Pérdida de los bosques en Venezuela: ¿cuál es su impacto y cómo ayudar a conservarlos?
- Para detener la pérdida de zonas boscosas en Venezuela, es importante entender por qué está sucediendo y cómo ayudar. En el Día Internacional de los Bosques, en El Diario conversamos con el biólogo venezolano Carlos Pélaez, quien habló sobre la importancia de proteger estos ecosistemas
El Día Internacional de los Bosques coincide con el inicio de la temporada de sequía en Venezuela. El fuego es capaz de acelerar la pérdida de ecosistemas y provocar puntos de no retorno. Puede exterminar cientos de especies y generar un desequilibrio ya acentuado por la deforestación en el país. Pero el fuego no es el protagonista de esta historia: la sociedad, consciente o no, es la principal responsable de que la crisis ambiental se haya agravado en los últimos años.
Carlos Pélaez, biólogo e investigador de la organización ambiental no gubernamental (ONG) Provita, considera que la falta de interés de la sociedad venezolana con la pérdida de bosques ocurre por el desconocimiento que parte desde la educación.
“Al no conocer para qué sirven, no hay empatía”, acota Pélaez
El experto explica que los bosques ayudan a crear microclimas locales, generan lluvia e incluso influyen en los niveles de carbono y oxígeno globales.
Cada vez que se pierde un bosque también se reduce la posibilidad de que existan ecosistemas productivos y diversos.
Otro panorama que preocupa a los expertos y científicos en Venezuela es la falta de cifras que permitan generar estrategias para la atención de los bosques. El descenso de la data ha sido una situación progresiva que conlleva a las organizaciones ambientales a asumir desafíos, ante la falta de interés por parte de las instituciones del Estado venezolano.
Peláez afirma que la falta de control sobre esta problemática solo conduce a la reducción de masas boscosas. “Si seguimos perdiendo estos ecosistemas, las investigaciones sugieren que el propio equilibrio comenzará a cambiar a condiciones más desérticas, convirtiéndose en un efecto dominó en el territorio. “Si tenemos más sábanas, eso es igual a menos productividad y diversidad”, agregó.
Falta de figuras de conservación
Carlos Peláez indica que la falta de políticas medioambientales también incide en la destrucción de bosques y cobertura vegetal en Venezuela. Una legislación que conduzca a la protección de espacios y que sancionen a aquellos que los amenacen sería un primer paso para intentar revertir la crisis ambiental, pero esto no sucede, comenta. Tampoco hay una ley que contemple el resguardo de los ecosistemas más allá de la figura de los parques nacionales.
“Nosotros en Venezuela solo tenemos parques nacionales, existen otras figuras pero son de menor rango y de poca extensión. Este nombre es la única protección que se tiene en Venezuela. Fuera de ello hay un montón de zonas que están siendo vulneradas al no existir un marco jurídico que las proteja. Necesitamos avances en materia de legalidad que permitan el resguardo de estos espacios boscosos”, dijo el biólogo venezolano.
Las zonas con protección no solo resguardan la biodiversidad que albergan, también actúan de amortiguación contra los impactos del cambio climático en el ecosistema. La integridad de los bosques es crucial para la estabilidad y la resistencia del hábitat. Sin una protección más sólida, las zonas boscosas se perderían debido al aumento de la sequía.
Conocer las iniciativas
En Venezuela es importante conocer las iniciativas que están enfocadas en el cuidado de los bosques. A través de estos proyectos, la ciudadanía puede estar informada sobre las causas que afectan al ecosistema venezolano y también entender cómo es posible encontrar un equilibrio entre la conservación y el aprovechamiento sustentable de ellos.
En El Diario te mencionamos algunos proyectos que están enfocados en la protección del medio ambiente para que conocer cómo colaborar:
La bióloga venezolana Diana Duque trabaja en la conservación de la Reserva Forestal de Caparo, en el estado Barinas. Aquí puedes conocer más sobre este proyecto.
La bióloga María Fernanda Puerto Carrillo es la fundadora de Proyecto Sebraba, un esfuerzo para la conservación no solo del jaguar en Venezuela, sino también su hábitat en zonas boscosas del territorio.
La Red Venezolana de Profesionales por la Naturaleza (Akehe) tiene una iniciativa de reforestación de la zona arbolada y protectora de Caracas.
Las organizaciones Provita y SOS Orinoco son pilares fundamentales en el monitoreo y vigilancia de la deforestación en todo el país.
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