Brasileños, víctimas del mismo terror que sufren los estadounidenses
Este tipo de situaciones dejan traumas en la sociedad, sobre todo en los niños que no comprenden lo que sucede y que a partir de estas experiencias tienen que lidiar con huellas que han de ser tratadas por sus familiares y especialistas.
Roderick Navarro PANAM POST 
A finales de marzo pasado, en un colegio cristiano de Nashville un individuo radicalmente ideologizado de 28 años asesinó a seis personas, entre ellas varios niños. Según CNN, este sería el ataque número 19 en una escuela o universidad en lo que va de año en los Estados Unidos. Recordemos la dolorosa masacre de Uvalde, en Texas, el pasado 24 mayo de 2022 en el que un joven de 18 años asesinó a 21 personas en una escuela primaria, la mayoría niños y dos profesores, e hirió a otras 17 personas. Estos acontecimientos aterrorizan a los habitantes de Estados Unidos, ya sean nativos o inmigrantes, blancos o negros, a todos sin distinción. Y ahora este tipo de situaciones ocurren en Brasil ante los ojos de las autoridades y una población que se encuentra también aterrorizada.
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El mismo día que tuvo lugar la masacre de Nashville, el lunes 27 de marzo, ocurría en la ciudad de São Paulo, Brasil, una tragedia en una escuela primaria. Un niño de 13 años asesinó a cuchillazos a su maestra de 71 años en el salón de clases. Fue sabido que el jovencito habría anunciado en sus redes sociales esta acción.
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Esta situación se suma a la masacre de Blumenau, Santa Catarina, en la que un individuo de 25 años, burlando la seguridad de una guardería la mañana del pasado 5 de abril, entró con hacha en mano para arrebatar la vida de 4 niños y herir a otros 5. Las edades de las víctimas son entre 3 y 7 años. El criminal fue directo a la policía para entregarse inmediatamente luego de haber cometido el crimen.
Luego, en la madrugada del viernes 7 de abril, en la ciudad de Araraquara en el mismo estado de São Paulo, un hombre ingresó al Hospital Municipal José Nigro Neto pidiendo ser atendido, y luego de que se le diera atención sacó un cuchillo y comenzó a acuchillar personas. 7 son las víctimas y algunas se encuentran en situación grave. Una vez intenta huir del recinto, toma como rehén a una enfermera para tratar de escudarse, sin embargo fue neutralizado por la acción de las autoridades.
Este tipo de situaciones dejan traumas en la sociedad, sobre todo en los niños que no comprenden lo que sucede y que a partir de estas experiencias tienen que lidiar con huellas que han de ser tratadas por sus familiares y especialistas.
Con todo esto vuelve al debate público la importancia del derecho que tienen las personas a autodefenderse, así como los mecanismos que deben ser establecidos para que esto sea posible. Recordemos la medida tomada por el gobierno de Ecuador ante la situación de violencia que se vive en algunas regiones del país, en la que se flexibiliza el uso y porte de armas para los ciudadanos.
Los ciudadanos exigen del Estado que sean tomadas las medidas que corresponden para evitar este tipo de situaciones, al mismo tiempo que se valoriza la acción y la presencia de los cuerpos de seguridad en la sociedad. No es el momento del discurso que coloca a los delincuentes como víctimas de la sociedad, sino el de la acción decidida de una clase política que debe garantizar la protección y defensa de los ciudadanos de la República, sin ideologías.
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