasa, y continua fracasando, no es es socialismo, no es comunismo.
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