Mérida l Dueña de lavadero agrícola aclara que detenido por botar zanahorias no es productor
La detención de Ysnet Antonio Rodríguez Mambel fue anunciada por el fiscal Tarek William Saab. El hombre de 48 años es trabajador en un lavadero de zanahorias de Pueblo Llano y no productor agrícola
EL PITAZO -
Mérida. Ysnet Rodríguez fue detenido el 18 de junio por supuesto boicot económico, al botar kilos de zanahorias a un río de la zona. Sin embargo, Eva Santiago, dueña del lavadero agrícola donde el hombre trabaja, aclaró que no es productor de ningún rubro.
La práctica vista en el video, donde lanzaba zanahorias al río, no es nueva. Los productores llevan sus cosechas a los lavaderos para que los obreros, como Ysnet Rodríguez, se encarguen de limpiarlas, seleccionarlas y posteriormente desechar las piezas que no sean aptas para el consumo humano y las que no buscan, como regalo, otros productores para sus animales.
Productor andino: «No solo botamos zanahorias, sino el trabajo de meses»
Una de las dueñas del lavadero, Eva Santiago, indicó a El Pitazo que esta detención los tomó por sorpresa porque Rodríguez no produce ningún rubro. Es padre de tres hijos, dos de ellos menores de edad, y sostén de hogar.
«Lo pusieron como un delincuente cuando él no lo es. Es un trabajador, un obrero, una persona que no hace mal y mucho menos bota esas zanahorias sin sentido. Esto es injusto. Estamos indignados. El video lo sacaron de contexto porque no tiene nada que ver con la crisis de gasolina o del país, solo es parte del trabajo porque esa zanahoria no es apta para el consumo humano«, aseveró.
Parte del trabajo
Los lavaderos de zanahorias prestan servicio en Pueblo Llano para seleccionar los productos que son o no aptos para su venta. Normalmente, las zanahorias, que no son vendidas a los ferieros o en los mercados, se regalan a quienes llegan desde Táchira y Barinas, para llevarlas y alimentar a los animales.
Sin embargo, las cosechas actuales son abundantes y por falta de venenos y fungicidas en los campos, muchas de ellas llegan contaminadas, dañadas o manchadas, así que no pueden ser ofrecidas para su comercio, por lo que deben descartarlas.
Desde hace años acostumbran a botar cualquier alimento de manera no contaminante, por ello lanzan las zanahorias a los ríos o quebradas, para evitar la llegada de moscas u otros animales que contaminen a las comunidades. Algunas se siembran nuevamente, pero cuando no llegan personas a buscarlas regaladas, deben desecharlas.
Santiago pide al gobernador de Mérida, Jehyson Guzmán, a la Fiscalía y a todos quienes participan en la investigación, que vayan hasta Pueblo Llano a confirmar que no se trata de la detención de un productor sino de un trabajador.
«Le pido (al gobernador) que vaya y vea lo que se hace con las cosechas. No hay desperdicio ni malas intenciones, es el trabajo que siempre hacemos. Esa zanahoria no se puede comer, no se puede consumir y aunque les damos a los animales, sobra demasiada», pidió la mujer.
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