Abel Prieto “descubre” por qué los jóvenes abandonan la Isla
Nada dice el funcionario del fracaso educativo del castrismo que habría contribuido al avance de su tan cacareada colonización cultural
LA HABANA, Cuba. – Mientras que la cúpula del castrismo recorre el país con la vana esperanza de que se hubiesen mitigado algunos de los graves problemas que afronta la economía nacional, el señor Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas, y uno de los tanques pensantes del castrismo en materia cultural, también coge carretera para cumplir la misión que le ha sido encomendada.
En días recientes se reunió en la provincia de Matanzas con intelectuales, educadores, comunicadores, estudiantes de Ciencias Sociales y dirigentes de organizaciones de masas de ese territorio con el objetivo de transmitirles las indicaciones de la maquinaria del poder acerca de la manera en que deben formar a las nuevas generaciones.
Como es lógico suponer, el tema de la emigración de los jóvenes no podía estar ausente en semejante convite. Máxime si tenemos en cuenta la preocupación del gobernante Miguel Díaz-Canel por la gran cantidad de jóvenes que no contemplan a Cuba como escenario de su proyecto de vida.
Así, tras referirse a los jóvenes que han puesto en riesgo sus vidas en peligrosas travesías para irse a vivir al norte, el mandamás cultural apuntó: “Creo que en la inmensa mayoría de esos jóvenes, y en quienes aspiran llegar al norte como la gran meta o el reino dorado está influyendo la colonización cultural, que considera a los pueblos del sur como inferiores”.
Sería conveniente preguntarle al señor Abel Prieto, entre otras cosas, si el deseo de estudiar en una universidad sin tener que fingir una adhesión al Gobierno, y recibir obligatoriamente una preparación militar; poder contar con una vivienda para constituir una familia; recibir un salario que satisfaga las necesidades materiales; y hallar comercios abastecidos con los productos indispensables para la vida, son anhelos alentados por la colonización cultural, o sencillamente constituyen aspiraciones personales elementales que la Cuba castrista no está en condiciones de ofrecer a los jóvenes, y que en consecuencia los conduce a emigrar.
Ahora el titular de Casa de las Américas, sin dudas más comisario que escritor, llama a actuar contra la colonización cultural que, según él, atenta contra la correcta formación de la juventud cubana. Acusa al “enemigo” de propiciar un mensaje que insta a los jóvenes a distanciarse de la Revolución Cubana. Sin embargo, nada dice del fracaso del castrismo en materia educativa y de formación de la conciencia. Fracaso que habría contribuido al avance de su tan cacareada colonización cultural.
Porque, ¿de qué otra manera se puede calificar un proyecto educativo estatal que, después de monopolizar la enseñanza e imprimirle un fuerte contenido ideológico, y obligar a todos los niños a jurar que serán como el Che, se aparezca ahora con que sus jóvenes son víctimas de una colonización cultural inducida desde el exterior?
Por supuesto que el señor Abel Prieto se refiere a una colonización cultural proveniente de Occidente. Sería interesante conocer qué piensa él acerca de otro tipo de colonización cultural que vemos venir. Claro, la colonización rusa.
Vendrían las clases de idioma ruso en las escuelas y hasta en los medios de difusión, los muñequitos rusos, las películas rusas, y los maestros de nuestras escuelas podrían llevar a sus alumnos a venerar las estatuas y los monumentos al soldado ruso desconocido que se erijan en Cuba. Sí, las mismas estatuas y monumentos que hoy se están derribando en Ucrania, Polonia y las repúblicas bálticas que un día formaron parte de la Unión Soviética.
Y no dudamos de que semejante marea eslava refuerce aún más el deseo de nuestros jóvenes por emigrar de la Isla.
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