Las dos grandes derrotas de Gabriel Boric en un año de gobierno
El rechazo a la Constituyente por la ciudadanía y la reforma tributaria en el Congreso representan las dos grandes derrotas de Gabriel Boric
Cuando se está lejos del poder, criticar y pensar que ejercerlo es fácil. Tenerlo es distinto. Las alianzas, negociaciones y estrategias son vitales para sostenerse con éxito. A un año de gobierno, el presidente de Chile, Gabriel Boric, enfrenta la amarga lección a través de dos grandes derrotas: el rechazo a la Constituyente por la ciudadanía y la reforma tributaria en el Congreso.
El mandatario llegará a su primer aniversario como jefe de Estado el próximo 11 de marzo con los duros escenarios que le demuestran que “otra cosa con guitarra”. Él dice que ya se dio cuenta.
Sería incomprensible que fuera de otra modo cuando la desaprobación del exlíder estudiantil, de 37 años, es de 60% según la última encuesta del Centro de Análisis de Estudios de Mercado (Cadem).
El impacto de la decadencia de su figura en las calles es visible. Ninguna de sus dos iniciativas emblemáticas salió adelante. Al contrario, el freno es una constante que detonan los errores de su equipo.
Un balance en rojo
«No fue un buen año. En las encuestas ha ido en caída libre. Ha pasado la mayor parte del año bajo el 30 % de aprobación», comentó Kenneth Bunker, analista de Politico Tech Global y director de la encuestadora Tresquintos a la agencia EFE.
El número pesa en el Congreso donde por un estrecho margen, la Cámara de Diputados rechazó su reforma tributaria que pretendía recaudar un 3,6 % del PIB en cuatro años equivalente a 10.000 millones de dólares.
La decisión dejó a Boric sin financiamiento para el programa social de su gobierno porque el proyecto no podrá volver a ingresar a la agenda parlamentaria hasta marzo de 2024.
Sobre el ministro de Hacienda, Mario Marcel recae este golpe cuyas consecuencias son de largo aliento. «Se le van a poner las cosas aún más difíciles si la oposición y otros partidos oportunistas siguen con la cortedad de miras que hemos” visto” indicó Julieta Suárez Cao, de la Universidad Católica de Chile a la agencia.
Una embestida profunda
El triunfo de la opción del Rechazo en el plebiscito de septiembre con 62 % de los votos representa una embestida profunda para Boric. Reponerse parece casi imposible. Ese referéndum redujo su poder simbólico tras vincular directamente su administración con la opción «Apruebo».
Ahora, la caída de la reforma tributaria impulsará -probablemente- el debate de un nuevo retiro de los fondos de pensión en el Congreso para mitigar la falta de beneficios socioeconómicos. El asunto entrampa al presidente considerando que durante su tiempo como diputado fustigó al gobierno de Sebastián Piñera por negar el beneplácito a esta disposición.
¿Estará de acuerdo o lo impedirá? Boric tiene poco margen para maniobrar con su historial parlamentario. En el hemiciclo hay división. Lo debe tener claro. Necesitaba 74 votos para el debate de la reforma en el pleno pero consiguió 73 apoyos, los rechazos llegaron a 71 y las abstenciones a tres -todos de sus filas-. Ahí está su mayor desafío: ¿Cómo mantener alineados a sus leales? «Extendiéndole las manos» porque «quienes pierden son los chilenos” admitió.
Un nuevo cambio de gabinete para intentar otro equilibrio entre las dos coaliciones oficialistas es el único camino para Boric asumir su segundo año en La Moneda. Le tocará conciliar a la coalición de Apruebo Dignidad -donde está el Partido Comunista- con el Socialismo Democrático (centroizquierda).
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