Lula, nada que celebrar
Muchos que votaron por los otros candidatos quizás no voten en la segunda vuelta, y quienes influenciados por las encuestas optaron por Lula, podrían votar por Bolsonaro. Lo cierto es que si Lula gana no tendrá ninguna mayoría, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados
Las elecciones presidenciales en Brasil están completamente abiertas. El expresidente y candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, logró imponerse con 48 % frente a 43 % del actual presidente, Jair Bolsonaro.
Ahora es importante hacer ver el rol de los medios y las encuestas, que no le daban más de 35 % al actual presidente Bolsonaro y pronosticaban un triunfo holgado para Lula da Silva, llegando a tener una diferencia de hasta 17 puntos en IPEC / Globo (48 % Lula / 31 % Bolsonaro ), 14 puntos en la encuesta Datafolha (47 % Lula / 33 % Bolsonaro ) y la única encuesta que le dio 41 % a Bolsonaro fue de la firma Atlas, pero en el mismo sondeo se daba 48 % a Lula, una diferencia de 7 puntos. En ninguna encuesta Bolsonaro se acercaba a Lula y el expresidente podía ganar en primera vuelta. Ese discurso se instaló: Lula ganaba en primera vuelta.
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Acá hay una tremenda irresponsabilidad de las encuestadoras, ya que o carecen de todo rigor técnico o claramente intentan instalar su favoritismo hacia un candidato. No es posible pensar que nadie vio el tremendo respaldo que posee Bolsonaro y, de paso, consiguió la mayor cantidad de diputados y senadores. El Partido Liberal (PL) – organización política de Bolsonaro– obtuvo 100 diputados y 14 senadores, lo cual lo convierte en la principal fuerza política.
También el trato que recibe el presidente Bolsonaro de «ultraderecha» o «extrema derecha» y en cambio a Lula lo presentan como el candidato de oposición o del PT, con suerte dicen que es de izquierda. Francamente impresentable.
Y si están polarizadas las elecciones y Bolsonaro es, según los medios, de extrema derecha, entonces Lula es de extrema izquierda. Yo creo que Bolsonaro representa a la clásica derecha y Lula a la izquierda. Esa manipulación del lenguaje es al menos sospechosa.
El tema es que muchos creen que esto es carrera corrida. Y cuidado, si bien la ventaja es importante, más de 5 millones, ahora es altamente competitiva. Muchos que votaron por los otros candidatos quizás no voten en la segunda vuelta, quienes influenciados por las encuestas optaron por Lula podrían votar por Bolsonaro y es importante ver el despliegue de los diputados y senadores electos.
Ahora, hay que reconocer también los méritos del expresidente Lula y la cantidad de votos obtenidos en unas elecciones ejemplares en la democracia más grande de América Latina.
El presidente Jair Bolsonaro puede perder, pero su legado es muy importante. Lula da Silva no tendrá ninguna mayoría, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados, lo cual lo obligará a realizar un gobierno con grandes acuerdos y no llevar a Brasil a un populismo de izquierda.
Brasil no seguirá el camino de Argentina, Bolivia, Colombia, ya que el «bolsonarismo» es la principal fuerza política del país.
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