Buenos días, pitaceros. Sería solo una simple ironía que en el país con el segundo complejo refinador de mayor capacidad en el mundo haya escasez de gasolina, si al menos existiera una solución a la vista. La indignación es inevitable cuando el gobernador del estado Falcón admite que la producción de gasolina en las refinerías Amuay y Cardón está paralizada y que los inventarios han mermado. Así, sin más. Los usuarios reportan largas colas en estaciones de servicio, mientras que los líderes políticos ofrecen declaraciones contradictorias, ya ni siquiera promesas de una mejora. Sería solo una simple ironía si esta crisis no implicara muertes y un irreparable deterioro de la calidad de vida para miles de venezolanos.
¿En manos de quién estamos? |
No hay comentarios:
Publicar un comentario