UN ARTISTA PLÁSTICO QUE DIFUNDE LA CULTURA VENEZOLANA EN PERÚ
El 26 de junio de 2021 la periodista
Natalia Cordoves Canache, del portal El Diario, publicó la entrevista hecha al
artista plástico Edwin Becerra, refugiado en Lima desde 2018, cuya nacionalidad
venezolana se convirtió en una etiqueta que lo condenó al rechazo en diferentes
oportunidades y sin embargo, no se rindió y su talento lo ha llevado a retratar
a reconocidas personalidades y ser parte de importantes proyectos en Perú y en
el extranjero.
Franko Gercegg, su nombre artístico,
estudió Mecánica Industrial e Ingeniería en Sistemas, pero se dedicó al mundo
del arte desde muy joven.
-Y es que su vocación y amor por las
expresiones artísticas –explicó la periodista la heredó de su padre, quien toda
su vida ha trabajado en la elaboración de esculturas, dibujos y pinturas. Es
por ello que recuerda su infancia jugando en un taller rodeado de madera,
metales, pinceles, bronce, fibra de vidrio y otros materiales.
En Lima pasó por diversos trabajos a
los que se tuvo que adaptar para lograr conseguir dinero, pero en ninguno
sentía que podía potenciar el talento artístico con el que había nacido y que
desarrolló durante años. Sin embargo, con esfuerzo y determinación logró
conectar nuevamente con el arte.
En efecto, empezó a hacer dibujos
de mascotas y retratos; cobraba cinco dólares aproximadamente por cada uno.
-Su
situación –apuntó la periodista- iba mejorando cada día, pero todavía sentía
que debía hacer algo más: quería innovar, hacer algo diferente y, en especial,
quería difundir la cultura venezolana a través de su trabajo.
En su
constante búsqueda de marcar la diferencia, a este artista se le ocurrió
dibujar y pintar con chimó (pasta de tabaco). Franko
traza en una cartulina un diseño a lápiz y luego lo pinta con el chimó, el
cual diluye con agua, también lo mezcla con cacao de Chuao (uno de los más
cotizado a nivel mundial). Esto le da un tono sepia a cada obra que realiza.
Con
más de un millón de venezolanos en Perú, conseguir chimó no es difícil. La migración ha
permitido que miles de personas accedan a productos como la harina de
maíz para hacer arepas, chocolates y bebidas como el ponche crema o la malta,
esta pasta de tabaco también se consigue en algunos
mercados de la capital peruana.
Uno no
es profeta en su tierra. Me han conocido más en Perú haciendo trabajos con el
chimó, que estando en Venezuela. Me han escrito futbolistas peruanos para
hacerle retratos, nunca pensé hablar con ellos y esa conexión se dio gracias al
arte y a las cosas que hago aquí”, contó Franko Gercegg.
Posteriormente
escribió:
-Franko
utiliza sus conocimientos y habilidades para difundir la cultura venezolana
desde otras fronteras. Este artista ha usado el chimó para retratar e
inmortalizar la esencia de destacadas personalidades venezolanas. Edgar
Ramírez, Luis Chataing, Lorenzo Mendoza, Miguelito Díaz, Miguel Cabrera,
Rafael “Pollo” Brito, Nacho, y muchas más.
Durante
su estadía en Lima, su talento lo ha hecho merecedor de premios. En un concurso
de dibujo sobre la cultura peruana y en el que empleó la técnica del chimó,
obtuvo el segundo lugar. También quedó de octavo entre 256 participantes en un
concurso organizado por el Centro Cultural Británico en Perú.
Quiero
dedicarme al arte con chimó. Quiero que se conozca la cultura venezolana por
medio de lo que vengo desarrollando y quiero ser uno de los mejores artistas
que difunda la cultura de mi país. También quiero que este tipo de artes se
retome en Venezuela, porque tenemos muchos artistas talentosos de alto nivel”,
dijo Franko.
Este artístico plástico, según el
testimonio periodístico de El Diario,
tiene otros dones.
