Fidel Castro y la tragedia cubana
Castro desempeñó un papel central en la transformación política y económica del país, instaurando un sistema socialista que generó profundos cambios y efectos a largo plazo
Admito que es un tema escabroso, que la figura de Fidel Castro está muy ligada al destino de Cuba en las últimas seis décadas. Para muchos, todavía es un Mesías, una especie de iluminado que llegó para liberar a nuestro país.
La realidad fue otra. Si lo evaluáramos por el grado de destrucción material del país, tendríamos que admitir que es un genio. Nadie podría hacer colapsar una nación en 60 años sin tirar una bomba, como lo hizo Castro y su familia. Todo es una ruina.
Nacionalizaciones y destrucción de la economía
Tan pronto llegó al poder, Castro implementó políticas de colectivización, nacionalización de empresas y una economía planificada, lo que llevó a una dependencia excesiva del gobierno y un control estatal casi absoluto; quebrando de modo abrupto la superestructura económica del país, golpeando la propiedad privada y dejándola sin el empuje que esta promueve.
En abril 1961, en una histórica declaración, el Comandante en Jefe nos insertaba dentro del campo socialista, todo un conjunto de dictaduras condenadas al colapso político-económico y social; y bajo esa clara dirección, arremetió contra la industria azucarera, destruyéndola en apenas 10 años. A la larga, Cuba pasaría de exportador de azúcar a importador, un contrasentido total.
Lo mismo pasó con la ganadería; de tantos cruces y tantos sueños nos quedamos sin carne y sin leche. De paso, nos arrebató las navidades, y la tristeza anidó desde entonces en nuestro pueblo. Todo este proceso de nacionalizaciones nos llevó a serias contradicciones internas y externas.
Crisis de los Misiles
Otro episodio de este loco maniático fue la Crisis de Octubre, cuando autorizó a la Unión Soviética la instalación de misiles nucleares de alcance medio en Pinar del Río y puso al mundo a las puertas de la guerra nuclear. Hay pruebas de que este personaje exigió a Moscú dar el primer golpe nuclear contra Estados Unidos, algo insólito en la política contemporánea.
Represión, éxodo y campos de reconcentración
Este panorama lo empujó a crear un régimen de terror político que debilitó el espíritu de la nación, generando un éxodo masivo de más de 3 millones de cubanos dispersos por todo el mundo; y la creación de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), campos de trabajos forzados que existieron entre 1965 y 1968 al estilo stalinista, donde hubo de todo, incluyendo torturas y crímenes.
El endeudamiento de la Isla
Mientras todo esto ocurría, la deuda externa se incrementaba hasta alcanzar, según las estimaciones, los 20 mil millones de dólares. A día de hoy, se le deben suman considerables a más de 15 países que ahora empiezan a reclamar sus pagos.
El fracaso de sus mega proyectos
Sus mega proyectos han sido una pesadilla para el país: la desecación de la Ciénaga de Zapata, el Cordón de La Habana, las escuelas en el campo, la termonuclear de Cienfuegos, la Zafra de los 10 millones… todos fueron fracasos atribuidos a este estratega del engaño.
Todo esto mientras decía “No soy comunista”, creando las bases para poner la mentira al servicio de una política entreguista, a intereses foráneos como los de la Unión Soviética y aliándose con cuanto dictador encontró en el camino, desde Robert Mugabe en Zimbabue hasta Daniel Ortega en Nicaragua.
Son estos hechos, verdades irrefutables que dejan en evidencia que Cuba solo le debe a Fidel Castro y a su pandilla la triste historia de estos 64 años de martirio.
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