Le boicotearon su negocio porque defendió al Corazón de Jesús y criticó el orgullo gay
Ross McKnight y su familia
Un padre católico de Luisiana (Estados Unidos) con cinco hijos y propietario de una granja, Ross McKnight, perdió una parte significativa de su base de clientes tras publicar en Instagram una invitación a celebrar el Sagrado Corazón de Jesús y a la vez criticar el “mes del orgullo gay”.
“Mi intención era generar una pausa en medio de tantas empresas y organizaciones que promueven la desviación sexual, para defender mi cultura católica en Luisiana y la misma religión católica”, y promover la verdadera “causa de celebración de este mes de junio: el Sagrado Corazón de Jesús”, explicó McKnight en declaraciones concedidas a ACI Prensa el viernes.
A inicios de junio, el propietario de la granja familiar Backwater Foie Gras, en la ciudad de Nueva Orleans, calificó al mes del llamado “orgullo gay” como un “intento de golpe” contra la “cultura que está tan íntimamente ligada a nuestra identidad católica”. Además, sugirió “algunos antídotos contra un falso orgullo”.
“Parece que algunos consideran inaceptables nuestros valores, que provienen de vidas vividas como católicos de Luisiana”, sostuvo.
Harrison Weinhold, un amigo de la familia McKnight, le indicó al medio The Federalist que la familia había perdido entre 6.000 y 10.000 dólares en ingresos mensuales debido a los pedidos cancelados.
A pesar de haber perdido mucho y de temer por el sustento de su familia, McKnight señaló: “Es un honor participar, a través del sufrimiento de nuestra familia, en el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María”.
No obstante el intento de algunos de dañar su negocio, McKnight reconoció que la mayoría de comentarios en su publicación “fueron positivos”.
“La publicación fomentaba la devoción y la oración al Sagrado Corazón de Jesús durante el mes de junio”, reiteró durante la entrevista con ACI Prensa.
McKnight señaló que, a pesar de las pérdidas económicas, la Divina Providencia “ha estado trabajando” y han “visto que el negocio que perdimos al rechazar el orgullo comenzó a ser restaurado, en gran parte por compañeros católicos que se han acercado para apoyarnos y compartir la gran victoria que es sufrir por y con Cristo Rey”.
ACI Prensa
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