MÁS
SOBRE LA XENOFOBIA
CONTRA
LOS VENEZOLANOS
Comenzó señalando:
-Antes de Hugo Chávez –esa maldición
bubónica que le cayó a Venezuela y la arrasó como la peor peste conocida en
nuestra historia– nadie podía suponer ni imaginar que los venezolanos, otrora
respetados y admirados, iban a ser repudiados y abominados por todas partes de
América Latina y el mundo. A la ruina socioeconómica y política que ha causado
la peste chavista se suma la más degradante y vil de todas las ruinas: la
moral.
El venezolano y lo venezolano,
debido al chavismo, es despreciado y desgraciado por naciones que nos deben no
sólo su libertad e Independencia, que en muchos casos nos deben su democracia.
(Colombia, Ecuador, Panamá y Perú fueron países liberados del coloniaje
español por soldados venezolanos. Los chilenos, durante la dictadura de Augusto
Pinochet, encontraron en Venezuela pan, techo, abrigo y solidaridad)
Luego precisó
-Nadie se salva, ni empresarios (la
mayoría venidos a menos, exceptuando chavistas), ni deportistas, ni artistas,
ni académicos, ni periodistas, nadie. De sólo decir que provenimos de Venezuela
se nos observa y atiende con pena, vergüenza ajena, como víctimas y en el peor
y más desgraciado de los casos, se nos trata con asco. Me produce una profunda
indignación que esto suceda (que ya es casi a diario), pues entiendo que nada
cambiará mientras el chavismo rija el poder. Nada. Hay que derrocarlos para
recuperar el honor y la dignidad malogradas.
Seremos –seguiremos siendo– objetos
de desprecio, de sorna (los chistes sobre nosotros son inaguantables) y de
lástima mientras el chavismo exista. Sí, damos lástima.
(En Colombia, Ecuador y otros países latinoamericanos, a los migrantes
venezolanos se les llama peyorativamente venecos)
Posteriormente apuntó:
-Un bandolero peruano asesina a
mansalva a un joven comerciante venezolano y las cámaras del circuito cerrado
de televisión muestran la barbarie. Una manada de xenófobos chilenos humilla a
un grupo de venezolanos que intentan cruzar su frontera, su crueldad indigna.
Un candidato a la presidencia de Perú –sí, a la presidencia– dice que nos
arrojará al mar cuando alcance el poder, se topa con un venezolano e intenta
golpearlo (sólo es candidato, ¡imaginemos!). Una alcaldesa colombiana después
de un horrendo crimen cometido por un delincuente, que resulta ser venezolano,
advierte de la “amenaza” venezolana, para ella somos un peligro.
(La alcaldesa de Bogotá, Claudia López
Hernández, acusó a los migrantes venezolanos de ser los causantes del auge de
la delincuencia en la capital colombiana, lo cual es una falacia, según las
estadísticas criminales, y exacerbó en consecuencia el sentimiento xenofóbico
hacia nuestros paisanos. Es más certero hablar de aporofobia, término acuñado
por la filósofa española Adela Cortina, pues se les desprecia no por ser
extranjeros sino por su cualidad de pobres. Otro tanto ha ocurrido en Perú, en
Chile y Ecuador)
Seguidamente destacó:
-Para sobrevivir, para que nuestras
familias sobrevivan, para que nuestros hijos no sean maltratados, humillados,
vejados y perseguidos, los venezolanos –me incluyo– nos hemos visto obligados
al destierro. No ha sido nada fácil, no lo será jamás. La vida se nos va en
idiomas, acentos, sabores, olores, visiones y culturas ajenas. Somos sonámbulos
que andamos a tientas en otras tierras. Que nos maltraten, humillen y vejen es
desconsoladoramente inhumano.
No somos delincuentes, la mayoría de
los venezolanos, un noventa y cinco por ciento de los que hemos emigrado, somos
trabajadores productivos. ¿Por qué nos agreden?
Somos
un pueblo perseguido.
En la misma fecha del artículo
citado anteriormente el diario El Tiempo,
de Bogotá, reveló:
-Según una información compartida
por el medio especializado en chequeo de datos Colombiacheck, los venezolanos
ya conforman 3,6% de la población en Colombia, pero slo cometen 0,63% de los
delitos. Esto, sin embargo, no impidió que hubiera una borrasca de opiniones en
las redes sociales sobre lo que pasó, el asesinato del patrullero Edwin Caro
Gómez cuando les hacía una requisa de rutina a dos hombres y le dispararon a quemarropa,
Uno de los implicados era un
migrante venezolano.
Sobre ese caso escribió la alcaldesa Claudia López Hernández
la noche del 10 de marzo, día del asesinato:
-En el hecho falleció un policía y
uno de los agresores. Se capturó al otro implicado, de nacionalidad venezolana,
y se incautaron dos armas”, escribió la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, la
noche del 10 de marzo (el día de los sucesos).
A la mañana siguiente, la mandataria
dijo en el homenaje al patrullero: “hay una minoría de migrantes profundamente
violenta, que mata para robar o por una requisa, como pasó en este caso”.
En pocas horas, términos como
“venezolanos” y “venecos” se volvieron tendencia en Twitter, dando cuenta de
las palabras más usadas por los ciudadanos.
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