-Además
de ser un artista que trabaja con chimó,-afirmó- Franko se dedica desde hace dos años a la
confección de artículos de pieles. Fabrica alpacas de peluche tipo realista en
una de las principales industrias que es referente de la peletería (oficio de
adobar y componer las pieles finas o de hacer con ellas prendas de abrigo, y
también de emplearlas como forros y adornos en ciertos trajes) peruana a nivel
internacional.
Este
artista del chimó recuerda que llegó a la capital peruana durante el desarrollo
del Mundial de Fútbol Rusia 2018, después de haber vivido en Colombia. Describe
esos días como festivos y de muchas celebraciones en las calles de Lima, y es
que después de 36 años Perú había clasificado nuevamente a un mundial, y cuando
de fútbol se trata el país se paraliza.
En
su recorrido de conocer la ciudad y buscar empleo, le llamó la atención las
máscaras de los futbolistas peruanos que usaban los hinchas. Él sabía que podía
hacer ese tipo de máscaras, incluso era capaz de perfeccionar otros detalles
para marcar la diferencia con las que ya existían en el mercado.
Con
el apoyo de su cuñado compró arcilla y realizó dos máscaras que ofreció en
diferentes tiendas. Los encargados estaban asombrados con lo que había
realizado y en un lugar le hicieron un pedido de 200 piezas, querían máscaras
de futbolistas peruanos y de los jugadores de los demás países que también
habían clasificado para el Mundial Rusia 2018, pero la falta de dinero no le
permitió cumplir ese trabajo con el que pensó, volvería a dedicarse a lo que
más le gusta: el arte.
Coninuó NCC:
-Recorriendo
las calles del distrito de Miraflores, uno de los más turísticos de la
capital, descubrió el mundo de la confección, un mercado abarcado por
peruanos. Le llamó la atención las piezas y empezó a hacer diseños,
perfeccionando detalles e innovando. Visitó diferentes locales ofreciendo lo
que había creado, pero fue víctima de malos tratos y unos cuantos rechazos por
su nacionalidad. Le decían que por ser venezolano no tenía los conocimientos
para trabajar peletería en Perú.
Sin
embargo, semanas después otros venezolanos que trabajaban en una empresa de
fabricación de alpacas lo contactaron. Querían que realizara los moldes y
patrones de unas piezas para confeccionar animales de peluche en gran escala.
En especial aquellos que habitan en el territorio peruano, como la alpaca de
los Andes.
(Este talento artístico radicado en Lima
es una prueba evidente de que el venezolano, migrante forzado, contribuye con
el país que lo acoge y no es una carga, sino al contrario, como su caso, que
además de difundir la cultura de Venezuela difunde también la del Perú)
A
Jesús Villalobos, dueño de la empresa, le gustó el trabajo que había realizado
y le dio la oportunidad de formar parte del equipo. Recibió capacitación por
más de cinco meses, periodo en el que aprendió todo lo relacionado al mundo de
la peletería en Perú. Incluso pudo aportar desde su talento e innovar en las
piezas que creaba.
Ahora
fabrica alpacas de grandes proporciones y explicó que primero elabora una
escultura en fibra de vidrios desarmables en seis partes. Luego la reviste con
las pieles y perfecciona cada detalle, de tal forma que cientos de personas
dudan si utiliza la técnica de taxidermia (arte de disecar los animales para
conservarlos con apariencia de vivos). Las piezas que fabrica parecen reales.
Al
final del reportaje indicó:
-Hoy
su trabajo es exhibido en diferentes ferias artesanales en Perú, y las alpacas
que fabrica se exportan a países como Estados Unidos y Alemania. Su nombre ya
es conocido entre destacados maestros de la peletería en el territorio peruano.
Franko
contó que la peletería le ha regalado grandes amigos y que le llena de orgullo
que una pieza de arte tan reconocida en Perú sea elaborada por un venezolano.
Actualmente
ha recibido importantes propuestas laborales de empresarios de Bolivia y Chile;
sin embargo, decidió continuar con quien confió en él y le brindó una mano
amiga cuando otros le cerraron las puertas y lo rechazaron.
Desde
Perú aseguró que seguirá difundiendo la cultura venezolana como artista que
trabaja con chimó; también aprovechará las oportunidades que se le presentan en
Lima, para seguir innovando y creciendo profesionalmente. Siempre dejando en
alto el nombre de Venezuela.
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