Al fin responsabilizan a la
cadena de mando
en los casos de tortura de
presos políticos
El el
tercer informe de la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela publicado
por la Organización de las Naciones Unidas el 20 de septiembre de 2022, este organismo responsabilizó a la cadena de
mando del régimen de Nicolás Maduro de los casos de tortura y otros tratos
crueles, inhumanos o degradantes contra los presos políticos civiles y
militares.
Esta
cadena la encabeza Maduro quien, de
acuerdo al referido documento, emite las órdenes de tortura por intermedio del
general Rafael Hernández, jefe de la guardia presidencial y de la siniestra
Dirección General de Contrainteligencia Militar. La continúa la vicepresidente ejecutiva, Delcy Rodríguez, a
cuyo despacho está adscrito el infernal Servicio
Bolivariano de Inteligencia Nacional.
-La Misión Internacional
Independiente de las Naciones Unidas sobre Venezuela presentó pruebas
contundentes del plan sistemático para perseguir, encarcelar y torturar
opositores. El informe es demoledor y deja en evidencia a quienes hacen
silencio frente a la brutalidad del régimen chavista.
Y agregó:
-El dictador Nicolás Maduro lleva días intentando desacreditar el
escalofriante informe sobre delitos de lesa humanidad de su régimen. Lo llamó
“panfleto” y habló del uso político de los derechos humanos… Pero por más
efusivo que fue su discurso, no pudo rebatir las pruebas: la Misión Internacional Independiente de las
Naciones Unidas sobre Venezuela documentó 122 casos de víctimas que
fueron “sometidas a tortura, violencia sexual y/u otros tratos crueles,
inhumanos o degradantes” perpetrados por las fuerzas de la dictadura chavista
desde 2014 hasta la actualidad.
Después indicó:
-La violencia y la persecución,
afirma claramente el documento, es sistemática. No se trata de excesos de las
fuerzas de seguridad, no se tratan de hechos aislados: en Venezuela hay un “plan orquestado al más
alto nivel político, liderado por el propio Nicolas Maduro”, aseguró en
conferencia de prensa Marta Valiñas, presidenta de la Misión.
De
igual modo destacó que los métodos de tortura, la instalación de centros
clandestinos de detención y el diseño de un plan de persecución sistemática
contra la oposición del régimen de Maduro recuerdan a las dictaduras latinaomericanas de los oscuros años 70.
Posteriormente
identificó los actos de tortura, violencia sexual y otros malos tratos contra
las personas detenidas:
-Posiciones de tensión denominadas la “crucifixión” (brazos extendidos y
esposados a tubos o rejillas) y “el pulpo” (un cinturón metálico con cadenas
atadas para inmovilizar la muñeca y los tobillos)
Asfixia con bolsas de plástico, sustancias
químicas o un cubo de agua.
Golpes, a veces con un
palo u otros objetos contundentes.
Descargas eléctricas en los genitales u otras partes del
cuerpo.
Amenazas de muerte o de
violencia adicional.
Amenazas
de violación contra la víctima y/o sus familiares.
Desnudez forzada incluso en
habitaciones mantenidas a temperaturas extremadamente bajas.
Estar encadenado durante largos
períodos de tiempo.
Seguidamente
apuntó:
-Las pruebas son contundentes: los servicios de inteligencia de Venezuela
cometen crímenes de lesa humanidad bajo las órdenes de las altas esferas del
régimen para reprimir a la oposición, afirmó la ONU en un informe.
Por otro lado, la presidente de la
Misión, Marta Valiñas, citada por Infobae,
explicó:
-Nuestras investigaciones y análisis
muestran que el Estado venezolano
utiliza los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia
en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y
violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia
sexual”, denunció Valiñas, presidenta de la Misión.
En sus conclusiones el informe
demostró el papel del Servicio
Bolivariano de inteligencia (Sebin) y la Dirección de Contrainteligencia Militar
(DGCIM) para llevar a cabo estos atropellos “en la ejecución
de un plan orquestado por… Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel
para reprimir a la oposición al gobierno, incluso mediante la comisión de
torturas de extrema gravedad, que son constitutivas de crímenes de lesa
humanidad”, y señaló que las torturas
tenían lugar en su sede de Boleíta, en Caracas, y en una red de 17 centros de detención
clandestinos en todo el país.
