Lejos de liberar la producción y el comercio, la dictadura refuerza su dominio económico
El sistema económico de secuestro de la propiedad y el comercio por parte de la dictadura impide la producción en Cuba
CDMX, México. – El 8 de mayo, el periódico oficial Granma reseñó la reunión de Miguel Díaz-Canel en la provincia de Artemisa, cinco meses después de establecer compromisos con la nomenclatura partidista de ese territorio.
¿Por qué no hay producción de alimentos y la escasez es crónica?
El sistema económico de secuestro de la propiedad y el comercio por parte de la dictadura impide la producción. Desde el Ministerio de Economía y Planificación hasta el Ministerio de Agricultura y las numerosas OSDES, la burocracia partidista se reparte los puestos de mando para explotar a los productores de alimentos y tabaco.
La asignación de recursos centralmente para la producción, en medio de una crisis sistémica y estructural de la economía, resulta misión imposible en un Estado quebrado que no tiene fuentes de financiamiento, o las utiliza de acuerdo a las prioridades de los militares (entiéndase construcción de hoteles), pero mantiene el monopolio de la importación y la exportación por empresas estatales parásitas que se multiplican cada mes.
El sitio Cuba Trámite enlista 37 empresas exportadoras e importadoras estatales hasta el 13 de septiembre de 2022, pero según la prensa oficial se siguen creando este tipo de empresas que impiden la importación y la exportación libre a los productores. El esquema es perverso.
Cada productor necesita importar y exportar mediante estas empresas parásitas intermediarias, que encarecen la importación y la exportación al menos en un 20 por ciento de su costo real, y dependen de la ineficiencia del Partido Comunista. Así, se convierten en un “mercado cautivo” que no puede seleccionar a sus pares nacionales e internacionales como proveedores de insumos o exportadores de sus producciones.
Tal es el caso reciente de los productores de tabaco, a los cuales Marino Murillo anunció que recibirían 270 tractores este año sin el impuesto de la intermediaria Tacuba. No es necesario que Tacuba cobre su gestión importadora, otras intermediarias estatales sí lo hacen, como GELMA. Por otra parte, solo los productores pagados en dólares pueden acceder a los insumos agrícolas.
Las intermediarias estatales obligatorias se están enriqueciendo con los campesinos exportadores, pero mantienen un apartheid para los campesinos que no producen para la exportación, sino para el mercado interno, pagados entonces por el Estado en pesos cubanos devaluados. Eso hace ACOPIO, con precios muy por debajo del mercado.
¿Qué es el encargo estatal?
A este diseño Frankestein de las intermediarias estatales obligatorias se suma el secuestro de las producciones por ACOPIO: un 75 por ciento en el caso de ganaderos y productores de alimentos y un 100 por ciento para los productores de tabaco. La Tarea Ordenamiento de Marino Murillo aumentó desde enero de 2021 los precios de la electricidad, el agua y los insumos agrícolas para los productores, los cuales se declararon en crisis y disminuyeron todas las producciones del país. La ONEI reporta reducción de todas las producciones en el 2022, pero no reporta la cantidad de campesinos que se declararon en quiebra total.
¿Qué plantea el PCC frente a la crisis alimentaria?
“El presidente de la República comentó la importancia de tener un censo ganadero para lograr un control sobre la masa; agilizar la aprobación de inversión extranjera, hoy con demoras innecesarias en la provincia; vincular fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo en el cultivo de tierras actualmente ociosas; evaluar bien los proyectos de producción de alimentos con cooperación internacional, el destino de ese dinero y cuáles son sus resultados, pues muchas veces esos fondos se utilizan en cosas que no son prioridad y que no están vinculadas directamente a la producción; así como potenciar el desarrollo de áreas de autoconsumo en empresas y centros de trabajo, un tema también con poco avance en Artemisa”.
La traducción de estas medidas al contexto cubano es:
-Los ganaderos no pueden disponer de su masa ganadera.
-La inversión extranjera es mixta con empresas estatales parásitas como hasta ahora.
-Las fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo son mano de obra esclava del Servicio Militar, sin derechos laborales.
-Desvío de recurso. En otras palabras, los encargados de la cooperación internacional son corruptos.
-Una agricultura marginal y de subsistencia que no resuelve la falta de producción agropecuaria en el país, ni las inversiones necesarias en la agricultura.
Es decir, el Frankestein creado por el PCC en la economía se mantiene, y se apuesta por la transición rusa, en la cual la nomenclatura del Partido y los órganos de Seguridad se seguirán apropiando de los recursos nacionales y repartiéndoselos cual piñata. Esa es la “descentralización” que han diseñado el PCC y los militares cubanos.
Los economistas cubanos han señalado una y otra vez la ineficiencia de este secuestro del aparato económico. También han asegurado que la solución para la producción es el reconocimiento real del derecho a la propiedad privada, el derecho a la libertad de producción y la libertad de comercio. Pero dice el dictador Raúl Castro que el monopolio “estatal” del comercio exterior es un “principio del socialismo”, algo que no aparece ni en los viejos manuales soviéticos.
La nomenclatura puede seguir declamando disparates en sus reuniones, pero después del 2018, cada vez es mejor contestada por la ciudadanía.
CUBANET
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