LA DIÁSPORA VENEZOLANA ACENTUÓ LA EXPLOTACIÓN EN
AMÉRICA LATINA
El
18 de septiembre de 2019 la periodista Sabrina Martín, de Panam Post, escribió:
-La
crisis migratoria se ha convertido en un caldo de cultivo para el tráfico y la
esclavitud sexual. (Masonería Libertaria)
La
estampida migratoria de venezolanos impulsó los casos de esclavitud en América
Latina. La necesidad de recibir algún ingreso ha causado que los inmigrantes
acepten cualquier pago y cualquier tipo de trabajo.
Países
como Brasil, Perú y Colombia han iniciado operaciones policiales y de
supervisión para evitar casos de esclavitud o explotación sexual en el caso de
los migrantes venezolanos, pues empresas formales e informales han decidido
subpagar a los trabajadores aprovechándose de sus necesidades.
(En Argentina, los
profesionales venezolanos reciben una remuneración inferior a la de sus pares
de ese, a pesar de que muchos argentinos, durante el gorilato, encontraron en
Venezuela una nueva patria que les prodigó trabajo, vivienda y buen trato)
La periodista agregó:
-Recientemente, la Policía brasileña desplegó una
operación para combatir el trabajo esclavo de migrantes venezolanos en el norte
del país, donde estaban contratados en el sector de la construcción en
condiciones “de extrema vulnerabilidad”.
En la acción fue detenido un
empresario brasileño, sospechoso de “captar” y “someter” a los migrantes
venezolanos, algunos de ellos adolescentes.
Las investigaciones apuntan a que las jornadas serían de
12 horas diarias, sin días de libranza, y con una alimentación “precaria e
insuficiente” que sería suministrada por el empresario, y cuyo valor era
descontado del salario de los trabajadores.
Después apuntó:
-Según la investigación, el detenido además estaría “traficando
con venezolanas» para que estas «fueran explotadas sexualmente en otras
regiones de Brasil”.
Pero los casos de ese tipo en Brasil no son los únicos
que se han multiplicado. Un estudio en Perú señala que el 51 % de los
venezolanos ha sufrido explotación laboral. La investigación, realizada por
Caritas, señala que los venezolanos trabajan en jornadas de más de 12 horas y
con sueldos que van desde los 20 soles diarios (3 dólares).
(@SinEmbargoMX: Mientras los venezolanos y venezolanas intentan
desesperadamente abandonar el país y ansían enviar dinero a sus seres queridos,
la situación se ha convertido en un caldo de cultivo para el tráfico, la
esclavitud sexual, la explotación infantil...)
Seguidamente señaló:
-Por
su parte, una investigación de la Fundación Panamericana para el Desarrollo
señala que “existe explotación laboral contra mujeres venezolanas, ya que realizan
jornadas largas por salarios menores a los que les pagan a las mujeres
peruanas, generando fracturas en la relación entre ambos grupos por el trato
diferenciado”.
(Hasta la independencia les deben los peruanos a Venezuela. Por otro
lado, millares de ciudadanos de ese país se residenciaron en el nuestro cuando
la bonanza petrolera y durante la dictadura del general Manuel Odría y no se
les discriminó. Pero así paga el Diablo)
En el país andino también surgió
otro problema a través de esta explotación y es que los empleadores optaban por
despedir a trabajadores nacionales para pagar salarios más bajos a los
venezolanos. Por esta razón el Gobierno de ese país tomó medidas para sancionar
a empresas que despidan peruanos y contraten extranjeros por menores
sueldos. Colombia también preparó un decreto para evitar la explotación de
inmigrantes.
Luego indicó:
-La
crisis migratoria se ha convertido en un caldo de cultivo para el tráfico, la
esclavitud sexual, la explotación infantil, la prostitución forzada y el sexo
de supervivencia de mujeres y niñas venezolanas.
En
República Dominicana las mujeres han llegado a ofrecer sus servicios como
trabajadoras sexuales. Lo mismo ha sucedido en México y Colombia, donde algunos
casos se han relacionado con asesinatos, violación y agresión.
Además, con información de la ONU,
detalló que todos los migrantes venezolanos afrontan
situaciones de mayor vulnerabilidad, como condiciones de vida indignas,
explotación laboral, discriminación y xenofobia, en el caso de las mujeres, adolescentes y
niñas.
Posteriormente
destacó:
-En
Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Táchira (Venezuela), hay denuncias de que alrededor
del 80 % de las trabajadoras sexuales son venezolanas. De hecho, muchas de
ellas son menores de edad que pueden cobrar tan poco como un dólar por sexo.
En
Perú un estudio sobre la violencia de género elaborado por el Centro de
Atención Psicosocial (CAPS), como parte del proyecto “Integrando
Horizontes”, reveló que el 100 % de las mujeres
venezolanas residentes fueron víctimas de algún tipo de violencia (física,
psicológica, verbal, acoso sexual, acoso sexual callejero, xenofobia).
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