Elián González, candidato a diputado por Miami
Elián es un diputado por Miami, porque sin Miami, sin aquel viaje y aquella estancia, no habría conseguido su lugar en el castrismo
LA HABANA, Cuba. – Elián González le debe casi todo a Miami. Sin esa ciudad Elián sería un total desconocido, uno más entre los millones de cubanos. Aunque Elián sea casi un mártir de la “Revolución”, aunque aparente deberle a Fidel Castro, más grande es su deuda con Miami. A Miami le debe la vida, y hasta su reciente candidatura a diputado a la Asamblea Nacional. Elián le debe mucho a la madre que lo parió, pero casi nadie pronuncia el nombre de esa mujer que hospedara al niño en su interior durante nueve meses.
Siempre que se habla de Elián se menciona a Miami, a su padre, y a Fidel. No son muchos los que podrían decir, sin titubear, el nombre de la mujer que parió al candidato a diputado Elián González. Y Elián será diputado, sin dudas, pero nadie mencionará el nombre de la mujer que lo trajo al mundo. Nadie hablará de esa mujer que imaginó otro futuro, para su hijo, uno que nada tuviera que ver con asambleas nacionales y diputados comunistas.
Su madre se lo llevó para alejarlo de asambleas nacionales y partidos comunistas. Su madre se lo llevó a la Florida para alejarlo de congresos comunistas y falsas candidaturas. Ella soñó un mundo libre para su hijo, un mundo libre y sin Fidel. Ella soñó el mejor futuro para su hijo, pero el viejo de la barba se empeñó en el regreso del niño y usó al padre para conseguir la vuelta del muchachito, apolítico aún.
Elián, ese que hoy es candidato a diputado, no entendía nada de lo que estaba pasando, y cómo entender si era un ingenuo bebecito que perdió a su madre en el camino a la Florida; sin embargo, el astuto Fidel Castro creyó que el bebé náufrago era un buen proyecto, un buen negocio político, y se puso en marcha. Fidel Castro debió intuir esos actos y marchas que exigieron luego el regreso del niño. Fidel Castro lo diseñó todo, elucubró un nuevo disenso a su favor.
El estratega del mal siempre precisó de los disensos. Sin disensos Fidel Castro perdía fuerzas. Fidel convirtió al bebé en un héroe. El niño se hizo tan famoso como los asaltantes al cuartel Moncada o los alzados en la Sierra Maestra. El niño fue más que un héroe de Girón, mucho más que aquellos imberbes alfabetizadores, y siempre cerquita del fantasma de su padre putativo, aquel viejo de la barba.
Elián estudió Derecho como su viejo protector, como su padre putativo, ese que lo visitaba en Cárdenas constantemente, o lo traía a La Habana para exhibirlo. Fidel Castro se ocupó más de Elián que de sus propios hijos, al menos mucho más de lo que se ocupara de aquella hija que tuvo con Nati Revuelta, y a la que mantuvo en la sombra más oscura.
Elián le había regalado la posibilidad de nueva una batalla, de una nueva guerra con el enemigo del norte, su enemigo preferido. Y esa estrategia de guerra fue también contra los cubanos que yéndose lo traicionaban y lo ponían en ridículo. ¿Quién podría abandonar el paraíso? Eso debió preguntarse el viejo, y Elián le vendría de perilla.
Y todos los medios (radio, prensa escrita y televisión) le sirvieron a Fidel aquella vez. El niño lloraba por su madre, lloraba sin entender. Elián lloró cuando los guardias irrumpieron en la casa de sus parientes y cuando lo cargaron para llevárselo. Y hasta allá había ido Juan Miguel, el padre, para traer a Fidel el regalito de un hijo nuevo.
El viejo de la barba se había empeñado en ganar ese otro Girón, y Juan Miguel lo ayudó en su capricho, le entregó al niño en bandeja de plata, le propició un nuevo campo de batalla, esa batalla que podría ser una de las últimas batallas del viejo de las marchas y las perretas. Y el nombre de Elizabeth Brotons fue tragado por las aguas del Atlántico, y es muy probable que Elián, ese candidato que sin dudas será diputado, no vuelva a pronunciar el nombre de su madre, aun cuando a ella le deba la vida, y la candidatura.
¿Cómo habría sido la vida de Elián sin aquel suceso en el mar y después en Miami? ¿Habría alguna candidatura a diputado? ¿Sería candidato sin aquel suceso y sin Fidel? ¿Habría llegado a la Asamblea de Esteban Lazo?
¿Qué sería de Elián sin Miami? ¿Qué sería de Elián sin sus parientes en Miami? ¿Qué sería de Elián sin el exilio de Miami que lo quería en Miami y para Miami? ¿Qué sería del niño sin la madre muerta, sacrificada? Elián ni siquiera necesita de la biografía en un mural. Su historia de vida es más conocida que la de Esteban Lazo o Díaz-Canel. Elián está entre los más mediáticos candidatos que serán votados dentro de unos días.
Elián es el niño Fidel o el niño de Fidel. Elián ya no es más el hijo de su madre. Y en esa biografía que leerán sus electores no aparecerá el nombre de la mujer que lo trajo al mundo, y quizá ni el apellido Brotons. El importante en esa historia es el padre que hiciera los reclamos que le valieron para también conseguir un asiento en la Asamblea Nacional un poco antes que el hijo. El padre sirvió a las estrategias del gobierno comunista. Su madre, esa de la que nunca se pronuncia el nombre, lo albergó durante nueve meses en su interior, pero aun así la olvidaron. Nadie menciona a la madre, ni siquiera su hijo.
De ella sabemos que murió en el mar mientras pretendía llegar con su vástago a Miami, y en franco desafío al padre que reclamara, y sobre todo al gobierno comunista. Sin dudas Elián González Brotons no sería nada sin Miami y sin aquel triste episodio. Elián no sería alguien sin la muerte de su madre y sin las viejas estrategias del viejo Fidel Castro. Nada sería Elián sin Miami y su acogida.
Nada sería Elián sin ese diferendo entre Cuba y Estados Unidos. No sé dónde se gestó la candidatura de Elián, pero sé que la orden llegó desde arriba, y mucho antes de que comenzara el “proceso electoral”.
Su nominación se decidió mucho antes de que comenzaran los preparativos de la farsa. Quizá se congraciaban con Fidel Castro, a pesar de que Fidel Castro esté muerto y encerrado en una piedra en Santiago de Cuba. Nominar a Elián y elegirlo diputado es hacer creer al exilio miamense que fracasó y que Elián se crece. La candidatura de Elián es un enfrentamiento con Miami, con cualquier exilio. La candidatura de ese muchacho es una puesta en escena.
Y esas “elecciones” no hacen más que mostrar las divergencias que existen entre los unos y los otros. Elián es, sin dudas, un diputado por Miami, y hasta suponen que Miami reconocerá en Elián su fracaso, una enorme derrota, “otro Girón”. Elián es un diputado por Miami, porque sin Miami, sin aquel viaje y aquella estancia, no habría conseguido esa visibilidad. Esa es la cuestión, ahí el diferendo. Elián fue devuelto y se hizo abogado, consiguió ser diputado a la Asamblea Nacional, porque no habrá que esperar los resultados. Elián ya es diputado, y todo se lo debe a Miami.
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