El kirchnerismo asustado por eventual llegada de un «Trump o un Bolsonaro» a la Argentina
Agustín Rossi asumió como jefe de Gabinete de un gobierno maltrecho y su primera declaración en el cargo fue la siguiente: "No quiero que gobierne la derecha"
En los países medianamente normales, los cargos más importantes suelen ir a los funcionarios más idóneos y a los que mejor se desempeñaron en los puestos anteriores. Pero Argentina de normal no tiene nada, y el Frente de Todos gobernante, mucho menos. Luego de varios bochornos impresentables, Agustín Rossi desembarcó como jefe de Gabinete de Alberto Fernández. Lo cierto es que la coalición peronista en decadencia no tenía a nadie más para esa posición. Juan Manzur, que había asumido el cargo luego del desastre de 2021, volvió a Tucumán para hacer campaña con la intención de que el peronismo no pierda también la provincia este año. ¿Cuál será el eje de trabajo de Rossi? Evitar que «un Trump o un Bolsonaro» gane las elecciones. Insólito.
Aunque el flamante jefe de Gabinete no los menciona, Rossi está haciendo referencia a Javier Milei y a Patricia Bullrich. El libertario es uno de los precandidatos presidenciales con mayor intención de voto en todo el país y la exministra de Seguridad sigue midiendo más que Horacio Rodríguez Larreta, a pesar del enorme aparato y recursos del intendente porteño. “No quiero que gobierne la derecha”, dice, encaprichado, un funcionario fallido que fue premiado por un cargo importante solamente por el vacío que genera la actual gestión.
Recientemente, Rossi fue noticia como jefe de Inteligencia al manifestar una delirante teoría sobre los tripulantes del avión venezolano-iraní retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Sin ruborizarse, el dirigente kirchnerista dijo que las personas que estaban dentro de la aeronave eran, algunos instructores de vuelo y otros aprendices. Cuando el periodista le preguntó si eso era información o una conjetura suya, Rossi tuvo que reconocer que era una “teoría”, pero que para él tenía sentido. ¡Jefe de Inteligencia era!
En la etapa anterior del kirchnerismo, Rossi, también por descarte, terminó siendo ministro de Defensa. El legado de su gestión fue un misil perdido, que se encontró varios años después y fue detonado en un descampado. Así pasó a la historia como el ministro al que se le “perdían” los misiles. Su argumento en defensa fue que el misil no se había “perdido”, sino que lo habían “robado” (como si fuera menos grave) y que la oposición utilizó el tema para ridiculizarlo. Lo cierto es que con su teoría de los tripulantes del avión tiempo después, Rossi demostró que no necesita de ayuda externa para quedar en ridículo.
Así llega el Frente de Todos a las elecciones de este año: sin programa, con un presidente fallido, con una vicepresidente que no se hace cargo de la gestión, en el marco de una crisis económica que se oculta y con un gabinete impresentable. Ante esta circunstancia, Rossi y compañía deberían entender los motivos por los que los candidatos con los perfiles parecidos a los de «un Trump o a un Bolsonaro» lideran las encuestas en Argentina.
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