Petro insiste en su batalla perdida contra Bukele
El mandatario colombiano acusó a su homólogo salvadoreño de "falso positivo" y "destrucción democrática", citando un artículo de Infobae en el que se asegura que las cifras de homicidios en El Salvador han sido "maquilladas", pero olvidando que no ha logrado poner orden en casa, pues ya van casi 100 muertos en 28 masacres en Colombia, incluyendo la muerte de nueve militares en una emboscada del ELN, narcoguerrilla con la que el Gobierno está sentado en una mesa de negociación
Si bien hay denuncias de organizaciones de derechos humanos que cuestionan los resultados del plan de seguridad del Gobierno salvadoreño, no es precisamente el presidente colombiano, Gustavo Petro, el más indicado para exponer a su homólogo Nayib Bukele como lo hizo nuevamente este domingo al acusarlo de un «falso positivo», olvidando que su utópica promesa de «paz total» solo se ha traducido en mayor violencia e impunidad, tal como lo demuestran las cifras de masacres en el país, con casi 100 víctimas en lo que va de año, contando la más reciente ocurrida el pasado miércoles en el departamento Norte de Santander, donde murieron nueve militares en un emboscada del Ejército de Liberación Nacional (ELN), narcoguerrilla con la que el Gobierno está sentado en una mesa de negociación.
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«Miren esta realidad del falso positivo y la destrucción democrática que es la del ser humano», fue el comentario con el que acompañó Petro esta mañana un artículo de Infobae titulado «Cómo El Salvador maquilló las cifras de homicidios para justificar el régimen de excepción», que compartió en su cuenta de Twitter.
A un año del régimen de excepción: ¿Verdades o mentiras?
En el mencionado trabajo periodístico se pone en duda la veracidad de las cifras sobre la reducción de homicidios que presenta constantemente el Gobierno salvadoreño, a propósito de que el pasado 27 de marzo El Salvador cumplió un año bajo el régimen de excepción que incluye la suspensión de garantías constitucionales para atacar sin mucha burocracia el problema de las pandillas –con la Mara Salvatrucha a la cabeza– que ha padecido por décadas el país centroamericano.
Sin ir muy lejos, este domingo Bukele publicó en su cuenta de Twitter un gráfico sobre las estadísticas de homicidios, agregando que «marzo cerró como el mes más seguro en toda la historia de El Salvador». La afirmación de que la nación tiene «cero homicidios» se ha venido repitiendo durante el último año, hasta alcanzar la cifra récord de más de 300 días sin que se registre la muerte violenta de una persona en el territorio salvadoreño, según esta aseveración.
Sin embargo, documentos desclasificados de la Policía Nacional Civil (PNC), revelados el 28 de marzo por la Revista Elementos que habrían sido obtenidos gracias a los llamados «Guacamaya leaks«, demostrarían que en los dos primeros meses del régimen de excepción, el gobierno salvadoreño reportó 39 homicidios, cuando la cifra real habría sido de 67, y en abril y mayo del año pasado el número de desaparecidos habría sido de 97 y solo uno se habría sumado a la lista de homicidios, según destaca el artículo de Infobae.
Crónica de una batalla perdida
Esta es la presunta evidencia que usa ahora Gustavo Petro para atacar a Nayib Bukele una vez más, ya que el mandatario colombiano parece haber asumido como una batalla personal la comparación de su gestión con la del presidente salvadoreño. Hace justo un mes calificó como «campo de concentración» la cárcel de máxima seguridad a la que el Gobierno de El Salvador trasladó a unos 2.000 presuntos pandilleros.
Las respuestas de Bukele no se han hecho esperar. En aquel momento le deseo en tono diplomático que ojalá en Colombia logre reducir los homicidios como él lo ha hecho en su país. Pero ante la insistencia de Petro en atacarlo, el mandatario salvadoreño le dio un golpe bajo una semana después cuando le sacó el escándalo de su hijo Nicolás Petro, acusado por su exesposa de recibir dinero de narcotraficantes: «No entiendo su obsesión con El Salvador. ¿No es su hijo el que hace pactos bajo la mesa y además por dinero? ¿Todo bien en casa?». Y para recordarle de donde proviene la droga que llega a Centroamérica, Bukele etiquetó a Petro la semana pasada en un tuit en el que informaba sobre el decomiso de 1,2 toneladas de cocaína en una embarcación con tres tripulantes de nacionalidad colombiana.
Pero la batalla en las redes sociales entre los dos presidentes por intentar demostrar cuál modelo de seguridad es más eficiente no termina. El mandatario colombiano estaba esperando el momento para contraatacar, y el artículo de Infobae fue su más reciente argumento.
¿Eficiencia o relato?
Las detenciones en El Salvador en el marco de esta política de seguridad ya pasan de 60.000. Organizaciones humanitarias salvadoreñas, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Amnistía Internacional y el Comité Contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han reportado casos de atropellos y detenciones arbitrarias y han denunciado existencia de ‘escuadrones de la muerte’ dentro de la policía y las fuerzas armadas. No obstante, no se puede negar que el crimen se ha reducido notablemente en el país centroamericano.
Por su parte, Gustavo Petro no tiene resultados que mostrar. Entre el 1 de enero y el 24 de marzo se han cometido 27 masacres con 88 víctimas fatales en Colombia, según el más reciente corte del conteo que realiza el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). A esto habría que agregarle la muerte de nueve militares en la emboscada cometida por el ELN en Norte de Santander el 29 de marzo, lo que sumaría un total de 97 fallecidos en 28 masacres. Eso equivale a la misma cifra registrada durante el mismo periodo de 2022, lo que demuestra que Petro no ha logrado cumplir lo prometido ni hacer una mínima diferencia.
El absurdo modelo de seguridad de Petro
Y si de comparar los modelos de seguridad se trata, las propuestas de Gustavo Petro han resultado absurdas, ridículas y solo han servido para ser objeto de burla en el exterior, como ocurrió en un programa de televisión mexicano donde usaron como chiste su declaración en la que propuso dejar de contar algunos delitos para que bajaran los índices de criminalidad. Otro insólito anuncio fue el que hizo a mediados de septiembre del año pasado, cuando planteó pagar 800.000 pesos (unos 200 dólares) a jóvenes que tengan prontuario criminal con el fin de sacarlos de la violencia a cambio de que estudien. Y tampoco se puede olvidar el polémico «perdón social» para acusados de corrupción que prometió durante la campaña, en un intento de sumar apoyos a su candidatura.
¿Serán ciertas las cifras oficiales de homicidios que presenta El Salvador o estarán maquillados los números como afirma la nota periodística que usa como argumento Petro para atacar a Bukele? En cualquier caso, queda claro que no es precisamente el mandatario colombiano el actor político con mayor credibilidad para hablar sobre el control de la inseguridad y la violencia.
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