El beso más famoso
Después del beso de Judas que relatan los Evangelios de Mateo (26:47-50) y de Marcos (14:43-45), el beso más famoso de la historia es sin duda el que tuvo como protagonistas a Leonid Brezhnev y Erich Honecker —líderes de la Unión Soviética y Alemania Oriental, respectivamente— en Berlín, durante las celebraciones por el 30° aniversario de la República Democrática Alemana, en el año 1979.
El beso fraternal socialista era una forma especial de saludo entre líderes socialistas. Simbolizaba la especial conexión existente entre sus naciones, y consistía en un abrazo, junto con una serie de tres besos alternados en las mejillas. En raros casos, cuando los líderes se consideraban excepcionalmente cercanos, los besos se daban en la boca en lugar de en las mejillas.
Leonid Brezhnev era particularmente efusivo a la hora de practicar este ritual y pocos son los que lograron "zafar" de la experiencia. Uno de estos fue Fidel Castro, que salió de su avión en el aeropuerto de Moscú con un cigarro en la boca que no descartó hasta que pasara el "peligro". Por su parte, el líder rumano Nicolae Ceausescu declaró que sufría de bacteriofobia, y así evitó el ósculo sin herir los sentimientos de Brezhnev.
El famoso beso fue reproducido por el artista ruso Dmitri Vrúbel en la East Side Gallery, una galería de arte al aire libre situada sobre los restos del Muro de Berlín.
En ruso y en alemán, se puede leer: "Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal".
Asimismo, el beso fue parodiado por la firma Benetton en una campaña contra el odio.
En los países socialistas asiáticos, donde no hay tradición de besos, el ósculo era reemplazado por una serie de abrazos. Normalmente, los asiáticos aceptaban los besos de europeos y cubanos, pero no los retribuían.
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