Líderes de América del Norte revitalizan alianza en tiempos complejos
El bloque de países integrado por Canadá, Estados Unidos y México luce más fuerte y con una ruta más clara de sus prioridades y cómo alcanzarlas
Arturo McFields Yescas PANAM POST 
La unión hace la fuerza. Esta máxima quedo comprobada tras la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN). La reunión de los tres amigos cierra con un saldo positivo en temas estratégicos como: competitividad, migración y desarrollo, seguridad regional, entre otros. El bloque de países integrado por Canadá, Estados Unidos y México luce más fuerte y con una ruta más clara de sus prioridades y cómo alcanzarlas.
América del Norte tiene un peso enorme en materia económica. Aquí se concentra el 12 % del comercio mundial y genera 28 % de la riqueza global. Es por esta razón que más allá de las polémicas y peroratas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los tres amigos parecen apostar por un enfoque más pragmático y productivo, más inteligente y menos ideológico.
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Competitividad
Tras la pandemia del COVID y la guerra en Ucrania, el fortalecimiento de una cadena de suministros segura, cercana y resiliente resulta indispensable e imprescindible. En este sentido, los jefes de Estado han determinado forjar cadenas de suministro más sólidas, promover la inversión en industrias claves de futuro como los semiconductores y las baterías de autos eléctricos. Como parte de este esfuerzo se acordó además convocar a diálogos público-privados y trazar cadenas de suministros para abordar los desafíos y oportunidades comunes.
Fortalecidos ante avance de China
El bloque de países de América del Norte revitaliza una alianza estratégica ante el avance comercial de China. El llamado nearshoring y friendshoring, busca garantizar que las inversiones y la producción estén cerca y entre países amigos. De esta manera se garantiza la autosuficiencia regional que es indispensable ante situaciones globales imprevistas.
Otro efecto colateral positivo es que este tipo de alianzas ayuda a dinamizar e incrementar el comercio regional, las inversiones y contribuye de manera significativa a crear una mano de obra más calificada y con salarios mejor remunerados.
El pelo en la sopa
El presidente López Obrador sigue apostando por una política proteccionista y confrontativa. Su volatilidad en materia de reglas claras, estables y previsibles no es una buena señal para los negocios. En sectores fundamentales como energía y la industria automovilística, AMLO sigue apostando por la generación eléctrica contaminante y los esquemas del pasado.
La seguridad regional
No puede haber bienestar y prosperidad sin seguridad. En este ámbito los tres amigos acordaron promover la Estrategia de América del Norte para Combatir la trata de personas; abordar amenazas de drogas ilegales y fortalecer enfoques de salud para el uso de sustancias; aumentar colaboración en ciberseguridad, seguridad nuclear, entre otros.
Abrazos no balazos
El presidente López Obrador ha sido polémico en estos ámbitos, colaborando menos y mostrando más desconfianza en sus intercambios con la Agencia Antidrogas (DEA). Por otro lado, aunque al inicio de su mandato prometió una política de “abrazos y no balazos”, la militarización de la seguridad pública y las 29 muertes tras la captura del narco Ovidio Guzmán, demuestran que el mandatario imita los viejos paradigmas de sus antecesores.
Cambio climático y medio ambiente
Entre los acuerdos relevantes en esta esfera, los tres jefes de Estado buscarán explorar estándares para desarrollar el hidrógeno como una fuente de energía renovable. Estos esfuerzos incluyen acelerar la transición energética mediante la implementación de soluciones de energía limpia, el aumento de la producción y la adopción de vehículos con cero emisiones o bajos en contaminación.
Migración y desarrollo
La continuidad de la cooperación en el tema migratorio quizás es uno de los logros más significativos de la Cumbre. El compromiso incluye ayudar a las comunidades de acogida y promover la integración de migrantes y refugiados; brindar protección a solicitantes de asilo y migrantes vulnerables; fortalecer la capacidad de asilo en la región; ampliar las vías regulares de migración y protección; abordar las causas de origen y los impactos de la migración irregular y el desplazamiento forzado; colaborar para contrarrestar la xenofobia, así como la discriminación contra las personas migrantes y refugiadas.
Ganaron todos
Los jefes de Estado de Canadá y Estados Unidos, mostraron un esfuerzo encomiable por hacer diplomacia y no displicencias, construyendo puentes de amistad ante un vecino incomodo e inconveniente, necio, pero necesario. Al final del día, después del monólogo de 28 minutos del anfitrión y la foto oficial, la Cumbre de Líderes de América del Norte fue un éxito, limó asperezas y dejo resultados, comprobando que en la unión esta la fuerza.
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