Antes de llegar a la frontera, los migrantes son extorsionados por
funcionarios inescrupulosos en las sopotocientas alcabalas por las que
obligadamente pasan para llegar a Colombia o Brasil, donde se asentarán o
continuarán su viaje hacia otros destinos inciertos huyendo de la
narcodictadura de Nicolás Maduro.
Sobre tal anomalía el 17 de febrero
de 2021 la periodista Carmen Victoria Inojosa, del portal Crónica.Uno, reportó:
-El Centro de Derechos Humanos (CDH)
de la UCAB publicó un informe donde alerta que los caminantes venezolanos que
emprenden un trayecto a pie dentro del país antes de llegar a la frontera se
enfrentan a extorsiones de los funcionarios en las alcabalas: les quitan el
dinero, la ropa, alimentos y otras pertenencias.
Y agregó:
-Caracas. “Yo traía un bolso con comida cruda y en todas las alcabalas
que me fueron parando me fueron quitando, que si dos kilos de pasta, que si dos
de arroz. (…) Muchas veces me tocó pasar por el monte, siendo venezolano, allá
en Venezuela, para evitar la alcabala”.
Este es un testimonio de un caminante de la
tercera edad que documentó el Centro de Derechos Humanos de la Universidad
Católica Andrés Bello (CDH UCAB) en su informe “Caminantes de ida y vuelta: el
flujo de caminantes venezolanos por el continente en tiempos de
pandemia”.
El citado informe, apuntó además que
los investigadores de la UCAB encontraron en Cundinamarca, una región
colombiana, venezolanos que venían caminando desde Barinas, Valencia, San
Felipe, Caracas y Puerto La Cruz.
-Por ejemplo, -señaló- quienes venían
de Puerto La Cruz hicieron un recorrido de 1900 kilómetros.
Igualmente reveló que los caminantes
son detenidos “sin razón alguna en alcabalas a lo largo de las rutas por
Venezuela, solo para retenerles su cédula de identidad, alegando una supuesta
verificación”.
Y advirtió:
-En otros casos, las cédulas fueron
destruidas y sus titulares sometidos a maltratos verbales. Los documentos
también son usados como forma de extorsión, ya que son retenidos y solo
entregados a cambio de dinero, generalmente en divisas”, alerta en su informe
el CDH UCAB.
Y
cuando los caminantes llegan a la frontera, no solo están agotados físicamente
por el largo recorrido, sino golpeados anímicamente pues han sido despojados de
la mayor parte de las pertenencias y recursos que habían reunido para realizar
su viaje. Es el último golpe que
reciben en territorio venezolano, antes de cruzar.
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