Rómulo Betancourt, por Domingo Alberto Rangel
Recordar cómo pasó bajo la mesa el natalicio de Rómulo Betancourt es la prueba más sólida de que los venezolanos seguimos viviendo la polarización fratricida… y que en el caso del ex presidente unos ciudadanos piensan que fue el “padre de la democracia”… mientras otros groseramente lo tildan casi como una basura.
En realidad el aniversario no dio para merecidos actos de recuerdo… ni tampoco para quemas públicas.
De hecho la fecha pasó desapercibida salvo para las facciones adecas en pugna… que cada una lo celebró en “petit comité”.
El día del natalicio me hallaba vacacionando en una localidad cercana a Río Chico y teniendo que enviar mis trabajos a México en medio de un inmenso caos de internet que francamente no me había imaginado… apelé a pedir ayuda a dos adolescentes que compartían el único espacio donde llegaba la señal.
Era Carnaval y para evitar maledicencias de mis compañeros de playa preferí intentar grabarme yo mismo y dejar a los míos gozando del mar Caribe y sus aguas siempre tibias… pero como digo el caos de internet lo impidió.
Hago énfasis en que dado el abismo en el que ha caído nuestra educación… la red es la única garantía de modernidad y civilización… pero como casi todos los servicios en mí país… el que funcionen es tan improbable como ganar en la ruleta.
Por estas razones y teniendo la premura de grabar y enviar como ya expliqué, a México, videos y archivos de voz desde un país donde casi todos los servicios no funcionan como es debido… les pedí ayuda a las jovencitas que siempre estaban en el único lugar donde la señal medio funcionaba.
La comunicación inter generacional rindió frutos y las chiquitas me asistieron como si fuesen ingenieras de sonido y video… bravo por esta nueva camada de venezolanitas.
Pero, pasados los videos y sonidos… conversando con mis inesperadas asistentes me enteré que vivían en Guatire y por ello les pregunté al desgaire: ¿“saben quién es el guatireño más importante”?
Respuesta que de inmediato corregí: “Ezequiel Zamora”. La otra aceptó no saber nada a ese respecto.
Cuando les expliqué que el guatireño más destacado había sido Rómulo Betancourt… me enteré que las jóvenes no sabían quién fue el personaje.
Pero como miembros de la generación tecnológica… enseguida las dos “googlearon” y la mayor me dijo que no sabía que había sido Presidente y menos que el presidente Betancourt había nacido en Guatire.
La realidad implica que en algún momento se escamoteó del pensum de la educación a Rómulo Betancourt y eso es una vergüenza… tanto como si mañana se pretendiera sacar a Hugo Chávez de la historia.
El escamoteo de la historia es insoportable sobre todo porque aún los enemigos del guatireño deben admitir que Rómulo Betancourt fue un personaje extraño no solo por ser civilista en un país que siempre se jactó de lo contrario.
Sino porque teniendo todas las oportunidades de enriquecerse personal o familiarmente… no lo hizo como si lo han hecho casi todos los que fueron mandamases en Venezuela.
Cuando fui adeco no milité en la llamada Vieja Guardia tan adversa a mi padre… y por tanto nunca pude conversar con Rómulo… con el único Presidente reciente que no lo hice. Y fue una lástima.
Los países solo pueden crecer cuando quien manda sabe que el poder es circunstancial… y que quien lo recibe lo hace a beneficio de inventario.
Venezuela básicamente es Bolívar… desde luego… pero también Páez… el pillo Guzmán… Castro… Juan Vicente Gómez… Pérez Jiménez… Betancourt y Hugo Chávez.
Y Rómulo vale mucho para que sus presuntos representantes de hoy… no tengan nada en común con aquel capitán de pueblos que tendría sus errores… pero que logró por primera vez que en Venezuela los cambios de gobierno se originaran en un conteo de votos.
Y que hubiese alternancia en el poder… sin tener que ir a la guerra que es una opción costosa e incivilizada.
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