El 14 de
enero de 2021 la
presidente del Instituto Casla, Tamara Suju, informó ante la Secretaria General
de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la creación de los nuevos
centros clandestinos de reclusión del régimen de Maduro donde torturan a los
presos políticos.
Conforme a esa información,
divulgada por medios nacionales e internacionales, entre ellos el portal La Patilla, se trata de El
Infierno Zona 51, una casa
ubicada en la urbanización Los Naranjos del Municipio Baruta en el Estado
Miranda; la Quinta Los Abuelos, ubicada
en la Parroquia San Bernardino del Municipio Libertador en Caracas, utilizada
por la Fuerza de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana
(PNB) y los denominados Colectivos o Círculos del Terror; La Casa de los Sueños 3, también a cargo de
dicho organismo policial, sita en
la Parroquia 23 de Enero en el Municipio Libertador en Caracas, constante de 12
celdas de torturas “muy sofisticadas” de
2 por 3 metros, con las paredes pintadas de negro, sin ventilación, ni luz
natural y no poseen baños o letrinas.que guardan similitud con los centros de
reclusión remodelados en la Dgcim (“La Casa de los Sueños 1”) y la Policía
Militar en Fuerte Tiuna (“La Casa de los Sueños 2”).
De
igual modo la activista en derechos humanos denunció la responsabilidad del
régimen cubano en la inducción y comisión de las violaciones de crímenes de
lesa humanidad en Venezuela.
-Por
testimonios obtenidos en el 2020, -apuntó La Patilla- se pudo determinar que
civiles y militares fueron torturados por oficiales cubanos. Al menos 20
personas fueron torturadas por oficiales cubanos en presencia de oficiales
venezolanos que vestían uniformes de las Fanb en las instalaciones de Fuerte
Tiuna y la Dgcim. Inclusive, una
víctima describió como fue violado por un oficial cubano.
-Además,
se pudo conocer que en el piso 2 del edificio sede de la Dgcim en Boleita, el
régimen cubano tiene una oficina permanente de asesoría para la planificación
de represión sistemática e inducción en la comisión de crímenes de lesa
humanidad.
El
portal explicó además que Suju pudo recoger testimonios sobre oficiales
venezolanos que han sido entrenados en la escuela de contrainteligencia militar
“Arides Estévez Sánchez” en La Habana.
Asimismo
descubrió que oficiales cubanos han llegado a Venezuela masivamente para
filtrase en todas las instituciones civiles y militares, a los cuales les han dado uniformes militares venezolanos.
Uno
de los testigos, no identificado por razones de seguridad, señaló que los infiltrados cubanos han sido puestos en
altos cargos claves y son llamados “asesores cubanos y su nivel de injerencia
en las Fuerzas Armadas es total.
El
24 de septiembre de 2022 Jacmibel Rosas, con información de Monitoreamos, reportó:
-El
pasado martes, la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU
sobre Venezuela presentó su tercer informe anual, que se centró en los crímenes
de lesa humanidad cometidos por los servicios de inteligencia que responden al
dictador Nicolás Maduro, y la situación de los derechos humanos en la región
del Arco Minero del Orinoco y otras zonas del estado Bolívar.
Los
investigadores concluyeron que las torturas perpetradas por la Dirección
General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de
Inteligencia (SEBIN) no fueron actos aislados, sino parte de una “maquinaria” y
“un plan del gobierno para reprimir a la disidencia”, que fue “orquestado” por
Maduro.
La
Misión documentó que en múltiples ocasiones las personas detenidas fueron
mantenidas durante horas o días en “casas de seguridad” antes de ser llevadas a
Boleíta en Caracas. La DGCIM ha utilizado estas instalaciones, al menos, desde
agosto de 2017, cuando se registró el primer caso.
Luego
señaló:
-Las
personas detenidas en centros de detención secretos fueron sometidas a actos de
tortura incluyendo violencia sexual. Las mujeres que eran llevadas a casas de
seguridad fueron agredidas sexualmente y/o torturadas con asfixia, golpes y
descargas eléctricas. Los varones y los objetivos militares recibieron
descargas eléctricas en el cuerpo, fueron asfixiados, desvestidos y retenidos
desnudos, amenazados de muerte, violados y mutilados genitalmente, y
golpeados”, denunció la representante de Naciones Unidas.
Por
otro lado, el informe de la ONU reveló
la existencia de casas de seguridad de torturas administradas por Alexánder Enrique Granko Arteaga, el
director a la fecha de Asuntos Especiales de la DGCIM, indicando que se trata
de viviendas que pertenecían, en su mayoría, a presuntos narcotraficantes o familias
acomodadas y fueron incautadas por el régimen.
Son
17 lugares de detención/secuestro, a saber:
-Un solar en el barrio de Prados del
Este en Caracas, una casa llamada Tamanaco, cerca del Hotel Tamanaco, en
Caracas, una casa llamada La Trinidad, en Caracas; una casa llamada Galpón, en
el barrio de Guarenas, en Caracas; un sitio en San Bernardino, cerca del
restaurante Crema Paraíso, en Caracas (ahora inactivo); una casa en el barrio
de Bello Monte, en Caracas; una casa en el sector de La Mariposa, denominada
“Casa de Granko Nº 1”; una casa llamada Galpón, en La Mariposa; una casa en el
sector de Los Naranjos; una casa en el sector Lomas de Las Mercedes, una casa
en la urbanización San José, en Fuerte Tiuna o en sus alrededores, en Caracas;
un sitio en el Fuerte Tiuna, donde tienen su sede el Ministerio de la Defensa y
el Comando del Ejército, el cual consta de 12 celdas que son administradas por
la DGCIM, separadas de la prisión administrada por la Policía Militar; un sitio
llamado Sorocaima o La Mariposa en la zona militar de San Antonio de Los Altos,
en el Estado Miranda; un sitio en la zona montañosa del Municipio El Hatillo,
en el Estado Miranda; una casa en Alto Prado, cerca del Centro Comercial Plaza;
un sitio cerca del aeropuerto de La Carlota; El Cerro, situado dentro de
Caracas (a una media hora en coche desde Boleíta)
Según Monitoreamos, de acuerdo a testimonios de testigos, dos capitanes
que responden a Granko Arteaga están a cargo de la gestión de las casas de
seguridad, incluyendo la logística y el suministro de materiales utilizados
para llevar a cabo las torturas.
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