(Se refiere a la DGCIM, cuyo director, Rafael
Hernández Dala, es igualmente jefe de la guardia presidencial)
También
demostró que las personas detenidas en centros de detención secretos fueron
sometidas a actos de tortura incluyendo violencia sexual.
-Las mujeres que eran llevadas a casas de seguridad –precisó- fueron
agredidas sexualmente y/o torturadas con asfixia, golpes y
descargas eléctricas. Los varones y los objetivos militares recibieron
descargas eléctricas en el cuerpo, fueron asfixiados, desvestidos y retenidos desnudos,
amenazados de muerte, violados y mutilados genitalmente, y golpeados.
De
igual modo indicó que estas “casas de seguridad” son administradas por Alexánder Enrique Granko Arteaga, el
director de Asuntos Especiales de la DGCIM y la mayoría de estas viviendas
pertenecían a presuntos narcotraficantes o familias acomodadas, y fueron
incautadas por los organismos gubernamentales-
-Fuentes
de la Misión –citó Infobae- dijeron
que Granko Arteaga, considerado como uno de los funcionarios que actúa con
mayor crueldad en las violaciones de derechos humanos, también depende
directamente de Maduro.
Más adelante el medio destacó:
-Según
el análisis de la misión y la información recibida, las autoridades detuvieron
a disidentes y opositores al régimen. En algunos casos, Maduro y personas de su
círculo cercano, así como otras autoridades de alto nivel, “participaron en la
selección de los objetivos”.
El
informe también cita a Diosdado
Cabello, poderoso dirigente chavista, como autor de órdenes para
identificar a algunos de los detenidos por el Sebin.
El
documento también menciona a Iván
Rafael Hernández Dala, quien se desempeña como Director General de la
DGCIM desde 2014. Testigos que hablaron con la Misión afirmaron que desde que
Hernández Dala dirige la DGCIM progresivamente ha reportado más de forma
directa a Maduro que al Ministerio de Defensa. Hernández Dala ha sido objeto de
varias sanciones internacionales por violaciones de los derechos humanos.
En
lo que respecta al Sebin, el documento
citado por Infobae revela que en
su sede de El Helicoide, principalmente, sus efectivos “han torturado o infligido malos tratos a
detenidos -entre ellos políticos de la oposición, periodistas, manifestantes y
defensores de los derechos humanos”.
Seguidamente
se lee:
-Ex
detenidos en este centro explicaron a la misión de la ONU las pésimas
condiciones en las que se encontraban y que muchos presos “tenían que orinar en
botellas de plástico”, porque sólo se les permitía una visita diaria al baño.
Había celdas “privilegiadas” con mejores condiciones para las que los detenidos
tenían que pagar.
La misión, que ya presentó dos
informes -en 2020 y en 2021- haciendo hincapié en las violaciones de los
derechos humanos en Venezuela, insiste en que estos hechos, especialmente los
cometidos por el Sebin y la DGCIM, “continúan hasta hoy”.
Y “han tenido lugar en un clima de
casi total impunidad”, apunta Francisco Cox, miembro de la misión de la ONU.
Desde su creación en 2019, el grupo
de la ONU no ha sido autorizado a entrar en Venezuela y ha llevado a cabo sus
investigaciones en las regiones fronterizas y a partir de entrevistas a
distancia.
Basa sus conclusiones en 246
entrevistas confidenciales con víctimas, sus familiares y exfuncionarios de los
servicios de seguridad e inteligencia.
“Venezuela sigue enfrentada a una
profunda crisis de derechos humanos”, aseguró Valiñas.
Al final del reporte Infobae asentó:
-El
demoledor informe de la ONU
desenmascara al régimen de Maduro, lo desnuda frente al mundo, cuando
varios actores regionales hablan de “avances” y parecen haber olvidado la
brutalidad del chavismo.
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